Pequeño ángel [KatsuDeku] (Finalizada)

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— ¿Uraraka Ochako, acepta usted a Todoroki Shoto como su legítimo esposo para amarlo y respetarlo en la riqueza y la pobreza, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe? —

— Acepto — Dijo feliz.

— ¿Y usted, Todoroki Shoto ace-? —

— Acepto — Dijo antes de tiempo ocasionando un par de risas entre los presentes.

— Shoto, deja que terminé de hablar — Susurró Uraraka entre avergonzada, divertida y enternecida. El bicolor asintió con un muy pequeño rubor en las mejillas.

— Ajem, como decía ¿Acepta usted a Uraraka Ochako como su legítima esposa para armarla y respetarla en la riqueza y la pobreza, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe? —

— Acepto —

— Bien, ahora yo los declaro marido y mujer, puede besar a-

Uraraka no espero más y tomó de la corbata a Todoroki besándolo.

— Al novio — Murmuró el otro cansado y dejando el altar con la pareja recién casada ahí.

Al lado del altar entre la fila de los amigos del novio estaba Izuku derramando un par de lágrimas sonriente. Feliz por sus amigos.

Y en las sillas donde se encontraban los invitados se hallaban dos cenizos aburridos pero fingiendo interés por el pecoso que ahora hablaba con los novios.

— Me alegro mucho por ustedes, en serio, aunque aún me siento ofendido de que fuera el último a quien invitaran — Dijo en un puchero.

— No queríamos escribirlo en texto, eres nuestro mejor amigo, y vives lejos — Dijo Uraraka — Francia y Japón no están tan lejos pero estábamos muy ocupados —

— Si — Replicó Todoroki — Desde que terminaste la universidad en Francia y te devolviste a Japón no nos pudimos ver nuevamente en persona, fue difícil encontrar tu localización —

— Uhmmm, bueno, bueno, este, me tengo que ir un rato, dejaré a Yuu en el hotel, una boda no es lugar para un niño, además está muy aburrido aquí —

— Cierto, pobre, bueno ve, ¿Si sabes la dirección de la recepción? — Preguntó Uraraka.

— Si, no se preocupen, nuevamente felicidades, hasta pronto — Izuku se despidió agitando su mano y caminó hacia sus rubios exasperados por el aburrimiento.

En cuanto lo vieron caminar hacia ellos como dos perros viendo llegar a su dueño se recompusieron y sonrieron.

Izuku se rió internamente por eso.

— Yuu, quieres volver al hotel, de aquí va a haber una fiesta de adultos, no puedes estar ahí —

— ¡Si! — No solo Yuu sino que también Katsuki respondió.