Guerra De Hermanastros

12- No tengo la culpa

Aveces llega a ser  muy complicado tener que afrontar las cosas desde otro punto de vista que no queremos. La perspectiva que adoptemos  nos hace cambiar de opinión acerca de las cosas o situaciones. Y  no puede ser mejor que yo misma de mi propia perspectiva de vida... Del vecindario a una mansión.  De un instituto publico a un privado. De una vida tranquila a una  repleta de problemas. De estar con mi familia a estar con desconocidos. De tener a mi hermano a tener hermanastros. Del cielo al infierno....

Estaría todo el tiempo nombrando las situaciones y cosas que me están pasando estos días. Es increíble como la vida te hace ver de distintas formas, ya sean personas y cosas. Yo encerrada con mis libros y mi rencor con mi padre que me olvide del mundo y de las sensaciones de afuera. Y ahora mismo, para mi desgracia, me toca enfrentar cara  a cara con la dura realidad. Tengo que admitir que Connor tiene razón de que este es el infierno,  y mis ganas de fugarme aumentan

Aquí estoy yo sentada y aburrida escuchando los mismos discursos de cada año de bienvenida a las vacaciones de julio. Todos vociferando con alegría  mientras el director da su enérgico discurso. Desde lejos se puede ver lo cansado que esta, con sus cabellos canosos y sus grandes ojos verdes agotados. 

Sin meditarlo, dirijo mirada hacia Connor , que ocupa el grupo de los populares, y me sorprendo al descubrirlo observándome. De todas las chicas de este inmenso estadio de discursos y reuniones, el solo me mira a mi como si escondiera algo. No aparto mi mirada , le sigo. El me sonríe burlón y me saca la lengua travieso. Diablos. Hasta siendo el mas ridículo payaso sigue viéndose atractivo. 

- ¡Hey Emily!¿Vendrás a la fiesta de James mañana?- pregunta Rebecca alegre agitando su cabellera negra.

- Claro. Seguro. ¿Quienes van?- 

- Todos los del instituto- la observo de reojo y me muerdo el labio. Es difícil decir que realmente jamas fui a una fiesta de preparatoria. Siento que soy una marginada social. Lo soy.

-Queridos Estudiantes de la secundaria Framingham High School damos la mas lujosa bienvenida a las vacaciones de verano.  Espero que la pasen muy a gusto con sus familias y amigos. Y solo quiero que todos ustedes que tengan los mejores recuerdos en estas semanas. Sin ninguna queja, por favor. ¡Feliz día de 4 de julio jóvenes!- grita lo ultimo dando un salto de felicidad con los puños en altos. Gritamos y saltamos felices que podamos descansar y disfrutar. Aun que no se que tanto tengo que descansar si ni siquiera hace una semana que estoy en este instituto. Baje de las gradas con los brazos enredados de mis alocadas amigas que desde lejos se puede ver lo ansiosas que están por mañana a la noche.

- No entiendo porque están tan ansiosas- replico burlona tomando mi mochila para irme a casa.

- ¡¿Acaso no lo ves Emily?!- pregunta irónica Kim mirando hacia al techo como si lo que acabo de decir es lo mas estúpido que escucho.

- Todas las fiestas de James son históricas. Alocadas- responde Becca sarcástica tomando toda su cabello para después convertirlo en un desordenado, pero adorable moño- Hoy mi querida amiga vamos a ir de compras- agrega la pelinegra cogiendo sus cosas y saliendo de aula.

-Tengo que preguntarle a mi mama y pedirle dinero-hablo un poco decepcionada pensando que por desgracia, mi castigo sigue en pie. Las chicas se miran entre si y sultán una carcajeada. Las miro confundida sin saber que traman.

-¡Linda no te preocupes! Lo pagamos nosotras de bienvenida a nuestro compinche de amigas- reímos efusivamente cuando dijeron "compinche".

- Esta bien. Pero por esta vez. La próxima lo pago yo- respondo acusándolas con el dedo indice. Ambas soltamos al unisono una contagiosa risa