8. Solo quiero salvar tu vida ✔

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R E E C E.

Desafiar a mi padre me había costado, nunca había sido un hombre rebelde o capaz de faltarle al respeto a una persona mayor que significaba tanto para mí. Marco nuevamente al número de mi prima con una decisión tomada.

Primer timbre...

Segundo timbre....

Contesta...

—Ree ¿lo has pensado mejor?—pregunta.

Allá voy—sonrío.

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A M E L I E
Con el paso del tiempo me había dado cuenta de que tal vez Gema no era el lobo disfrazado de oveja ,era un lobo que si ocultaba su verdadera esencia,pero no por mal. No por hacer daño ,sino por fingir ser una montaña de rocas ,siendo en verdad una montaña de un papel muy frágil.

Seis meses viviendo a su lado. Te sorprenderás porque llegó diciendo que "Sólo será una noche". Sin embargo al otro día consiguió un trabajo ,luego me ayudó a conseguirlo en el mismo lugar. Ambas llevábamos lo que eran los gastos de la casa.

Aún no había superado el cargo de conciencia,ese siempre estuvo ahí. Trabajaba en una librería , dónde pasaba ratos y ratos leyendo. Entre mis dedos las cosas seguían tiritando, hasta las pilas libros habían caían de ellas.

No me sentía lo suficientemente preparada para contarle a mi compañera de piso lo que había sucedido. Ya que trato de mencionar lo menos posible el tema.

Genevieve se aparece con una sonrisa en sus labios. Al instante me cruzo de brazos interrogativa.

—¿Qué?—me pregunta al ver mi rostro.

—Nada ,es solo que te veo de un raro buen humor.—explico.

—Tengo mis razones y no quieras saberlas.

—No me interesa tu vida ,Gema—ruedo los ojos.

—Mejor así.

—Pero que no se te olvide que apesar de compartir gastos ,la habitación es mía.

Tal vez no debía ser tan cruda y directa con Genevieve. Pero era primordial para mi que no tomara más confianza de la necesaria, mantenerla al margen era lo más sabio que podía hacer si quería resguardar mi secreto en un lugar seguro.

—Lo sé ,estoy consciente de quién es la dueña de la habitación—habla seca.

Yo asiento con la cabeza antes de darme la vuelta.

—Mañana...es mi cumpleaños—dice con cierta emoción.

—¿No estás grande como para que te emocione cumplir años?.

—Siempre lo celebro.

—Bueno ,lo celebras fuera de la habitación. No quiero escándalo ,ni personas aquí—sentencio.

—Eres tan insensible.—me mira con cierto odio.

No ,no lo soy Gema. Solo quiero que no adquieras más confianza de la que te corresponde...

—Si ,lo soy—me encojo de hombros.

—Pero no te preocupes ,que ya me iré de tu apartamento.—articula antes de girar sobre sus talones y dirigirse hacia la puerta.

Me quedo en el silencio de la vacía habitación mientras miro a mi alrededor con cansancio. Paso mis manos por mi pantalón sin ninguna razón aparente mientras que decido salir a dar un corto recorrido por un lugar no muy visible para los habitantes de aquí.

¿El mismo parque de siempre sería una buena opción?.

Era un lugar tranquilo, oscuro y desolado casi podría decir que yacía en penumbras. Abrocho el abrigo verde oscuro que llegaba hasta mis pantorrillas quedando completamente cubierta por él. Llegó hasta la recepción dónde está la misma recepcionista que de costumbre con su cara larga.

No era un secreto que los ánimos de trabajar, el sueldo y la calidad del lugar eran inferiores a lo debido. Tampoco me encontraba en tan pésimas condiciones económicas,es sólo que era lo bastante oculto para cubrir mi crimen.

Sé que hay una pregunta rondando tu cabeza ¿Por qué maté a la chica?.

Supongo que no es el momento más indicado. Solo te narraré cuando llegue el día en el que merezcas saber. No me conoces aún, para ti ni siquiera significo algo así que mantén tu distancia.

Veo un auto rojo estacionado en la calle de enfrente ,es bastante raro ya que casi nunca hay vehículos en las cercanías de este lugar. Me acerco un poco curiosa al darme cuenta de que estaba vacío, los cristales polarizados no me dejaban ver más allá. Tampoco debía estar metida en la vida ajena ¿Verdad?. Pero cuando tienes que huir lo mejor es estar a la defensiva con cada elemento que te encuentres.

Ignorando el coche misterioso me siento en la primera banca que veo de espaldas a este.

Por las bases que quedaban en el piso incrustadas suponía que algún día ahí hubo una fuente o algún adorno lujoso. Se localizaba en el mismísimo centro del lugar por lo cuál no pude evitar juntar cables al ver algunos bancos rotos y derribados cubiertas por moho en su mayoría.

Este lugar algún día estuvo en todo su esplendor. Este hotel no siempre fue este de baja calidad y poco frecuentado que es ahora.

¿Que sería entonces?.

Un ligero escalofrío recorrió mi cuerpo, como si alguien me quisiera dar una señal de los caminos prohibidos que tomaba mi mente al querer introducirse en un tema así. Los pasillos del lugar tenían cuadros tapados por una manta , cuadros que para los pocos huéspedes eran prohibidos mirar.

¿Suena ridículo?. Aquí está hasta prohibido mirar algo que está tan visible.

Por inercia mis pies llegan hasta aquella base de cemento blanco ya sucia por los años. Había una placa ,lo sabía.

La masacre de 1920...

Era lo único que se podía leer ,ya que el resto se encontraba cubierto por ramas y un maloliente fango verdoso.

¿No cree que está siendo demasiado curiosa con un asunto que es parte de un pasado?.—pregunta una voz profunda a mis espaldas.

Me doy la vuelta sobre mis talones encontrando la lúgubre imagen de un hombre de estatura promedio, barba bien recortada , cabello oscuro unos brillantes ojos amarillos y una vestimenta formal.

—Aveces es bueno recordar el pasado ,pero no pasarse de los límites—habla demandante esta voz ruda una vez más.

—Tal parece que a usted le afecta mucho el tema. La curiosidad es gratis ,el hotel es mucho de que hablar y yo solo estoy observando.—me defiendo como puedo. Ocultando el ligero miedo que me causaba esa mirada.

Sus ojos se podían casi relacionar con los de un gato, pero uno uno tierno y amistoso, sino todo lo contrario.También se asimilaban a los de un ser inexistente de esas películas de ficción. Aunque se notaba a leguas que era un humano, solo que algo raro ,con apariencia descomunal, de aura atrayente y dominante.

—El que busca dónde quiere , encuentra lo que no debe. Déjame advertirte como un amigo.

—¿Quién rayos es usted?¿Y qué diablos quiere conmigo?.—lo enfrento.—¿Cómo puede decir la palabra amigo a cuando nunca en mi vida le había visto?.

Él da unos pasos firmes y veloces hasta quedar a escasos pero a su vez significativos centímetros de mi.

Solo quiero salvar tu vida. Todo aquel que quiere indagar sobre este lugar acaba ya sabes como ¿o debo decirte?.

Tú eres la culpable ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora