Extra 1: Out of the closet!

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Sábado, 16 de abril del 2022.Ushuaia, Tierra del Fuego. Argentina.

En la guerra y en el amor todo se vale.

Capítulo 15. Extra: Out of the closet!

by Sioa Shun Uchiha-san

Habían pasado cuatro meses desde que había tenido la charla con Hiyo sobre su relación con Zen, las cosas no habían cambiado desde entonces.

No, mentía, las cosas sí que habían cambiado desde aquel día. No mucho, pero habían cambiado. Zen era más descarado que nunca,por ejemplo.

Su estúpida pareja ahora se tomaba muchas más libertades, lo besaba con desfachatez frente a la niña, lo abrazaba mucho más e insistía al menos una vez a la semana con el asunto de vivir juntos y la acordada presentación de sus padres.

Por otro lado Hiyori les daba tanta privacidad como podía, ya no sabía si era cosa de la pubertad o la pequeña, tan atenta a ellos como siempre, pasaba cada vez menos tiempo en la casa.

No es como si Hiyo estuviera evitándolos, pero era imposible no notar que la chica se estaba volviendo cada vez más independiente, y aunque cocinaban juntos y hablaba con ellos con el mismo entusiasmo de siempre cada vez salía más de la casa o pasaba màs tiempo sola en su cuarto con la computadora, casi cada fin de semana se iba a casa de amigas o de sus abuelos y eso solo se traducía al punto anterior: Zen estaba más descarado y exigente que nunca.

Sin embargo muchas otras cosas sí que permanecían igual, como sus infantiles peleas matinales y la tranquilidad de ese hogar que sentía propio aunque aún no vivía ahí oficialmente.

De forma casi inconsciente seguía llevando lentamente, a carga de hormiga, sus pertenencias y las noches en su departamento eran cada vez menos, apenas pasaba allí una o dos noches a la semana. Ciertamente seguir pagando la renta de ese lugar era definitivamente un maldito desperdicio de dinero que podría ahorrar para otra cosa.

La verdad sea dicha, consciente o inconscientemente la decisión de vivir con su pareja ya estaba tomada por mucho que hubiera puesto por excusa o condición que primero debían blanquear la relación.

El problema radicaba en que pese a que hace cuatro meses se sentía todopoderoso tras su conversación con la princesa de su corazón, ahora no sabía cómo hablar con su adorada madre para decirle que debía verla para darle noticias.

Pensaba tanto en eso que aunque la oficina se estaba metafóricamente incendiando por el trabajo en conjunto con el departamento de publicidad para los promocionales de una edición especial de aniversario de la magaka estrella de Emerald, él llevaba tres horas trabajando en modo automático sin realmente reflexionar en lo que hacía. Firmaba lo que Henmi le pedía y completaba planillas de excel, contestando con muecas y monosílabos a lo que le decían sus subordinados, a veces ni siquiera escuchando sus palabras. Por suerte estaban todos tan revolucionados que apenas si notaron su letargo, de hecho solo Henmi se había percatado de lo mentalmente ausente que estaba el Oso Salvaje aunque lo atribuía a que tal vez estaba algo saturado de estrés.

-Yokozawa-san... Yokozawa-san... - Lo llamó el joven por cuarta y quinta vez.

-¿Ah...? - Apenas reaccionó el agente de ventas, separando su vista de la pantalla para mirarlo. -¿Henmi-san? ¿Necesitas que firme algo?- Preguntó frunciendo el ceño al notar que no estaba ofreciendo ningún documento.

-No, no, Yokozawa-san, solo quería decirle que quizás debería salir a hacer sus rondas, tal vez eso lo despeje un poco, se lo ve muy distraído quizás esté saturado y necesite algo de aire, de todos modos nosotros podemos seguir con el trabajo aquí.

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