Capítulo 34

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Capítulo dedicado a Walesska_Romero15

(Con este capítulo, Wattpad no me deja hacer la dedicatoria como normalmente he hecho :| )

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Alphonse me llamó a su oficina hace casi una hora, recordándome que mi cargo abarca muchas cosas, que lo aproveche al máximo, y que realmente aún no debería preparar nada yo sola, pero por saturación de los chefs, se ha visto obligado a ordenarme cocinar.

También me dijo que quería que estuviese con él al momento en que un camión llegara con mercancía de un pedido de vegetales y especias que hizo hace poco. Me mostró lo que hace falta al momento de llevar correctamente el inventario de un restaurant y por qué nuestros platillos tienen un precio específico... y es mucho más trabajo del que pensaba, considerando un montón de cosas para cada plato servido.

—¿Es mucha molestia si le pido que me haga llegar esa información a mi correo electrónico? —Me acomodo mejor en la silla, estando frente a frente separados por su escritorio, mi cabeza reclama por toda la información recibida y que me presiono en retener—. He entendido todo lo que me ha explicado, pero quisiera tener el material en mis manos, y unos ejemplos, para así memorizármelo más fácil.

—Me gusta tu empeño, Amber. —Se inclina hacia adelante, apoyando los brazos en su escritorio y suspira, mirándome. De repente me siento extraña, él no suele mostrar su lado humano—. Lamento haberte subestimado aquella vez, no sientas como algo degradante el cargo que te di. Puede que sea uno de los inferiores, pero es un buen cargo a pesar de todo, te lo digo por experiencia.

»Aprenderás mucho, además de todo lo que has aprendido. Te darás cuenta de la importancia que tiene cada persona dentro de la cocina, no importa si es el que se encarga de dar gritos como un amargado, o el que se encarga de limpiar cada desastre, todos son importantes.

—Eso ya lo he notado. Además, Bruno me ha tenido como su ayudante en varias ocasiones.

Alguien toca la puerta ligeramente, interrumpiéndonos, y a los pocos segundos, luego que Alphonse diera la autorización de entrar, un Renaud no muy sano se asoma.

—Disculpe que lo interrumpa, chef, pero le vengo a pedir permiso para retirarme... realmente no me siento nada bien.

Alphonse me mira, no hace falta que diga nada para entender que el cargo de Renaud será mío por lo que queda de jornada.

Una hora después, luego que Renaud se ha ido a casa, llega el camión con los pedidos. Por un momento me siento en la película de Ratatouille cuando Colette le muestra a Linguini que, y cito: «el mejor restaurante, elige».

Una pequeña risa se me escapa ante el pensamiento, pero luego me obligo a tomarme la situación con seriedad cuando Alphonse me mira como preguntando qué es tan gracioso.

Una vez más, la señora Dorianne ha dado la talla calidad de restaurante con las especias que ofrece.

El resto de la tarde transcurre relativamente tranquilo, algo anormal, a decir verdad, pero no me quejo. No tengo la velocidad de Renaud para lavar platos, él lleva mucho tiempo haciéndolo, y se mueve y manipula los platos como si fuese su cargo desde que nació.

Por mi parte, varias veces he logrado tener buenos reflejos para atajar un plato que iba en dirección al piso y una taza de sopa que casi tuvo el mismo destino, ambas cosas se me resbalaron intentando ponerlas a secar a la velocidad que lo hace mi compañero.

Llega un cargamento de vasos por lavar, y me apresuro a ello con la intención de mantener mi área lo más despejada posible para cuando llegue la hora pico de la cena.

De París, con amor [✓]Where stories live. Discover now