Recuerdos de una vida pasada

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"Te has detenido a pensar que incluso si soy un monstruo, ¿podría de todas maneras ser tu alma gemela?"

Julie Johnson.

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Habían pasado dos días de ese inesperado encuentro. Dos días en los que Lan Qiren no se había presentado en su oficina; la razón fue un inesperado resfriado, fue una mala idea caminar hasta su casa aquella noche.

Sin mencionar que no había dormido bien debido a las palabras que Wen RuoHan había dicho. Imaginar que XiChen le estaba mintiendo le frustraba. pensaba que a esas alturas sus sobrinos confiaban en él ¿O acaso Wen RuoHan pretendía dividir a su familia haciéndole desconfiar de ellos? Si era eso no le daría el gusto, pero para eso tenía que hablar con su sobrino.

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Se sentía como león enjaulado dos días sin verlo, parecía toda una vida, ¿cómo era posible que lo extrañará de esa manera en tan poco tiempo? No tenía ni una semana de haber dado con él. Por lo que averiguó se había resfriado ¡Sí lo hubiera llevado a casa aquella noche!... pero no lo hizo, sentía que de alguna manera había sido culpa suya. Sí Qiren estaba enfermo seguramente no estaba cuidándose de manera adecuada y era hora de que alguien cuidara de él... ¿era normal preocuparse de esa manera por a

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Estaba acostado, sin fuerzas para poder moverse, sentía mucho frío ¿Era normal que la fiebre subiera tan repentinamente?, su garganta era todo un caos. Sus sobrinos habían hablado para saber cómo seguía, pero en ese momento su condición era relativamente buena. Ahora estaba pensando en que moriría de deshidratación, tenía nauseas. ¿Acaso moriría solo?

En algún momento se quedó dormido y despertó percibiendo un aroma a comida, hubiera bajado a la cocina ya que seguramente se trataba de alguno de sus sobrinos o de Wei WuXian que había ido a verlo, si tuviera la fuerza para levantarse iría para recibirlo, así que cerró sus ojos. Los abrió cuando sintió como una mano tocaba su frente, quedando boquiabierto al ver de quién se trataba.

—Tienes fiebre Qiren.

—¿T-Tú? ¿Cómo entraste?

—No hables, cuando estés en condiciones dejaré que me grites, por ahora cierra la boca. Mierda, estás ardiendo.

—V-Vete.

—Tal vez te obedezca cuando estemos casados, te llevaré al hospital.

RuoHan jaló las cobijas abriendo los ojos con sorpresa al ver por completo el rostro de Qiren, ya no tenía esa barba que endurecía sus facciones, aunque tampoco sabía cómo debería reaccionar, ya que el hombre estaba solo en bóxer, lo contemplaba en silencio, sintiéndose estúpido por no poder dejar de verlo, lo que le hizo volver a la realidad fue recordar que el hombre en cuestión estaba enfermo, dejó el cuerpo al descubierto para que las cobijas no empeoraran la fiebre.

—¿Es que no tienes ropa deportiva?

—Piérdete.

—Vamos a ponerte la ropa, en el camino le hablaré a tus sobrinos para que pasen al hospital.

—No quiero que te vean conmigo.

—Seré tu sucio secreto por un tiempo, pero cuando llegue el momento no voy a dejar que se metan en nuestra relación.

—¿Cuál relación? nosotros no tenemos ninguna.

—Por cierto, tu rostro es más lindo sin esa barba.