DISTRACTION |+18|

CAP. 11

Jungkook me estaba cargando cómo si fueramos un lindo matrimonio, y me llevó hacia el cuarto dónde me quedé la vez pasada. Entramos y me acostó sobre la cama. Detrás de nosotros venía Dahyun disfrutando de cada momento.

—Me siento muy mal — me giré acomodandome cómo si fuera mi propia cama.

—Dahyun ve por agua — le indicó Jungkook y ella salió de ahí — Jisoo — me llamó moviendo mi hombro y yo respondí con un pequeño gemido, quejándome.

Sentí sus manos sobre mi haciendo que quedara boca arriba, y me quitó los zapatos, después me quitó mi abrigo y volvió a acomodarme.

—Perdón — dije con los ojos ya casi cerrados.

—El alcohol no es muy compatible contigo — se sentó a mi lado.

—Lo sé, fue mi primera vez y yo creo que la última — soltó una pequeña risa.

—Lo bueno que llegaste aquí y no a otro lado — pauso un momento y continuó — ¿cómo llegaste hasta acá?

—Un amigo me trajo.

—Pero ¿por qué te trajo aquí?

—No sé, me confundí.

—¿No sabes la dirección de tu casa?

—Jungkook ¿me vas a regañar ahora? — lo miré seria, no estaba en condiciones de querer hablar con alguien.

—Bueno, mejor deberías descansar — se levantó.

—¡No! — me levanté quedando sentada y abrí los ojos muy grandes.

—¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? — se acercó a mi a tocar mi frente.

—Mi hermana, Jiyeon me va a matar — intenté levantarme pero casi caigo, Jungkook me detuvo poniendo sus manos en mi cintura y regresó a sentarme en la cama.

—Yo hablo con ella, tranquila, es buena amiga mía, le inventaré algo — dijo sin importancia.

—Eres mi salvación, gracias — lo miré y en mis ojos comenzaban a asomarse las lágrimas.

—¿Qué tienes? — se acercó a mi quedando arrodillado y me miró atentamente.

—Nunca nadie se había preocupado tanto por mi — me solté a llorar y Jungkook me abrazó inmediatamente.

—Creo que estás muy ebria y tienes las emociones muy disparadas.

Sorbe mi nariz y después nos separamos — Perdón por eso — señale el vómito que traía encima por mi culpa.

—No te preocupes, una buena lavada y está listo — señaló y me sonrió.

—¿No estás molesto?

—No, a cualquiera puede pasarle, no creo que lo hayas hecho a propósito ¿o si? — levantó una ceja y yo negué rápidamente en repetidas ocasiones.

—Quítatelo, lo lavaré ahora — pusé mis manos en los costados de su chaqueta intentando quitarsela.

—¿Enserio quieres lavar ahorita?

—Sí, me va a dar más pena si sólo me duermo y te dejo así.

Seguía tratando de quitarsela pero mis movimientos eran inútiles apenas y podía estar sentada.

—Jisoo, déjalo así, mañana lo lavaré yo mismo — me agarró de las manos apartandome.

—¿Qué hice mal?

—¿De qué?

—¿Te incomodé?

—No, no, para nada, sólo... — lo interrumpí.