El mortifago & yo

34.-

—He tenido días muy tediosos, pero este le ha ganado a todos—James estiró su cuerpo haciendo chasquear varios de estos—La maldita tarde fue eterna y la secretaria de Fudge es tan...—Gruño—Fastidiosa.

Sirius asintió, estaba igual de cansado y lo único que quería hacer era llegar rápidamente a casa, darse un baño y dormir—Opino lo mismo, por suerte solo tenemos que sufrir un día más y ya.

James bostezo se encaminó con Sirius al área autorizada para hacer apariciones y usar flu—¿Iras directo a casa? —preguntó el auror quitándose los lentes para limpiarlos.

—¿Tú no? —preguntó el otro con curiosidad.

—Tengo algo que hacer, si Remus te pregunta dile que me quede con papeleo. No me siento cómodo con sus... bueno, ya sabes—James se colocó los lentes ya limpios y se peinó el cabello hacia atrás.

El Black suspiro con rapidez—Hermano, entiendo que bueno... Te gusta ese tipo, pero estás exponiendo tu matrimonio y no quiero que tengas problemas por eso. Termina todo lo que tienes que hacer y si tienes problemas con Lily, trata de ser sincero con ella y resolverlos.

James se acarició el ceño y asintió. decidió marcharse de primero para aparecer rápidamente en Diagon y comprar un ramo de rosas, se lo llevaría a su esposa una vez y terminará su reunión con Snape. No podía sentirse mal con las palabras de su amigo, sabía que Sirius y Remus estaban preocupados por sus "acciones" y aunque le encantaría revelarles la verdad, no podía faltar a su palabra y traicionar nuevamente la confianza de Severus.

Utilizó la chimenea pública en Diagon para aparecer en la casa de Severus.

Fue expulsado sin delicadeza alguna por la vieja chimenea del hombre. Gruño al notar que las rosas se habían manchado con algo de ceniza. Se colocó de pie al haber caído sentado y notó entonces una cabellera rubia sentada en uno de los sillones de la pequeña sala del lugar.

—Malfoy—James se sorprendió levemente, aunque lo ocultó. Hizo un saludo con su cabeza mientras esperaba que Snape apareciera en su campo visual—Que sorpresa, no sabía que Severus y tú eran amigos.

El rubio bufo, alzando su rostro con altivez—Lo mismo digo—James era consciente que el hombre mentía. Después de todo, solo era un mortifago más—Me sorprende que... conozcas a Severus.

—Nos conocimos en un bar y nos hicimos buenos amigos—Comentó, acercándose al sofá con dos puestos que se encontraba frente al rubio. El auror tomó asiento—¿Tu?

—Algo parecido—La mentira era tan descarada que James estuvo a punto de reír.

Las pisadas del pelinegro se escucharon mientras bajaba las escaleras, Severus Snape apareció con un par de libros en sus manos. —James—El espía enarco una ceja al notar la coincidencia de este con Malfoy—Bienvenido.

El auror se coloco de pie, tenia que hacer su papel como amante—Pasaba para verte, no sabia que tenias visitas—Tendió las rosas a este y pudo ver claramente la burla en los ojos negros del Snape.

Severus tendió los libros a Malfoy y, sostuvo el ramo que le había sido entregado—Gracias.

Lucius se colocó de pie, algo incómodo por la escena—Te los devolveré dentro de poco, Severus—Se despidió y, la chimenea no tardó en arder una vez y este desapareció.

—Dijiste que no eras amigo de Malfoy—James tomó asiento nuevamente, cansado del día tedioso que había vivido.

—No lo somos, simplemente nos tratamos como "conocidos" nada más—Expresó tirando el ramo de rosas al auror—No me gustan las rosas, prefiero los capullos.