-CAPITULO DIEZ-

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MORAS Y CHOCOLATE

-SJ-

Después de que el doctor – pediatra – revisara a mis cachorros el mismo me había hecho algunas preguntas que no pude responder, pues estas eran sobre medicamentos y vacunas que ellos hubiesen obtenido.

Pues la realidad era que nunca los habían obtenido desde que habían llegado a mi lado cuando eran unos recién nacidos.

— Bien veamos quien pasara primero. – dijo el doctor después de escribir en unas hojas el peso y talla de mis dos hermanitos.

Jimin y Tae sonrieron nerviosamente mientras se escondían tras mis piernas.

— Vamos... - les dije y ambos negaron.

— Vengan pequeños prometo que no dolerá. – dijo pero ni siquiera yo estaba seguro de eso. Ambos me miraron y yo sonreí y asentí para que ambos salieran de detrás de mí.

— Jimin tu eres el mayor pasa primero. – dije y mi rubio pequeño asintió. Dando pasos seguros al doctor quien suspiro.

Él también ya estaba al tanto de la fractura que suponía y fue cierta tenía el cachorro, por el momento nos mandaría medicamento para el dolor y en algunos días más – si yo seguía aquí – teníamos reservada una cita para que le revisaran que tan grave era esta.

El doctor cargo a Jimin hasta una pequeña mesita y comenzó una tierna platica con él, haciendo que se distrajera mientras la enfermera que le acompañaba preparaba la ampolleta y después la jeringa.

Jimin veía a Kook quien estaba en brazos del señor Nam Joon pero sus ojos se aguadaron y un chillido agudo salió de su boquita cuando sintió la aguja entrar, su llanto era fuerte tanto que logro asustar a Tae y a Kook quienes al verlo sufrir – exageradamente – buscaron refugio en mí.

— Ya, ya bebé... - dije arrullándolo en mis brazos. – es para que estés bien. – dije pero el seguía llorando con fuerza.

Mire a Tae quien estaba a mis piernas y suspire pues sabía que él estaría lo suficiente asustado como para aceptar ir con el doctor.

— Cachorro... - levante la mirada y vi al menor de los hermanos quien estaba agachado con los brazos estirados a este. – Ven... - Tae sin dudarlo corrió a sus brazos para inmediatamente refugiarse en su cuello. – Tranquilo, no te pasara nada... - susurro mientras cubría la visión de este.

El doctor se acercó, aprovechando la distracción y en un solo movimiento introdujo la aguja, y como era de esperarse Tae al igual que Jimin comenzó a llorar con fuerza.

Un fuerte aroma a Canela y Pimienta Negra comenzó a inundar la habitación, pero el doctor el cual era Beta no logro percibirlo, solo fue la enfermera quien comenzó a toser al igual que el señor Nam quien con Kook en brazos salió de esta.

Hoseok quien aún tenía a mi hermano en brazos no parecía molesto por el aroma así que supe que la advertencia iba para todos alrededor menos para su Hyung quien daba palmaditas a su espalda.

Es imposible, que ellos realmente estén aceptando a esos Alfas.

Suspire y mire a Jimin quien seguía llorando mientras tallaba su nariz en mi cuello.

Ellos eran pequeños, tan pequeños e inocentes como para que en su corazón existiera la palabra rencor y odio. Ellos merecían una vida color de rosa y eso jamás podría tenerlo a mi lado.

Ni se te ocurra dejarlos con ellos.

Tal vez sea lo mejor.

¡No!

-SAVE ME- [BTS] [NamJin] [Omegaverse] ✨FINALIZADA✨Where stories live. Discover now