Método: "Para el propósito del análisis, se seleccionó..."

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Viernes 26 de marzo, 08:36 p.m.

Inumaki estaba seguro de algo.

Gojo había estado actuando extraño desde que le asignó la responsabilidad de enseñar a Okkotsu sobre su técnica, incluso le había engañado más de una vez para hacerlo llegar a una habitación oscura donde se encontraba aquel joven por falsas indicaciones del maestro.

Era obvio que aquel maestro tenía fuertes intenciones de crear el ambiente para que Okkotsu e Inumaki pudieran besarse con la intención de compartir el discurso maldito. Inumaki pensaba que aquel entrenamiento debía ser una gran tortura para Yuuta.

¿Quién en su sano juicio pensaría besar a alguien del clan Inumaki? SI bien existían algunos pocos hechiceros que se arriesgaban a ello, en la actualidad su clan había ido en declinación ya que cada vez era menos apreciada la técnica del discurso maldito como una ventaja, sino que se vería fácilmente como una desventaja.

Toge sabía que no podía presionar al joven para seguir con su entrenamiento. Además de que sería incómodo para el otro, considerando que su poca experiencia en el amor había tenido un final desastroso.

Por ello, Inumaki comenzó a buscar nuevas ideas para poder expresar cómo funcionaba su técnica y controlara, lo que por suerte Okkotsu lograría mucho más fácil que él. Incluso había llamado a su lejana familia para conseguir los manuales que mostraban casi todo lo que se conocía de esa técnica.

Sin embargo, la práctica tenía mucho más peso que la teoría, por lo cual a pesar de haber leído muchos textos aún no se encontraba el modo perfecto para que Yuuta imitara el discurso maldito sin su megáfono (del cual se había adueñado).

Así que sin tanto avance mostrado por los jóvenes, era obvio que Gojo se involucraría aún más, por lo cual la nueva misión podría ser un arma de doble filo. Y no era necesario pensarlo dos veces cuando el día de la misión llegó y Gojo se mostraba feliz en el supuesto lugar maldito.

"¿Es una trampa?" Inumaki dudó mientras analizaba a su alrededor, no podía notar trazos de maldad alrededor del colegio, pero Ijichi-san estaba junto a ellos, por lo cual significaba que realmente había algo ahí adentro que luego deberían exorcizar para poder salir.

"Bien, ustedes entren y siéntanse libres de tomar todo el tiempo necesario. Nosotros no estaremos aquí así que no se preocupen por ello," Gojo mencionó tranquilamente antes de voltearse y caminar de vuelta hacia el auto. Ijichi-san solamente les deseo buena suerte antes de levantar la cortina.

Exactamente pasaron veinte segundos en los cuales ambos jóvenes hechiceros observaron hacia aquel reflejo negro antes mirarse uno a otro. Si bien no era la primera misión juntos, ahora todo se sentía diferente. Ambos sabían que el otro era lo suficiente fuerte para derrotar todo lo que se les presentaba, así que no había que temer.

"Bien, vamos." Okkotsu tomó la delantera, acomodando la bolsa de su katana en su espalda antes de analizar a su alrededor. Ya era un hechicero grado especial, por lo cual los meses anteriores su reputación había crecido exponencialmente en el mundo jujutsu, y junto a ello su interés por cuidar a las personas más cercanas a él. Así que sus amigos-compañeros de grados inferiores eran prioridad suya, al igual que su sensei.

"He traído dulces de menta, por si necesitas," Yuuta mencionó al más bajo al momento en que entraban al primer edificio, el cual realmente se veía muy calmado a pesar de tener algunas maldiciones, pero todas de rangos inferiores.

Al escuchar sus palabras, Inumaki frunció su ceño antes de alzar su mano.

"Mentaiko, sake sake." Me he lavado los dientes antes de venir, no debes preocuparte de que te besaré oliendo mal.

¿Cómo replicar la técnica del discurso maldito? Por Okkotsu Yuuta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora