Capítulo 34

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Michel ubicó muy fácilmente las figuras de Betty y Catalina, estaban en un espacio aparte y libre donde nadie más le estorbaba para notarlas. Sonrió emocionado y caminó con decisión y nervios hacía ellas, abrazó con fuerza a Betty y su perfume le llenó el pecho de mil cosquilleos.

—Michel, pero que sorpresa—Musitó Betty contra el pecho de Michel, pues él al ser tan alto no podía llegarle hasta el hombro.

—Se lo dije, Betty—Dijo Catalina, muy contenta por la bella escena que estaba presenciando.

—Pues yo tenía muy claro que venía para verla, es que ese es mi único motivo—Se separaron entre una risa nerviosa de Betty, Michel le dio un suave beso en la mejilla y después paso a saludar a Catalina de la misma manera.

—¿Qué tal estuvo tu viaje? Por un momento pensé que te lo iban a cancelar por el clima tan problemático de acá de Bogotá.

—Cancelaron todos los vuelos después del mío, mi avión casi que no sale del aeropuerto, pero lo logre—Tomó su maleta de nuevo y mantuvo su sonrisa para ambas mujeres—¿Pero ustedes cómo están? ¿Quieren que pasemos a comer algo? Porque sinceramente yo me muero de hambre.

Betty que acababa de desayunar, sintió que su estómago se revolvía solo de pensar en más comida.

—La verdad es que yo tuve que comer hace un rato porque si no, no podía tomar mi medicina, pero con mucho gusto los acompaño.

—En ese caso, podemos ir a Volterra—Betty asintió a las palabras de Catalina, ella no conocía el sitio, pero sabía que era un lugar de alcurnia como el Le Noir.

—Por mi perfecto, así podemos ir mostrándole algunos sitios de la ciudad—Michel sonrió aún más ante la efusividad y alegría de Betty.

—Yo las sigo—Les dio el paso y Catalina caminó delante mientras Betty comenzó a caminar a lado de Michel—Hoy se mira divina, Betty, parece que se embellece un poco más a cada día y apuesto a que ese bebé que lleva, estará encantado en cuanto salga y mire que tiene una mamá tan hermosa.

—Ay Michel—Betty soltó una risa nerviosa mientras sentía como su cara se tornaba roja—Usted tan chistoso como siempre.

—No es ningún chiste, hablo muy enserio—Michel sonrió con sinceridad y Betty negó con la cabeza a la par que mantenía su risa nerviosa— Pero no la pondré en más aprietos con mis comentarios y mejor le preguntare algo que quizá le guste más; como, por ejemplo, ¿ya sabe que será su bebé?

—Por supuesto—Dijo contenta—Va a ser una niña.

—¿Una niña? Pero que hermoso, Betty—Michel se detuvo un momento y le dio un abrazo corto, pero lleno de euforia— Seguramente debe estar muy contenta—Agregó él, continuando con su caminata.

—La verdad es que yo nunca me fije mucho en eso, yo seré muy feliz mientras nazca sana y bueno, ahora que lo sé, solo rezo cada noche porque no se me parezca demasiado.

—¿Pero que cosas dice? Sí sería magnifico, algo supremamente adorable de ver.

—Ay Michel, sin lugar a duda usted ve cosas raras.

—Para nada, Betty, solo la verdad de lo que es usted; pero, le dije que no la abrumaría con mis comentarios, yo estoy aquí para pasarla bien y aceptar su oferta de mostrarme los sitios de su ciudad.

INESPERADO (Betty y Armando)(YSBLF)Where stories live. Discover now