01 | Un regreso después del divorcio.

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01 | Un regreso después del divorcio.

―Divorciémonos. ―Apenas puede decir desviando la mirada mientras sostiene el humeante café.

Enfrente esta sentado Kei, mirando fijamente a Shōyō con una expresión ilegible: ―¿Qué quieres decir?

Ni siquiera puede mirarlo a los ojos, no responde.

Se mantienen en silencio durante mucho tiempo y vuelve a decir: ―Estoy preguntando, ¿Qué quieres decir?

Shōyō respira hondo y pronuncia con dificultad: ―Ya no me gustas, divorciémonos.

―¿No te gusto? ―Dice agresivamente con su fría expresión― En tercer año cuando me obligaste a salir contigo, ¿Por qué no me dijiste?; En la universidad cuando me obligaste a acostarme contigo, ¿Por qué no me dijiste?; En la iglesia cuando me obligaste a casarme contigo, ¿Por qué no me dijiste?

Esas palabras le apuñalan en el corazón. Los métodos que utilizo para lograr estar con Kei aun le remuerden la consciencia, ahora que sabe muy bien que sin importar lo que hiciera nunca ganaría su corazón. Es inútil obligarle a quedarse a su lado. Al menos esta vez podía redimirse solo un poco.

Deja a un lado la taza de café para tomar el bolígrafo y dejar su firma en el papel, su trazo es algo desigual y tambaleante debido a sus manos temblorosas. Al terminar extiende el bolígrafo a Kei, que sigue sereno e inexpresivo, él igual firma en esa línea vacía. Los dos sacan su sello para finalmente hacerlo oficial, Shōyō tiene sentimientos encontrarlos porque dentro de su corazón tuvo una pequeña esperanza que los sentimientos de kei cambiaran, pero a la vez no quería que le siguiera odiando.

―Lo siento. ―Dice suavemente en un susurro.― Por todos estos años.

No escucha palabra del otro por unos segundo y alza la mirada para ver a Kei levantándose del asiento. Oficialmente su relación terminó, así que no tenia nada más que hacer allí, viendo la espalda ancha de su ex-esposo sus lágrimas amenazan en salir, lo que no esperaba es que Kei se diera la vuelta.

―¿Por que sigues ahí? Vamos a casa. ―Dice impaciente mirando a Shōyō.

Inconsciente se levanta y lo sigue, como siempre. Al darse cuenta se detiene.

―No hace falta, me quedaré con Kageyama.

―Como te iras cuando llueve afuera, solo deja que te lleve. ―Sujeta el paraguas para Shōyō, su otra brazo se desliza por los hombros del delgado y pequeño hombre, guiándolo hacia el automóvil.

El espacio de ese automóvil es tan estrecho ambos rozan el hombro del otro, Shōyō no puede evitar sentir el característico olor de Kei. El viaje estuvo lleno de silencio hasta que esperando el cruce del semáforo Kei rompe el silencio.

―¿Por qué?

―¿Qué?

―¿Por cuanto tiempo quieres el divorcio? Que es lo que te ha hecho enojar. Espera, ¿no es por qué el viernes no te lleve a cenar? Ya te dije que estaba haciendo horas extras en la oficina. Podemos ir a cenar otro día, salgamos juntos...

―¿Kei me amas? ―Interrumpe, mirando expectante.

De repente las orejas de Kei se ponen rojas pronto su expresión vuelve a cambiar a la de siempre, mirando de reojo a Shōyō.

―¿Es eso lo que querías escuchar?

―¿Me amas? ―Interrumpe nuevamente.

―Si tanto quieres escucharlo, entonces te amo. ―Aprieta los dedos en el volante.― Puedes dejar esa tontería del divorcio.

Shōyō aprieta sus labios viendo por la ventana como la lluvia incrementa, cada vez haciéndose peor. Siente como su pecho se contrae al darse cuenta que ese sería su último viaje juntos.

Llegan antes de lo esperado y el viento sopla violentamente, Kei baja con el paraguas, abre su puerta para que Shōyō salga. No es hasta que vuelve a ver ese paraguas que sostiene Kei que se da cuenta que es el mismo que le regaló hace tres años, para su sorpresa esta bien conservado, se pregunta porque lo conserva.

―Gracias.

Dice una última vez. Inesperadamente el viento manda lejos la hoja de divorcio que sostenía entre sus manos al otro lado de la calle. Shōyō sin pensarlo se dirige corriendo, el papel está húmedo, pero aún está visible las letras, mirándolo con detenimiento ve que la firma y sello de Kei no están, se levanta para preguntar y se asusta cuando al darse la vuelta Kei se arroja sobre él.

Sonó un ruido fuerte. No tuvo tiempo para sentir el dolor antes de perder el conocimiento.

[***]

El bullicio lo hizo sentir desconcertado, escuchaba a las personas hablar pese a no entender nada. Uso toda su fuerza para abrir los ojos y se encontraba descansando en la mesa. Era extraño estaba seguro de haber visto las luces de un automóvil.

Un intenso dolor en la cabeza le hizo darse cuanta de su situación, estando en un salón vacío, dándose cuanta que llevaba el mismo uniforme de la preparatoria, de hace diez años.

» 𝐌𝐈 𝑬𝑺𝑷𝑶𝑺𝑶 𝐍𝐔𝐍𝐂𝐀 𝑴𝑬 𝑨𝑴𝑶 ©;; TsukiHinaWhere stories live. Discover now