04 | Métodos para someter al e̶s̶p̶o̶s̶o̶.

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04 | Métodos para someter al e̶s̶p̶o̶s̶o̶.

Cuando se calmo pudo pensar con claridad los momentos qué pasó junto con kei en su último año de preparatoria. Todos los malos y buenos recuerdos llegaron de golpe, pero uno en especial lo altero lo suficiente como para caerse de la cama. Tenía claro que en ya no seguiría el camino del sufrimiento y el dolor que se concentraría en alcanzar el camino de la redención, sin embargo, un nuevo problema le hizo dudar.

El primer evento que inició su relación con Kei y definitivamente, la razón por la cual este lo odio a muerte. El método sucio que utilizo en el pasado, ahora era su oportunidad de redimirse.

En ese año Akiteru, el hermano de Kei, enfermo gravemente de la "enfermedad de los géneros", una enfermedad que solo afectaba a los alfas y omegas raramente. La enfermedad hacía que la mayoría perdiera mucha sangre así que, la vía más recomendable era la transfusión de sangre. Para la familia tsukishima lastimosamente ninguno era compatible con su tipo de sangre, por coincidencia Shōyō descubrió que era compatible con él. Pues al saber sobre su enfermedad corrió al hospital a hacerse las pruebas pensando qué tal vez así Kei tomaría algún tipo de consideración, logrando entrar en su corazón.

Kei al saber que los dos tenían el mismo tipo de sangre hablo con Shōyō, pero no espero que este a cambio de compartir su sangre tuvo una condición.

―«Sí quieres que ayude a tu hermano, sal conmigo. Sé mi novio».

Había ira dentro de Kei al no poder hacer nada, debido a que los donantes eran escasos y el tiempo de espera era mas de lo que estimaban. Sin poder ayudar a su hermano de otra manera, ni poder objetar mucho acepto a sus condiciones, algo que le hirió mucho en el orgullo.

Shōyō reconoció que fue algo tan bajo y se lamento mucho por ello. Pero ciego por amor no pudo ver todo el daño que causo a su alrededor. Contrario al pasado, estaba decidido en cambiar haciendo buenas acciones. Solo tendría que esperar la oportunidad perfecta y el momento perfecto.

Algo somnoliento bajo al oler una deliciosa comida proveniente de la cocina, ahí estaba su mamá preparando su almuerzo. Shōyō la abrazo al estar distraída, sin duda siempre sería reconfortante era tal como lo recordó. Dio un vistazo a las cajas de almuerzo, se extraño al ver una caja de más.

―¿Esa caja de ahí?

―Oh, pequeño niño. ¿No has insistido siempre en llevar una caja de almuerzo a la persona que te gusta? ―Recordó con claridad que en el pasado fue así, llorando para llevar una caja de almuerzo a Kei, siempre negándose a aceptarla y al final terminar comiéndosela el mismo con tal de no hacer enojar a su madre.

―Es verdad. Ja, ja, ja. ―rio un poco incómodo sin saber como empezar.― Desde ahora no te tienes que preocupar por eso.

―¿Que ha pasado? ―El tono preocupado de su madre hizo que su corazón de encogiera.

―Nada. Me di cuanta que tengo que enfocarme en mis estudios.

Su madre solo rio en respuesta. Desde anoche su hijo se comportaba un poco extraño, pero decidió no darle mucha importancia, supuso que era una etapa de la adolescencia.

De camino a la escuela pensó en lo que haría con la caja de almuerzo, luego escucho la horrible voz extremadamente conocida.

―Sabia que no durarías mucho. ¿Esa caja es para Tsukishima?

Es tan ruidoso que los compañeros que pasaban escuchaban claramente. Justo Kei paso chocando apenas con los chicos, él se veía enfadado, pero antes que se fuera con la idea equivocada, Shōyō alzó la voz.

