Capítulo 13

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Lucius

- ¿Podrías por favor terminar con esta tortura? .- Ivyridiana gimió en protesta, llevaba solamente cinco horas arrodillada sosteniendo la pila de carpetas que quedaban pendientes por revisar en una mano y sobre la otra aquellas que ya estaban listas. Coloqué otro documento en la pila sin responder.

La reina siguió haciendo pucheros.

Le había advertido sobre su castigo por drogarme con un afrodisíaco, ahora solo le quedaba resignarse y resistir. Además... Estaba siendo muy blando, con su fuerza podría levantar muchas veces más ese peso, pero su mayor debilidad era la resistencia. Ivyridiana debería cuidar más ese aspecto.

La reina no se dejó amedrentar por mi silencio y continuó torturándome con sus habladores labios.

- Oye, ¿Te has preguntado alguna vez cuál raza es la más fuerte? - Me miró fijamente, traté de no voltear a su dirección, ella siguió hablando.- Las brujas usan su energía para atacar. Las hadas usan sus elementos y además ¡Vuelan! Ahh, sería fantástico poder volar y ser tan atractivas, incluso los hombres son una verdadera joya, no es que tenga algo contra nuestra raza, pero soy una mujer que se mueve por la belleza.- Se rio. Me llevé una mano hacia el cabello, preguntándome a qué hora se callaría. Pero continuó.- Los cambiantes tienen una fuerza increíble con rasgos muy interesantes, si perteneciera a su raza, ¿Qué animal crees que sería? ¿Un depredador? Ciertamente soy muy fuerte, un oso, un leopardo o un lobo serían muy buenas opciones.

- Yo diría que más bien un perico.- Murmuré por lo bajo. Ivyridiana hizo una expresión de ofensa.

- Si yo sería un perico, entonces tú serías un perro sin sueño.- Me sacó la lengua.

Alcé una ceja, ¿Un perro sin dueño?

- Cinco.- Dije.

- ¿Cinco qué? - Me miró confundida.

- Agrégale otras cinco horas a tu castigo.- Sonreí al ver su mirada de enojo y continúe trabajando.

Pasó otra hora más en la cual agradecí que se callara, antes que empezará de nuevo con el ataque verbal. Pensé seriamente en colocarle un pañuelo en la boca.

- ¿Sabes? No creo que fuera muy inteligente de tu parte castigarme así, mientras más hablo, te sientes más irritado... Hasta pareciera que te castigas a ti mismo con mi presencia.- Se burló.

Ella sabía perfectamente que si no la supervisaba durante el castigo, ella huiría- de el.

Seguí ignorando sus palabras.

"... Las Kisas parecen tener una organización desarreglada, se reportaron más cuerpos de vampiros y hadas en la frontera, el pánico se mantiene bajo control. Aún así, la situación solo da para un mal pronóstico... asesinados... probable guerra... "

El propósito del rey además de entregar el informe, era una invitación al banquete del que anexó invitaciones en el sobre, seguramente con fines diplomáticos. Suspiré, no nos convenía a los vampiros negarnos, si podíamos formar una fuerte alianza, cualquier problema que estuviera a punto de explotar, sería más fácil de abordar. La cuestión era que las relaciones con las hadas nunca serian las mismas desde aquella historia en común que compartíamos. 

- ... ¿No te parece frustrante ser una criatura de la noche que tiene que trabajar durante el día? ¿Qué te parecería una siesta? Yo podría cuidar de ti.- Parecía que había seguido hablando sin parar incluso mientras me sumergía en el papeleo, suspiré. Era realmente buena para atormentarme.

- Me parece frustrante estar escuchándote.- Coloqué otra pila de documentos en su mano derecha, por un momento sentí satisfacción al verla luchar por mantener el balance. Cuando eligió mirarme le enseñé la invitación.- Iremos al banquete de las hadas. 

Villanos (La guerra eterna parte III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora