Guerra De Hermanastros

9- Primer día de clases, primer infierno

9- Primer día de clases, primer infierno

Narra Emily:

La peor forma que te pueden despertar es cuando estas en pleno sueño romántico con tu amor platónico y que venga un idiota y lo arruine. Me sacuden de pies a cabeza, gritan mi nombre varias veces seguidas. Despierto alterada sin saber lo que esta pasando, hasta que veo sus ojos verdes alarmados

-¡Vamos nena hace media hora que te estamos llamando!¡Apúrate!¡Nuestros padres nos esperan abajo!- exclama Connor desesperado saliendo de mi cuarto. Pongo mi mejor cara de asombro al recordar que hoy era lunes y que sería mi primer día de clases. ¡Dios que fin de semana tan agotador! Les contaré un poco lo que había sucedido ayer. Bueno por así decirlo luego de la pequeña broma de los Hudson, con Justin decidimos irnos a pasear para conocer la verdadera cuidad de San Jose, cosa que no pudimos hacerlo el sábado cuando se armó todo ese lió. Usamos el nuevo auto de mamá, no podíamos ir caminando ni siquiera teníamos bicicletas. Ella como la histérica que es llamó a los policías diciendo que sus hijos y su auto habían desaparecido por completo. Lo único que habíamos hecho fue ir a un restaurante, después al cine, tomar un helado y luego ir a la playa a nadar. Al llegar a la casa fue la mejor parte, no era muy tarde apenas pudieron ser las 20:30. Mamá salió hecha una fiera con una escoba hacía nosotros, nos castigo y el peor castigo de todos los castigos fue que no nos íbamos a ir a teñir en un mes. Si que fui estúpida al gastarme todo el dinero y apenas nos alcanzó para la gasolina, ni nos sobró para comprarnos una tintura por lo menos. Estamos jodidos.

De un salto salgo de mi cama dirigiéndome al armario en busca de ropa. Tomo unos jeans azules desgastados y las vans negras. No hay tiempo para bañarme y menos para peinarme. Bajo con rapidez hacia la cocina. En el camino me coloco una blusa amarilla pato, no importa si me veían en sostén. Justin como siempre intentando ponerse los vaqueros ajustados con una mano mientras que la otra agarra un pote de cereal con leche y se lo mete en la boca masticando con dificultad. No sabía que llevar para mi primer día de clases así que cojo una cartera y adentré un cuaderno junto con una cartuchera. Él intentaba ponerse las convers azules, por lo tanto, tenía pasta dental entre sus dientes. Yo por otro lado quiero hacer tostadas con mermelada de frutas pero como soy un total desastre la jalea esta levemente abierta y solo la agarro de la tapa haciendo que esta misma cayera al piso convirtiéndose en miles de pedacitos de vidrio con dulce esparcido. Da un estruendoso sonido que rodea toda la casa. Y no hablemos que al queridísimo Justin que  pego un grito agudo tirando la silla donde sostiene su pie. De pronto aparecen mamá y William con cara de pánico abriendo los ojos como platos. Lo raro de todo esto es que estaban en pijama y semidormidos. Mamá alzaba a Alma quien ladraba a nuestra dirección y William sostenía un bate de béisball apuntándonos

-¡Dios chicos casi me dan un infarto!- exclama aliviado William llevándose una mano al pecho- Pensé que eran ladrones. ¿Qué hacen cambiados a estas horas?- pregunta bocezando llevando una mano a su boca- T-tenemos que ir a la e-escuela- probablemente mi cara fue épica. Estaba sorprendida, enojada y a la vez cansada, ya que ayer por la noche no dormí para nada bien- A ver chicos ¿Quien demonios va a la escuela a las 4:00am de la madrugada?- su pregunta de ironía de mamá me dejo totalmente en shock. ¡Mierda me despertaron a propósito! Apreté mis puños con tanta rabia dejando los nudillos mas blancos de lo normal.

-¡No puede serlo!¡Los gemelos dijeron que ustedes nos esperaban a abajo! ¡Sino llegamos tarde!- exclama Justin enojado sacándose la remera- ¿Los gemelos? Pero si están dormidos- responde dudosa mamá soltando a Alma de sus brazos- ¡Eso es mentira!¡Ellos están despiertos!¡Vengan! ¡Vayamos arriba y se los demostraré!- subimos hacia la habitación de los par de ineptos. Abro la puerta, estoy a punto de gritar cuando veo que ambos están dormidos plácidamente en sus camas. Nos mintieron, mas bien nos jugaron una broma desagradable.