20

1K 116 3
                                    

Todo empezó aquella noche en una de las tantas fiestas a las que asistía, sus amigos no habían ido con él así que no tenía que preocuparse por las apariencias.

No era tan inocente como ellos pensaban, odiaba fingirlo.

Todo pasó tan rápido que ni siquiera se dió tiempo de pensar, se terminó acostando con Chan. Luego de verlo desnudo en la cama de lamentó pues era el chico del cual tanto hablaba Han.

Después de ese día Bang lo volvió a buscar, al principio se negaba ya que la regla que se impuso a sí mismo no se lo permitía.

Pero como todos ya saben no le duró demasiado. Siguió encontrándose a escondidas con él, no sólo tenían sexo sino que hablaban de temas realmente sensibles, cosas que les dolía.

Luego de la declaración de Chris quiso dar paso atrás, no se sentía listo y mucho menos quería dañar a Jisung. Realmente se arrepentía, de tan solo saber que el castaño estaba totalmente enamorado de Lee...

Pasaron días, semanas en las que no hubo rastro del australiano. Quería hablar las cosas con tranquilidad, explicarle que realmente le gustaba.

Nada salió bien durante el tiempo que conversaron en esa casa, absolutamente nada. Al final terminó siendo rechazado, quizás reemplazado.

— Chan, de verdad me gustas ¿Puedes confiar en mí? — Repitió una vez más con la voz rota.

— Lo siento Felix, yo...

La puerta del baño se abrió dejando ver a un muchacho de cabellos claros. Sus miradas se cruzaron y él pudo entender lo que pasaba.

Han abrió los ojos asombrado por todo lo relatado por Felix

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Han abrió los ojos asombrado por todo lo relatado por Felix. Si bien estaba algo enojado por no haberle dicho sobre sus prácticas al anochecer, quería ayudarlo.

Su mente estaba activa así que las ideas de que el encuentro inesperado con el chico era puro malentendido no se hicieron esperar.

— No lo sé, Hanji — Murmuró el pecoso angustiado — Quizás estaba jugando conmigo.

Los ojitos del rubio amenazaban con lagrimear, no permitiría que lo vieran tan vulnerable en público.

— No, no, no — Repitió cariñoso — No creo que esa haya sido su intención, también lo ví deprimido hace dos semanas. Si bien tiene su mala fama, no creo que haya sido algún plan maligno o algo por el estilo.

Tenía razón pero su reciente baja autoestima no quiso hacer caso. Se sentía tan humillado al respecto.

El castaño antes de que su amigo entre en un bucle de preguntas de poco sentido, lo guío hasta un lugar alejado. No quería que rumores no muy creíbles se asomaran.

— Mira Felix, siendo sincero creo que todo ésto es algún tipo de malentendido — Comentó sacando algunos pañuelos para las lágrimas de Lee. — Ya me pasó con Minho, más que nada por no hablar seriamente desde un principio.

— ¡Pero es diferente! — Exclamó entre el llanto — Ustedes se conocen desde hace mucho y fueron idiotas. En cambio yo no conozco casi nada de Chan, exepto los rumores que lo rodean.

Han seguía con la misma idea, pues aquella vez en la que vió lagrimear a Bang lo dejó con ello.

— Deberían hablar de nuevo, con tranquilidad ¡Ya sabes! té y esas cosas de abuela — Habló con tono cómico, quería animarlo de alguna manera.

Después de una larga conversación y algunas risas, siguieron su camino por separado. El castaño tenía algunas cosas que hacer en la tarde.

Divisó a Minho a lo lejos con aquella muchacha que tanto le venía molestando, al parecer no era al único que le hacía la vida imposible. La cara de su amado le daba a entender lo incómodo que se sentía con la presencia pesada de ella.

— Dios mío, ya te dije que lo dejes de molestar ¡No te cansas de ser tan pesada! — Escuchó atento — Lo que pasó fué un error, algo que jamás tuve que haber hecho.

La chica rio sarcástica, era obvio que las intenciones con él no eran muy buenas que digamos. Se le acercó coqueta y la cara de Lee era todo un poema de odio.

— Bien que te gustó ¿No es así? — Preguntó seductora.

— Lamentablemente para tu información no es así, espero que algún día entre en tu cabeza.

El menor sonrió orgulloso por la forma tan confiada en la que respondió. Se notaba que había aprendido de sus errores, iba por buen camino.

A paso lento se fué acercando a ellos, obviamente con una mirada triunfante. No iba a dejar que los siguiera molestando ni mucho menos que siga creando malentendidos.

— Min — Llamó con aquel tono que sólo era capaz de utilizar con él — Ya terminé lo que tenía pendiente ¿Vamos?

Ya nada podría separarlos pues aprendieron algo muy importante en el tiempo que no estuvieron juntos. Escucharse y mantener la confianza era lo que los hacía cada día más unidos.

La rubia miró incrédula, pobre de ella al saber que jamás será una opción.

— No puede, está hablando muy contento conmigo ¿No es así? — Habló melosa.

— No — Respondió seco — Ya vámonos Hanji, tenemos muchas cosas pendientes.

Antes de escuchar otro comentario de la muchacha, tomaron sus manos y se alejaron muy tranquilos.

Obviamente las inseguridades seguían pero poco a poco iban superando cualquier obstáculo que te interponga entre su futuro noviazgo.

Lips || Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora