Cap. 11_ El Plan Del Mago Oscuro

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____Izuku Midoriya____

Luego de liberar a los dos pequeños de ésa celda (la cuál tuve que hacer humo con mi espada al ser de magia negra), los cuatro caminamos en silencio y con cautela por los túneles de la cueva.

Sentía que todo mi ser estaba más tenso que nunca, en alerta máxima.
No era de extrañar pues llevaba conmigo a tres pequeños por unos caminos laberínticos de una cueva que apenas estaba minimamente iluminada con antorchas en las paredes.
Estaba solo para protegerlos y sacarlos sin un rasguño de este lugar, sin mencionar qué justamente al cuarto pequeño debía de rescatarlo de las manos de ése Mago Oscuro.
Es cierto que tengo las bolitas especiales de Ochaco y la espada pero... sigo viéndome en gran desventaja frente a alguien que sí sepa usar magia. Desde luego, esto no será ningún paseo agradable.

Los minutos caminando por ése lugar se volvían eternos. Contra mas rato pasaba, mas caminos distintos tomábamos y mas raro me estaba pareciendo todo esto.
A parte de esos dos Betas odiosos frente a la celda de los mellizos, no nos habíamos topado con nadie mas. Las demás celdas estaban vacías, y por más que afinara mi oído no conseguía captar ningún sonido más que el de nuestras pisadas... y el tema de los olores era lo que mas tenso me tenía, pues no captaba ningún aroma más que el nuestro y el de la cueva en sí misma, como si absolutamente nadie a parte de nosotros hubiese pasado por esos túneles antes. Ni si quiera consigo ver alguna señal en el suelo de esos Tengus... esto no me gustaba nada.

Decidí parar mi caminar y los pequeños a mi espalda hicieron lo mismo. Estos me miraron y la pequeña rubia con dos coletitas bajas y unas adorables pecas en su rostro, me habló...

_Niña rubia:
Oye, ¿Acaso nos hemos perdido?
_comentó, colocando sus pequeñas manitas en su cintura y frunciendo un poco su ceño.

Yo le sonreí y decidí comentarles lo que me rondaba por la mente, de ése modo puede que consiga tener alguna idea mas clara de cómo seguir por esta cueva tan poco normal.

_Izuku:
No creo que me haya perdido pero... sí estoy notando cosas extrañas que no tienen sentido y me hacen dudar de seguir de frente.
_les comenté.

_Niña rubia:
¿Te refieres a que no nos hemos encontrado con nadie mas?
_me preguntó la pequeña, que al igual que Eri, me sorprendía lo perspicaz que era para haber salido del cascarón hace no mucho tiempo.

_Izuku:
Si, esa es una de las dudas que tengo. La otra es el aroma del camino. No noto el de nadie mas, solamente el nuestro y el de la cueva.
_les comentaba a los tres.
Ellos se miraron un momento y luego me habló Eri.

_Eri:
Izuku... ¿Podría ser que el Mago malo haya hecho algo... para que nos perdiésemos?
_al escuchar eso abrí mis ojos como platos.

_Izuku:
¡Eso es, Eri! ¡Se trataba de eso! ¿Cómo no lo pensé?
_le contesté bastante agradecido, como si la tensión que estaba acumulando en mí me hubiera anulado mi capacidad para analizar a profundidad lo que me rodea.
Debo destensarme y tranquilizarme un poco mas, o podría pasar por alto cosas tan importantes como esta trampa... y eso podría acabar realmente muy mal.

_Niño rubio:
Si eso es lo que ocurre... ¿Cómo vamos a poder... seguir adelante?
_preguntó el pequeño, mostrando su preocupación en su rostro y sus nervios en su voz.

_Izuku:
Ahora que comprendo mejor lo que está pasando a nuestro alrededor, tengo una idea de como continuar y salir de este laberinto mágico, donde parece que nos metieron para evitar una posible fuga.
_les dije, mostrándoles una gran sonrisa de confianza.
_Pero antes, hay un tema que no puede seguir sin solucionarse.
_les comenté, poniéndome algo serio.
Los pequeños se miraron entre ellos de nuevo, como si solamente con mirarse pudiesen comunicarse... realmente quería hablar sobre los pequeños Dragones con Kacchan.
Cuándo volví de mis pensamientos, me encontré con los tres pequeños mirándome fijamente a los ojos, esperando a que les dijera el "gran problema".
_Aún no se cómo os llamáis.
_les dije, mirando principalmente a los mellizos, mientras les volvía a mostrar una gran sonrisa y me aguantaba las ganas de reír al ver sus lindos rostros sorprendidos por este detalle, que parece que no notaron hasta ahora.

{Mi Amado Destino}Where stories live. Discover now