-CAPITULO TRECE-

1.7K 236 14
                                    

EL PASADO DEL DESTINO

-HS-

Esta vez el silencio fue mucho mayor, los tres nos mirábamos entre sí, intentando de procesar la información.

¿Comprados?

Aquellas palabras golpeaban las paredes de la casa, mientras el único sonido eran los sollozos de aquel Omega, su aroma realmente te decía cuan asustado estaba.

— Sé que quieren ayudarme, y en verdad quiero que lo hagan... - pesadas lagrimas rodaban por su rostro. – tengo miedo, no por mí, sino por ellos. – dijo y mire a Tae quien aun permanecía dormido en mis brazos.

El pequeño Kook, miraba a Seok mientras puchereaba y el Omega intentaba sonreírle tal vez para evitar que el pequeño también comenzara a llorar.

— Seok puedes contarnos todo... - dijo mi hermano mayor quien aún mantenía sostenida la mano del Omega quien dio un fuerte suspiro.

— Solo necesito que me prometan que cuidaran de ellos si algo me pasa a mí. – pidió y mire a Nam quien apretó su mandíbula. – Solo prométanme que no los dejaran solos, ellos no tienen a nadie más que a mí. – sus lágrimas bajaban por sus mejillas.

— No dejare que nada les pase a ellos, y mucho menos te pase algo a ti Seok. – dijo Nam y el asintió.

Inhalo todo el aire que sus pulmones le permitieron y después exhalo, apretó más su mano que era sostenida por la de mi hermano y miro al pequeño cachorro que ya estaba recargado en su pecho mientras comenzaba a dormitar.

-

-YG-

Acaricie los cabellos de Jimin para después acomodarlo en mi hombro para que durmiera mejor. Seok miro a Nam y suspiro.

— Cuando tenía doce años... - comenzó – mis padres murieron en un accidente de auto. – los tres nos miramos pues nuestros padres habían muerto de la misma forma solo hace unos años atrás. – Mi abuelo materno, tomo mi custodia, cuido de mí hasta que cayó enfermo. – suspiro y mordió su labio era tan obvio que los recuerdos le lastimaban tanto. – el murió cuando tenía quince años. – sonrió y luego lagrimas volvieron a salir de sus ojos. – tontamente creí que mis tíos cuidarían de mí, pero no fue así, nadie quiere a un Omega en una manada de Alfas. – miro a Nam y luego se volvió a agachar. – un día estaba en mi habitación cuando uno de mis primos me pidió que bajara. – suspiro y comenzó a temblar. – él, él me estaba esperando en el salón. – beso la coronilla del cachorro que ya dormía en sus pecho y sonrió. – Ellos me habían vendido, habían vendido a su propia sangre a cambio de alguna cifra. – volvió a suspirar y después su llanto aumento. – El me lastimo desde el primer día, el me hizo odiarme desde el primer día.

El aroma a vetiver de Nam comenzó a esparcirse opacando por completo el de Seok, sin duda mi hermano estaba más que cabreado. Mire a Hoseok quien estaba quieto en su lugar, su rostro también estaba tenso y su mandíbula estaba cuadrada.

