Madre - Izana Kurokawa y Lectora

13

Un día notaste a Izana bastante nervioso, y enseguida supiste que te estaba ocultando algo.

-"Iza" lo llamaste haciéndolo asustar "Ocurre algo?"

-"No! Todo está bien!" dijo en una sonrisa

Lo quedaste mirando y acariciaste su cabello en una sonrisa.

-"Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, que no es necesario que me ocult-"

-"Tuve una mala calificación!" dijo enseguida agobiado mirándote con preocupación

-"Oh? Puedo ver?"

Algo apenado fue a buscar su mochila y te mostró su trabajo de matemáticas, el cuál tenía bastantes correcciones.

Lo tomaste en tu mano tranquila y lo revisaste.

-"Fue un trabajo sorpresa! Me puse nervioso! Y empecé a confundirme-! Lo siento-! Yo-"

-"Si necesitas ayuda para entender algo, puedes decirmelo cariño" sonreiste "Quieres que te ayude con tus materias? No tengo problema en ello, no es malo pedir ayuda, sabes? Además, estoy orgullosa de ti, los problemas más difícil lograste como resolverlos, solo tuviste algunos despistes en los más fáciles pero todo tiene solución" besaste su frente

Izana te quedó mirando con lágrimas formandose en sus ojos.

-"Ven aqui mi pequeño" tomaste asiento en el sofá y lo jalaste hacia ti, sentándolo en tus piernas para abrazarlo "Eres muy inteligente, muy capaz de muchas cosas, que estas pequeñas cosas no te desanimen, si? Siempre hay otras oportunidades, no quiero que sientas que es obligatorio al primer intento hacerlo bien, no quiero que dañes tu salud para algo como eso, y tampoco quiero que te sientas mal cuando las cosas no salen como quieres, son situaciones parte de la vida mi amor, y mamá nunca te va a querer menos porque algo te salga mal, siempre estaré para ayudarte"

Él se acurrucó en tus brazos sonriendo levemente.

-"Gracias..."

-"No hay de qué cariño, mami está aquí, siempre estará aquí para quererlos y ayudarlos, son mis hijos y yo su madre, debo guiarlos en la vida, porque ustedes han empezado apenas" acariciaste su espalda y besaste su frente

Lo viste apoyarse en tu pecho y sonreiste rodeandolo con firmeza en tus brazos.

Ya no es tan pequeño como antes, ya teniendo 10 años, pero lo sujetabas como si fuese aún aquel niño que te encontraste.

Tarareabas con calma, como si lo estuvieses arrullando, Izana sentía las vibraciones de tu voz en tu pecho y eso lo calmaba.

-"Siempre vas a ser mi bebé, mi hijito, si? No importa lo grande que te hagas" reiste leve

-"Me gusta esa idea..." murmuró en una sonrisa

-"Mimos!" Kakucho dijo de golpe al verlos "Yo también quiero mamá!" fue corriendo hacía ustedes y brincó a tus piernas entre risas

No tardaste en abrazarlo, evitando que se caiga.

-"Tú también eres mi lindo bebito! Aish! Como los amo a los dos! Mua! Mua!" decías entre risas llenando de besos los rostros de ambos, causando que ellos también rían

Lo primero para ti, es que tus hijos estén bien.