Padre e Hija.

408 36 23
                                    

Ushuaia, Tierra del fuego. Argentina. Lunes 30 de Marzo del 2020

En la guerra y en el amor todo se vale.

Capítulo 12: Padre e hija.

By Sioa Shun Uchiha-san

El sonido de su despertador insistente e hiriente la obligo a despertar más negándose a abrir los ojos solo se estiró en la cama hasta alcanza el maldito celular para apagar la alarma de mala gana, estaba demasiado cómoda, algo suave y tibio bajo ella que la tenía firmemente agarrada por la cintura le estaba dificultando tomar la maldita decisión de levantarse. Demoró unos segundos en procesar esa cálida sensación, claramente no estaba durmiendo sola, abriendo los ojos de golpe se sentó en la cama de un solo envión y miró a su costado notando como el hombre a su lado se estiraba perezosamente quejándose por el abrupto movimiento entre sueños estirándose en la cama con un pequeño hilo de saliva que bajaba de su boca entreabierta con sus negros cabellos totalmente desordenados.

Eso la hizo sonreír, no demoró mucho en recordar que había invitado a Kyo a dormir con ella la noche anterior pero un tenue sonrojo acudió a sus mejillas al reconocer que había estado toda la noche acurrucada en su pecho.

-Rayos...- Susurró tirando apenas de sus cobrizos cabellos hacia atrás y resopló mientras se levantaba de la cama con el cuarto a oscuras, tenía que ir a trabajar, por tanto debía arreglarse pero no quería encender la luz para no molestar al mangaka así que con pasos algo torpes y murmurando entre dientes usó la linterna de su celular para revolver en su armario, no quería demorarse demasiado por lo que tomó de una percha un vestido liguero de color celeste y luego se inclinó a buscar un par de zapatos, saliendo casi a hurtadillas del cuarto para no molestar más a su invitado.

Huyó al baño donde se quitó el pijama para luego vestirse apresuradamente notando alarmada que se había quedado dormida, claramente su celular había sonado al menos unas tres veces antes de que ella lo escuchara, no tenía tiempo ya asique se colocó los stilletos negros y corrió a su sala, tomando el mismo blazer negro del día anterior junto a su maletín mientras peleaba por atarse el cabello buscando con la mirada algo de papel donde dejar una nota a su invitado, terminando por sacar de las cosas de él un lápiz y una hoja garabateando apresurada su mensaje antes de salir de la casa casi trotando, encontrándose en el pasillo con Kirishima y Yokozawa que acaban de salir del departamento del primero.

-¡Buenos días!- Saludó alegremente acercándose a ellos ocasionando que ambos hombres voltearon a verla.

-Buenos días Shinka-san.- Saludo con poco entusiasmo el agente de ventas.

-Buenos días, Shinka-san ¿Noche ocupada? - Preguntó con malicia el castaño al notar la desarreglada coleta y que en el rostro de su empleada no había una sola gota de maquillaje dejando ver unas leves bolsas bajo sus ojos.

-Cállese, por favor.- Contestó ella de mala gana rodando los ojos, sintiendo sus mejillas levemente coloradas ante la mirada divertida de su jefe. -Mejor vamos antes de que se haga tarde. - Pidió y los tres se encaminaron al ascensor, para cuando salieron del edificio directamente a la plaza de estacionamiento Kirishima pudo notar que a unos pocos espacios de distancia de su propio auto se encontraba el de Ijuuin y giró su mirada a su subordinada on perspicacia.

-Asique realmente fue una noche ocupada ¿eh?

-¡Déjeme tranquila y no imagine cosas, por favor!- Reprochó ella frunciendo el ceño mientras se subía al asiento trasero del auto. -No sea tan insufrible desde temprano en la mañana, no entiendo cómo es que Yokozawa-san lo soporta.

-No puedo dejarla tranquila cuando es tan fácil e alterar.- Contestó divertido el castaño bajo la atenta mirada de Takafumi, esos dos eran cada vez más descaradamente familiares, más cercanos ¿Acaso no había servido de nada la advertencia que le había dado a esa mujer el día anterior?

En la guerra y en el amor todo se vale.Where stories live. Discover now