―¿De qué hablas? ¡Mi mamá lo hizo especialmente para ti! ―Empujó la caja en su pecho con fuerza. La vergüenza se apodero de él, nunca pensó en decirle algo así a Kageyama.

Giro a la dirección del rubio se detuvo por unos segundo y siguió caminando. Por sorpresa se encontró con la mirada de Yamaguchi quien solo le dio una sonrisa algo avergonzado.

―Amigo, si sigues haciendo estas cosas pensaré que en verdad te gusto.

De verdad quería golpearlo, pero no podía levantar sospechas, volvió a levantar la voz para molestarlo.

―¿Tiene algo de malo si es así?

Kageyama acerco el cuerpo de Shōyō sujetándolo por la cintura. El azabache tenia una expresión desvergonzada haciendo enojar al bajito, estaban a unos centímetros donde escuchaban la respiración del contrario. El bajito le piso el pie con disimulo.

Kei y Yamaguchi fueron testigos de la escena que provocaron eso idiotas. Por una extraña razón Kei se sintió enojado cuando vio a los dos chicos tan cercanos.

―¿Sigues enojado? ―Pregunto en un tono suave esperando no ser golpeado.

―Cómelo. ―ni se molesto en verlo, sabiendo que seguiría fastidiándolo.

―Solo si me das de comer. ―cerro los ojos en frustración, cuando los volvió abrir Kageyama lo esperaba con la boca esperando recibir su comida. Lo pensó una y otra vez: "idiota". Tomo la cuchara dándole un gran bocado sin cuidado, escucho un quejido de kageyama y sonrió satisfecho.

No tenía ganas de lidiar con el, se levanto de su asiento saliendo del aula. Se dirigió a los baños pensando en refrescarse un poco. Cerca de la puerta del baño escucho las voces de quienes ya conocía.

―Voy a ver a mi hermano al hospital. Ha estado enfermo recientemente, dicen que necesita una transfusión de sangre.

―Te acompañaré. ―tomo del brazo a kei. En el rostro de Yamaguchi se veía una genuina preocupación.

No quería estar en medio, retrocedió para macharse, pero pero un chico que estaba corriendo lo empujó hacia donde estaban ellos. El chico no se disculpo y entro rápidamente a un cubículo.

El ambiente estaba tenso e incómodo, ya no podía huir. Quien tomo la iniciativa de aligerar el ambiente fue el propio Yamaguchi.

―Hinata-san, ¿le has preparado el almuerzo a kageyama? ―asintió.

No entendía porque Yamaguchi siempre fue así, en el pasado no lo sabía, que ambos eran amantes, pero a pesar que él le quito a su amante e incluso lo obligo a casarse Yamaguchi nunca lo odio. De hecho, fue al contrario. Siempre fue amable y sonría, jamás le vio enfadado o siquiera reclamo cuando paso.

―En realidad, es vergonzoso.

―Ya veo. ¿Así que te gusta mucho? ―Dio la vuelta como búho para protestar, retractándose de inmediato. Pensó que era mejor que pensarán que le gusta Kageyama a que le siguiera gustando Kei.

―Hmm. Si.

[***]

Las clases transcurrieron sin problemas. Finalizando cuando el sol estaba por ocultarse. Pocas personas estaban en el aula, cuando se levanto de su siesta no vio a Kageyama por ningún lado tan solo vio a Kei que estaba alistándose para macharse.

Era su oportunidad. Se levantó torpemente camino hasta el tomando su mano.

―Yo... ―no sabía como decirle sin sonar sospechoso, pero decidió ser franco.― Escuché que tu hermano enfermo, nosotros podríamos ser compatible. Puedo intentarlo.



»Pregunta del autor:
En realidad piensas que, ¿Kei amo a Shōyō en su vida pasada?

» 𝐌𝐈 𝑬𝑺𝑷𝑶𝑺𝑶 𝐍𝐔𝐍𝐂𝐀 𝑴𝑬 𝑨𝑴𝑶 ©;; TsukiHinaWhere stories live. Discover now