Madre - Izana Kurokawa y Lectora

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-"Hola pequeñita" Izana dijo en una sonrisa mirandola en la cuna

La pequeña Haiko estaba despierta, mirando atentamente el movil de mariposas que estaba sobre su cuna y se movia lentamente.

Miró a Izana y empezó a mover sus brazos rápidamente estirandolos hacía él.

-"Cuanta energía tienes!" sonrió cargándola en sus brazos "Vamos con mamá? Si? Es hora de comer~"

Desde el nacimiento de Haiko, Izana ha estado atento a ella todo el tiempo.

Se despertó temprano escuchando un sonido en el cuarto de ella y fue a verla, encontrandola despierta.

Cuando la llevó a tu cuarto, vio como ambos estaban dormidos y no los quiso molestar.

-"Bueno... Vamos a utilizar el plan b" mencionó el chico para llevarla a la cocina

La dejó sentada en su sillita para buscar la caja con formula para bebé.

Revisó bien las instrucciones, y cada tanto miraba a Haiko para asegurarse de que esté bien, la pequeña solo lo miraba atenta.

Su hermano mayor terminó de preparar el biberon y la cargó para llevarla al sofá con él, se sentó en el y la colocó recostada en su pecho.

-"Okay, aquí tienes Haiko" le mencionó para darle el biberon

La pequeña bebió con calma su biberon, acurrucada en el pecho de su hermano.

Izana se sentía muy alegre de poder hacer esto, antes era demasiado pequeño como para darle el biberon a Kakucho, y siempre quiso hacer esto, ahora pudo lograrlo con su hermanita.

Una vez acabó el biberón la acomodó dejando la cabeza de ella sobre su hombro y empezó a palmearle la espalda.

-"Mm... Izana, qué haces despierto tan temprano? Oh, estas con Haiko- lloró y no la escuché?" preguntaste sentándote a su lado

-"No! No lloró, ella se porta muy bien!" Izana sonrió "Vi que estaba despierta, no los quise molestar así que le di lecje yop!"

-"Eres un niño muy bueno, estoy orgullosa de ti" besaste su frente "Pero no es necesario que hagas esas cosas, debes despertarme si?"

-"Pero quería hacerlo!"

-"Está bien" reiste leve "Hiciste todo muy bien"

-"De verdad-?"

En ese instanta la pequeña terminó vomitando la espalda de Izana, haciendo que este se quede congelado y en silencio.

-"Oh oh- creo que la moviste demasiado" la cargaste riendo leve

Izana se levantó y miró el sofá.

-"Solo... Vomitó en mi espalda..." dijo asqueado "Iré a darme una ducha-"

Lo viste irse con una mueca de asco en su rostro, era la primera vez que le pasaba algo así.

Cuando se duchó, lavó su ropa y se cambió, regresó contigo viendo como mecias a la pequeña, con sumo cuidado y delicadeza.

-"Fui muy... Bruto con ella?" preguntó suave

-"Creo que te entusiasmaste mucho" mencionaste "Pero si gustas, puedo enseñarte cómo hacer algunas cosas"

-"Si por favor!" dijo de golpe "Quiero ayudarte en todo lo posible con Haiko!"

En ese momento, él sintió un olor familiar.

-"Quieres aprender a cambiar pañales?" reiste leve

-"Eh- lo podemos dejar para otro día? Creo que hoy ya tuve mi dosis de bebé" mencionó en una mueca

Reiste alborotando su pelo.

-"Eres su hermano, no es tu obligación hacer todas esas cosas! No te sientas mal si no puedes ayudarme! Tranquilo, si?" besaste su mejilla "Iré a cambiarla"

Izana sonrió mirándote, sentía que como era mayor, debía hacer esas cosas, ahora se siente más tranquilo sabiendo que no siempre debe hacerlas, pero de todas formas, te ayudará en lo que pueda.