» 𝐌𝐈 𝑬𝑺𝑷𝑶𝑺𝑶 𝐍𝐔𝐍𝐂𝐀 𝑴𝑬 𝑨𝑴𝑶 ©;; TsukiHina

03 | Una carta de renuncia al ex-marido.

03 | Una carta de renuncia al ex-marido.

El receso llego por fin. Estando a punto de salir del salón de clases, kageyama lo detiene.

―Lo de esta mañana, era una broma, ¿no?

Ambos se miraron por unos segundos antes de que Shōyō respondiera, y dijo en voz baja: ―No es broma.

Kageyama se quedó atónito por su palabras. Habían sido amigos durante muchos años, Shōyō siempre era muy impulsivo, pero podía notar la diferencia. Esta vez, sintió que Hinata hablaba en serio.

Echo su cabeza para atrás riendo: ―Hinata Shōyō, el chico que persiguió a Tsukishima por dos años y escribió tantas cartas sobre su apasionado amor, ¿Estás entregando su carta de renuncia?

Shōyō viro los ojos en hartazgo. Procedió a decir: ―He acabado con este amor no correspondido. Me di cuenta que malgaste mi tiempo.

El azabache asintió un par de veces lentamente: ―Pero sabes, siento que tienes una pequeña oportunidad. Hoy te trato diferente.

―¿Cuál es la diferencia?

―Esta vez, al verte no te ignoro e incluso te hablo.

Antes habría estallado en felicidad y tal vez pensaría que tendría una pequeña esperanza. No, esta vez no perdería el tiempo rogando por un amor que no obtendría, estudiará mucho y será una nueva persona.

―Idiota.

No pensó mucho lo que Kageyama dijo, tan solo se relajo sobre el escritorio acomodo su cabeza y cerro por un corto momento los ojos. En realidad, quería descansar un poco de todo por lo qué pasó hasta llegar a esa momento, preguntándose si todo podría ser un sueño.

El viento soplo volando los pétalos de las flores entrando en el aula y cayendo en el escritorio, donde Shōyō dormía. Él no noto al chico alto que estaba de pie a unos pocos metros de su mesa, sin saber porque kei se acerco al pelirrojo, parado a unos centímetros se percató de las lágrimas que caían. Hipnotizado poso su mano para limpiarlas y retrocedió al escuchar del dormido: ―Solo quería que me amarás.

Las horas pasaron en un santiamén. El clima empeoró de alguna manera, y parecía que no pararía pronto. Los despistados que olvidaron revisar el clima y llevar un paraguas se paran abajo del toldo, los dos chicos se detienen al ver un grupo de chicos reunidos, chicos y chicas se sentían atraídos por Kei, lo admiraban desde lo lejos. No se atrevían a perturbar el espacio de este, dado que su personalidad fría e inalcanzable alejaba a las personas.

Shōyō vio el aspecto con más atención. Contempla su rostro por donde escurría agua, al ver esto no pudo contenerse yendo inconsciente a su dirección, levanto lentamente su mano queriendo protegerlo. Hasta que, una persona choco haciendo que Shōyō se detuviera.

―¿Estás bien?

Asintió a Kageyama. Miro una vez más de reojo a Kei.

El camino a casa era el mismo que recordaba hace diez años, suspiro al darse cuanta de todo lo que sucedió en menos de un día. Todavía no aceptaba su ahora realidad, que era solo un chico de dieciocho años.

Se detuvo frente a la puerta de su casa, no estaba listo para afrontar lo que estaba al otro lado.

―Shōyō.

Dio la vuelta y los ojos se le nublaron. No podía creer lo que estaba frente a él.

―¿Mamá..?

Corrió rápidamente para abrazarla. Ella estaba ahí, viva.

Comprendió que era real. Sí, él había vuelto diez años.

―¡Te extrañe tanto!

―¿De qué hablas? No sabía que mi hijo podría extrañarme solo cuando se fue a la escuela.

El agarre fue más fuerte. Su madre sintió que la abrazaba como si no la hubiera visto en tanto tiempo, y es que, la madre de Shōyō murió en un accidente automovilístico un año después que comenzó a salir con Kei. Shōyō sabía que le dieron una oportunidad que no cualquiera tendría y, esta vez, definitivamente cambiaría las cosas aunque eso significaba renunciar completamente a Kei.

Shōyō lloro mucho después de ese reencuentro e incluso no paro cuando su hermanita y padre se burlaran de él. No estaría enojado, era una bendición estar con su familia, todos junto. Principalmente, dado que, al haberse casado con Kei rara vez se encontró con ellos, su relación se fracturo en el momento de la muerte de la alfa.

[***]

Cuando se calmo pudo pensar con claridad los momentos qué pasó junto con kei en su último año de preparatoria. Todos los malos y buenos recuerdos llegaron de golpe, pero uno en especial lo altero lo suficiente como para caerse de la cama. Tenía claro que en ya no seguiría el camino del sufrimiento y el dolor que se concentraría en alcanzar el camino de la redención, sin embargo, un nuevo problema le hizo dudar.

El primer evento que inició su relación con Kei y definitivamente, la razón por la cual este lo odio a muerte. El método sucio que utilizo en el pasado, ahora era su oportunidad de redimirse.

»Pregunta del autor:
¿Cuál crees que fueron los métodos sucios de Shōyō para obligar a Kei?