Resultados: "El estudio ha identificado una correlación..."

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"Yuuta."

"Yuuta."

Pequeños susurros se escuchaban a su alrededor, pero el joven se negaba a abrir sus ojos debido al ardor en su garganta, su cuerpo exhausto y sus temblorosas manos.

"Yuuta."

Dos personas diferentes lo llamaban, pero Okkotsu se negaba de irse de aquella oscuridad. De alguna forma esta lo tranquilizaba.

Pero entre tantos susurros, Okkotsu pudo distinguir la voz entrecortada de alguien, por lo cual sus ojos instintivamente se abrieron, enfrentándose una vez más a aquella rara realidad.

Frente a Okkotsu se encontraba Maki, Ieiri, y Gojo, quienes conversaban en tono tranquilo sobre lo que pudo haber sucedido para que la maldición, la cual habían exorcizado los jóvenes, fuera malamente clasificada. Incluso se podía decir que se había expuesto la vida de ambos jóvenes al mandarlos ahí.

Maki, quién primero observó como una extraña tranquilidad a su ahora despierto compañero, no pudo evitar acercarse a la cama. Pero al sentir el aura de energía maldita detrás de Yuuta, los tres presentes lo observaron con curiosidad.

"Vaya manera de saludar, ¿Puedes pedirle que se retire?" Gojo mencionó con diversión al observar las dos garras gigantes salir detrás de la pared, pero por suerte Rika no había sido invocada completamente.

Yuuta rápidamente respiró hondo y acarició su anillo con su pulgar para pedirle su retirada.

"Dos días inconsciente y al parecer ya has perdido la cabeza," Maki mencionó antes de que Yuuta pudiera disculparse. Sin embargo, el joven se quedó aturdido por sus palabras.

¿Dos días?

Ieiri-san se acercó hacia él para comenzar a revisar sus signos vitales. "Por suerte no ha sido nada grave, solamente te esforzaste de más. Además, cuando llegaste aquí tenías una herida en tus cuerdas vocales, pero tu energía maldita ya la curó."

Yuuta estaba acostumbrado a las heridas, además de que podía dominar su técnica de recuperación para evitar esperar mucho tiempo en sanar. Pero lo que más le había interesado no era su estado de salud, sino como había llegado hacia la escuela.

"¿Quién me sacó de aquel lugar? Casi no recuerdo..."

Sin embargo, tal y como si decirlo en voz alta hiciera que su mente trabajara, de repente imágenes de aquella noche lo golpearon. Había sangre, polvo, oscuridad, y el recuerdo de unos fríos labios cubriendo los suyos.

Yuuta no sabía cómo reaccionar. Inumaki había tomado la delantera y lo había besado para poder compartirle su discurso maldito, lo cual había sido un gran éxito porque ambos estaban...

"¡Inumaki-kun! ¿Cómo se encuentra él? ¿Dónde está?" Yuuta preguntó con preocupación ya que a su alrededor no había signos del joven. Ahora incluso tenía miedo de que su compañero se hubiese enfrentado con algo peor cuando él se desmayó.

Gojo alzó las comisuras de sus labios con diversión antes de negar con su cabeza. "Calma, él se encuentra bien. Está acostumbrado a romper sus cuerdas vocales en misiones como estás."

Si bien las palabras de aquel maestro eran para tranquilizar a Yuuta, el joven solamente sintió sus manos hacerse puño mientras pensaba en lo inútil que había sido esa noche. Su debilidad había provocado que Toge llegará a sus límites, dispuesto a sacrificarse por él una vez más.

Ieiri notó aquel cambio del joven y decidió darle un momento. "Tus signos van bien. Solo mantente en reposo estos días y podrás volver a entrenar como siempre."

¿Cómo replicar la técnica del discurso maldito? Por Okkotsu Yuuta.Where stories live. Discover now