Katsuki es un padre soltero con una niñera muy irresponsable. Yuu, su hijo, es muy tranquilo y nunca le dice a su papá sobre loa descuidos de su niñera. Izuku es un chico que vive en el piso de arriba.
- ¿Cuánto era 5+4? - El niño al parecer tenía p...
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Yuu se hallaba caminando con una peliverde que acariciaba su panza.
— ¿Porqué acaricias tu panza? No es como si el bebé fuera a sentir tu mano — Le preguntó.
— Obviamente que lo siente, yo también puedo sentirlo, ¿Quieres intentar? — Dijo tomando su mano y colocándola en su panza.
Yuu tragó saliva y acarició la barriga por encima de la tela.
Sintió un par de pataditas y se emocionó mucho, aunque trató de disimular.
— ¿Es niño o niña? — Preguntó.
— No sé, lo averiguaremos cuando nazca — Murmuró calmada.
— ¿Cómo le pondrán nombre entonces? —
— Tendremos que pensar en un par par ambos, ¿Me ayudas? —
— Claro, Tsu —
Ambos ojinegros sonrieron en conjunto y siguieron caminando por aquel parque en el que se encontraban, Tsuyu de repente vió un puesto de helados y fue hacia este.
Pidió uno de menta para Yuu, sabía que este era su favorito. Y para ella misma uno de fresa.
Le extendió el helado al niño que lo tomó diciendo un suave gracias.
Luego camino otro poco más hasta llegar a las afueras del parque donde estaba un vendedor vendiendo diferentes golosinas y dulces.
Compro ositos de goma, chocolate y galletas. Los puso junto a su helado y comenzó a comer a gusto.
— ¿No se te hace empalagoso? — Murmuró sacando la lengua.
— Nop, las embarazadas tenemos distintos antojos a cada rato, cuando estaba embarazada de ti comía también dulces por montón — Tsuyu sonrió y acarició sus cabellos — Por cierto la próxima semana es tu cumpleaños 12 ¿Cierto? —
— Si, haremos una fiesta en casa, invité a todos mis amigos, tíos, primos y demás, oh, tú y Tokoyami-san también están invitados —
— Gracias, ahí estaremos —
Ambos siguieron caminando tranquilamente mientras charlaban, su relación era bastante buena y si bien no formaron ni llegarían a formar ningún tipo de lazo madre-hijo, se llevaban bastante bien, a Yuu le agradaba la serenidad que tenía Tsuyu.
— Ups, ya se nos hizo tarde, vayamos a tu casa — Tsuyu avisó.
Caminaron un par de cuadras hasta llegar a la casa del cenizo. Por suerte no vivían tan lejos el uno del otro y se podían reunir en el parque cercano.
— Ya llegué — Yuu azotó la puerta entrando.
De la cocina se asomó una mata de cabellos verdes.
— Bienvenido Yuu, ¿Qué tal te fue? — Preguntó comiendo el pastelillo en su mano.
— Todo bien, ¿Estás comiendo los pastelillos de Sato's coffee? —