41. l'ultimo di noi.

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capítulo cuarenta y uno
LOS ÚLTIMOS DE NOSOTROS

capítulo cuarenta y unoLOS ÚLTIMOS DE NOSOTROS

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▃▃▃▃

Sam, Leah y los chicos se habían ido, estos últimos porque tenían trabajo que hacer; quedando solo Chiara, Brianna, Jacob y los gemelos en la casa. La híbrida estaba destrozada, pero su actitud cariñosa y maternal con todos sus hijos no cambió en lo absoluto. Después de todo, ellos no eran culpables de nada.

No había dicho algo al respecto, se había quedado en total silencio hasta que anocheció y llegó la hora de dormir de los gemelos. Chiara los arrulló y les cantó hasta que ambos pequeños cayeron profundamente dormidos, tan serenos, ajenos a todo lo que sucedía a su alrededor.

Jacob fue el siguiente en irse de la casa y Brianna no salió de su habitación después, Chiara suponía que hablaba por mensaje con Seth como solía hacerlo. Así que todo estaba en total silencio, la híbrida se encerró en la habitación principal que solía compartir con Sam y se soltó a llorar con fuerza poco tiempo después, viendo la foto que tenían en la habitación.

La foto del día de su boda en la que aparecían Sam y Chiara luego del "sí, acepto" compartiendo un lindo beso.

Arrojó el marco de la fotografía a la pared con tanta fuerza que este se rompió arrugando la foto.

¿Cómo es que alguien podía hacer que tu corazón doliera como si te lo estuvieran arrancando? ¿Cómo es que alguien que amas puede traicionarte de esa forma?

¡Por Dios! Chiara ya había pasado por eso una vez más y aún no sabía la respuesta.

La híbrida había llorado tres noches seguidas y por las mañanas, llevaba a Brianna a la escuela sabiendo que estaría bien junto a Seth. Y cuidaba de sus bebés en casa a solas. Todos le dieron su espacio incluso Jacob, cosa que agradeció.

La cuarta noche, Chiara se levantó del suelo del baño en su habitación, limpió su rostro y tomó un aparato que Jasper le había regalado, en el cual podía supervisar a sus hijos desde otro lugar solo con su teléfono. Bajó las escaleras y se dirigió al estudio, pero se detuvo cuando una mano se colocó sobre su boca.

—Tú y yo tenemos que hablar. —le dijo una voz masculina en su oído.

Ella alzó las manos en señal de rendición y el desconocido aflojó su agarre.

Primer error.

Chiara lo tiró al suelo en un movimiento rápido, enredó sus piernas en las de él y aseguró una de sus manos en las muñecas del hombre. Sostuvo su cuello con la otra, clavando levemente su uñas en su garganta.

◖ oi, 𝔡𝔞𝔫𝔤𝔢𝔯𝔬𝔲𝔰 𝔞𝔣𝔣𝔢𝔠𝔱𝔦𝔬𝔫 ; s. uley ◗Where stories live. Discover now