— No había noche que él no abusara de mí, los primeros años. – su rostro estaba rojo y Nam daba suaves caricias a su dorso. – el no permitía que nadie se me acercara, ni menos que algún doctor me revisara. – suspiro y miro a Nam. – sus abusos constantes me trajo problemas. – dijo y trague pesado pues sabia a que se estaría refiriendo. – Dios... - sus lágrimas ahora eran una cascada. - Recibía ayuda solo de las cocineras quienes a escondidas o cuando él no se encontraba cerca me daban medicamentos o remedios. – Nam gruño. - Creo que hubiese sido mejor si moría por alguna infección, pero luego... - me miro y sonrió – Jimin llego, era una madrugada dormía o almenas lo intentaba cuando escuche un llanto en el pasillo, él entro a mi "habitación" y arrojo al pequeño cachorro a la cama. – mordí mi lengua evitando soltar un gruñido. – me dijo que de ahora en adelante yo cuidaría de ellos. – sonrió – yo jamás había cuidado de un cachorro, no sabía nada de ello. – acaricio el rostro del pequeño y sonrió – pero ese era mi nuevo trabajo; Los primeros días fue un desastre, el lloraba mucho. – sonrió – bueno aun lo hace. – dijo y mire a Jimin quien tenía su entrecejo arrugado. – de la misma forma las cocineras me ayudaron en muchas cosas con ellos. – suspiro y ahora miro a Hoseok. – tres meses después una tarde él entro con Tae en brazos el pequeño lloraba desgarradamente hasta que yo le tome en brazos, la ropita con la que iba estaba sucia, supe de inmediato que el pequeño estaba en las peores condiciones, pero agradecía que ahora tenía más conocimiento en su cuidado, aun así tuve miedo, ¿Cómo cuidaría de dos pequeños yo solo? – suspiro nuevamente. – a pesar de que no eran de mis sangre, mi Omega les tomo amor rápidamente volviéndolos propios. – mordió su labio y miro nuevamente a mi hermano. – Cuando ambos cachorros cumplieron dos años intente escapar con ellos, aproveche que él no estaba y Salí. – Trago pesado y las lágrimas volvieron a sus ojos. – Solo logre alejarme unas calles cuando él me atrapo. – sus cuerpo volvió a temblar comenzando a perderse en malos recuerdos. – Él me tuvo preso en su habitación por días, me golpeaba, abusaba de mi... - su llanto ahora era más fuerte. – pero lo único que me importaban eran ellos, por todos esos días no supe de ellos, solo los escuchaba llorar y a él gritarles, era tan solo unos bebes, pero logro meterse tanto en sus cabezas. – Miro a los pequeños y luego a nosotros. – Cuando él decidió liberarme, ellos estaban en muy malas condiciones, Tae estaba a punto de colapsar. – Hoseok gruño y Seok le miro. – esa misma noche uno de sus guaruras que cuidaba de él. Aprovecho que este mantenía una fiesta en la parte baja de esa casa, para lograr darme algunos medicamentos para el pequeño entre otras cosas. – sonrió – Ese guardia siempre fue tan amable conmigo... - Nam gruño y sonreí pues sabía que sus celos invadían su cuerpo. – hasta que un día no lo volví a ver... - apretó sus labios y una lagrima escapo nuevamente. – una noche después de que él abusara de mí, me lo dijo, me dijo que ahora cargaría con una muerte por ser un maldito Omega impuro, por no respetar a mi Alfa. – Nam gruño al escuchar la última palabra. – Él lo había matado. Entonces supe que jamás podría escapar de ahí, estaba condenado para toda mi vida. – sonrió y miro nuevamente al pequeño que gruño entre sueños, para después acurrucarse más en su pecho. – Kook llego un par de años después, tenía solo unas horas de nacido, era tan pequeño. ¿Cómo alguien podía vender a sus propios cachorros? – Sus palabras se detuvieron y Nam se acercó para tomar la jarra del agua y servir un poco en su vaso, Seok le miro y volvió a tomar su mano buscando un poco de fuerza y protección. - Días antes de escapar, jugaba con los pequeños en nuestra habitación, Tae y Jimin corrían y reían por la habitación, ya que no teníamos permitido salir al jardín. No sé en qué momento el entro gritando que calláramos, logrando que ambos se asustaran y comenzaran a llorar. Intente calmarles, les pedía que se calmaran, mientras el seguía gritando, entonces los arrebato de mí. – abrazo más a su pecho al pequeño. – tomo a ambos de sus bracitos y los alzo sin esfuerzo alguno, los llevo hasta el balcón y les dijo que los dejaría caer si seguían llorando, ellos no pararon, ellos estaban asustados no pararían de llorar. – Mi pecho vibraba y mire a Nam quien miraba atento el rostro de Seok. – Tae logro zafarse pero Jimin no; entonces mi mundo se detuvo cuando lo soltó... - un gruñido fuerte salió de mi boca provocando que tanto Jimin y Tae se despertaran asustados, para después comenzar a sollozar.

-SAVE ME- [BTS] [NamJin] [Omegaverse] ✨FINALIZADA✨Where stories live. Discover now