7. casa di sam.

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capítulo siete
LA CASA DE SAM

capítulo siete LA CASA DE SAM

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▃▃▃▃

Claramente había sido una sorpresa para todos que Chiara aceptara vivir con Sam, en el fondo, el alfa de la manada estaba más que feliz. Pues su impronta no lo había rechazado.

Eso era un avance ¿no?

Aunque Antonella por su parte tenía sus dudas, pues la mayor solía actuar a favor de su causa, a costa del bienestar de otros. Eso le preocupaba, quería que Chiara viviera feliz y tranquila como ella lo hacía o lo intentaba hacer en su estadía en Forks.

Luego de un par de días más en el hospital de la Reserva, Chiara le había confesado toda la verdad a su hermana, quien le había dejado de hablar por varios días, pues seguía analizando todo.

Y por su parte, el consejo de la tribu había establecido un tratado con las Lombardi.

No cazarían humanos cerca de la Reserva ni de Forks, no lastimarían a nadie y mucho menos lo asesinarían. De ser así, los lobos se verían en la necesidad de sacarlas del lugar.

Chiara aceptó sus términos sorprendiendo a todos.

Su trabajo como forense sin duda le había ayudado a conseguir bolsas de sangre para ella y Antonella, aunque no las suficientes, además de que la italiana menor se negaba a beber de nuevo sangre humana, pues estaba intentando ser completamente vegetariana. Aunque la tentación a veces era realmente espantosa.

Ambas chicas sobrevivían con sangre y comida humana, aunque la dieta de Chiara era más de sangre humana que la de Antonella.

—¡Bianca, ya vámonos! —llamó Chiara por quinta vez a la menor— Llegarás tarde a la escuela.

—Ya voy. —gritó la Lombardi menor desde su habitación.

Unos golpes en la puerta hicieron que Chiara caminara desde la cocina para abrir.

—Juro que si no bajas ahora te daré de baja en la escuela, buscaremos otro maldito pueblo en el cual vivir y te quitaré el maldito internet hasta que tengas el doble de tu edad. —gruñó la mayor justo cuando abrió la puerta.

Tenía la intención de seguir amenazando a su hermana, pero se quedó callada al ver a la manada completa frente a ella.

Maledetto inferno —murmuró por lo bajo— ¿Qué diablos hacen aquí, chuchos? —dijo seriamente.

—Venimos por tus cosas. —gruñeron Paul, Jared y Embry.

—¿Disculpen? —soltó divertida.

◖ oi, 𝔡𝔞𝔫𝔤𝔢𝔯𝔬𝔲𝔰 𝔞𝔣𝔣𝔢𝔠𝔱𝔦𝔬𝔫 ; s. uley ◗Where stories live. Discover now