{Mi Amado Destino}

Cap. 9_ El Hechizo Tabú

____Izuku Midoriya____

Ha pasado día y medio desde lo ocurrido en el campamento de los cazadores, cuándo ése ser de sombra apareció frente a nosotros y se deshizo de los dos Betas de la peor forma posible, como si de simple basura se tratase.
Los cuatro nos quedamos helados al ver como ése humo negro los fundía en segundos. Fue un final muy cruel para cualquier ser vivo.

Decidimos ponernos en marcha cuanto antes, hacia las cuevas de la Montaña Dentada, al Nort-Este.
Estuvimos andando hasta la noche, cuándo solamente Katsuki y Kirishima podían ver lo que tenían en frente.

Denki seguía molesto con su Alfa por dejarle en el hostal de su Clan, así que no perdía oportunidad para hacérselo saber, a su manera. Yo intentaba con todas mis fuerzas no reírme, pues no sería correcto. Por su parte, Kirishima intentaba disculparse y excusarse con él, pero Denki se tapaba los oídos como un cachorro haciendo berrinche y se ponía a tararear alguna canción para no escucharlo.
En cambio, Katsuki estuvo completamente serio y callado durante todo el camino.
Él iba a la cabeza del grupo, guiando nuestros pasos, yo iba tras él y aún con su capa puesta, podía notar lo tenso que estaba.

Cuándo nos paramos a pasar la noche al lado de un riachuelo, comencé a sacar las cajitas de cristal para poner la barrera a nuestro alrededor. Denki me ayudó a colocarlas y Kirishima me preguntaba de dónde había sacado todo aquello, pues son objetos algo raros y exclusivos que Ochaco no vende a cualquiera.
Mientras les hablaba a ambos sobre mi querida amiga, Katsuki se subió al árbol central que quedó dentro de la barrera, las ramas estaban demasiado altas para mí y él no volvió a bajar.
Fue la primera noche que no pude abrigarme con su capa y tuve que coger una de las mantas extras que traje al viaje. Aunque ya no tuviera su aroma en ella, se sentía reconfortante tenerla.
En realidad, no esperaba que al estar de nuevo con él me hiciera falta usarla.
Ésa noche apenas pude conciliar el sueño.

En la mañana, Katsuki nos despertó a los tres con una voz tan seria que ninguno quiso decir nada... solamente recogimos todo y nos pusimos de nuevo en marcha.

Así llegamos al momento actual del día.

Estaba atardeciendo y no habíamos parado a descansar ni una sola vez desde que despertamos. Claro que saqué de mi mochila (mientras caminábamos) agua y unas frutas, pero eso no nos quitaba el cansancio.
Denki ya caminaba en "S" y mis pies me pedían una parada de 15 minutos, como mínimo. Para colmo, la tensión en el ambiente a causa del silencio total de Katsuki y algunas de sus feromonas de completa rabia, prisa y frustración que no conseguía retener, ya me estaban terminando de agotar. Así que, ya arto de ésa situación, me paré y hablé.

_Izuku:
Paremos unos minutos a descansar, Katsuki.
_dije en un tono suave pero firme.

Todos se pararon y Denki no tardó en dejarse caer y estirarse en el suelo en modo estrella, suspirando de alivio. En cambio, Kirishima y yo mirábamos a Katsuki, esperando alguna reacción por su parte, pero él sólo suspiró.
Vi como apretaba sus puños de la frustración que sentía. Entonces se giró despacio hacia nosotros con un semblante muy serio, aún así, su seriedad me transmitía también tristeza.

_Katsuki:
Pararemos 15 minutos, luego continuaremos hasta que se haga de noche. Tenemos que avanzar. Mañana en la mañana debemos ver esas malditas cuevas. Ya e perdido demasiado tiempo.
_nos dijo, frunciendo cada vez más su ceño y desviando su mirada de nosotros.

_Kirishima:
Broo, sabes que yo también deseo llegar cuánto antes y recuperarlos pero...
_comentaba, costandole acabar su frase, aún así, continuó hablando.
_Ya ha pasado un mes... tendremos suerte si al llegar allí, aún queda algo por salvar.
_terminó de decirle, frunciendo él también su ceño y desviando al suelo su mirada al mencionar lo último.