Enanos vs Duendes, Las bóvedas de Gringotts.

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Harry miraba atraves de la ventana de la camioneta que lo llevaba al caldero chorreante, llevaba apenas dos horas de haber dejado a los Granger en el aeropuerto y ya extrañaba a su novia, despegó la vista de la ventana y miró a su padrino Sirius, su tío Remus y al lord comandante quienes platicaban y contaban anécdotas, esa media mañana ni Ron ni Draco ni Neville lo acompañarían era un asunto oficial de la corona y como príncipe debía ir de inmediato, los enanos llegarían al hostal por sus medios, los días posteriores de haber sido descubierto en cierta situación comprometedora Edward lo había obligado a recibir de nueva cuenta la charla quiso protestar pero fue inútil el lord comandante lo amenazó con delatarlo con Sirius y el padre de Hermione con eso lo derrotó, miro con atención al lord comandante y se preguntó ¿Si acaso este mago estaría a la par o más arriba de conocimiento que el gran Merlín? Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el carro frenó frente al caldero chorreante los adultos bajaron primero para verificar el área y al estar seguros dejaron que Harry bajará.

-Sirius mirando a Harry: ¿Todo en orden cachorro?
-Harry suspiró: Podría decirse que si pero -Miro la entrada del hostal- Estoy seguro que habrá muchos periodistas y gente queriendo recibir alguna entrevista y autógrafo mío.
-Remus se asomó dentro del local: Para tu suerte no es así pero de todos modos traemos suficientes guardias para protegernos.
-Harry sonrió de lado: Bien eso me facilita algunas cosas pero no me aligera el hecho de que tengo que ser intermediario entre dos razas en conflicto.
-Edward acercándose a ellos: Pero debe hacerlo alteza es fundamental que los haga entender que sus peleas afectan a la alianza.
-Harry suspiró y se acomodó el saco que llevaba: Bien debemos darnos prisa los duendes son estrictos en sus horarios y los enanos querrán irse lo antes posible de Gringotts.

Con esto dicho entraron a la taberna Tom el tabernero y dueño del local abrió los ojos con gran asombró e hizo una reverencia por tratarse de la guardia del dragón y del príncipe del reino unificado de Camelot y Avalon, los pocos comensales que se encontraban presentes escupieron sus bebidas o se atragantaron con su comida al estar en la presencia de estás personalidades, Edward le indico a Tom que necesitaban una mesa aislada para esperar a unos líderes de una de las razas mágicas, el tabernero los guío a uno de los cubículos más reservados y para mayor seguridad los guardias que los acompañaban se apostaron en la entrada de esté, Tom les ofreció bebidas en lo que esperaban por sus invitados, los tres adultos pidieron hidromiel mientras que ha Harry le pidieron cerveza de mantequilla, sus bebidas no tardaron en llegar platicaron tratando de relajarse y no presionarse antes de la reunión.

-Remus: Canuto te lo juro tu sobrina es una impertinente.
-Sirius río un poco: Que puedo decir, saco lo peor de Andrómeda -Miro a su amigo con seriedad- Dime Lunático ¿Te parece atractiva mi sobrina? -Remus se ahogó con su bebida y la escupió mojando a uno de los guardias-
-Remus recuperándose: ¿Estás demente? Ella es mucho menor que yo, además aún sigo molesto con ella por sus insultos.
-Harry bajando su cerveza de mantequilla: Remus te recuerdo que Sirius decía que odiaba a Amelia y ya ha regresado a Camelot con la ropa desarreglada y con marcas evidentes de haber pasado un rato... ¿Agradable con ella?
-Sirius sonrojado: Pequeño bribón, eso me gano por quererte como a un hijo.
-Harry le sonrió: Yo también te quiero padrino -Lo miro divertido- Pero dame primos para disfrutar ser el hermano mayor.
-Edward: Tenga cuidado con lo que pide príncipe... Se le puede cumplir o podría ser que usted y lady Granger los hagan abuelos antes -Harry se sonrojo y Sirius comenzó a burlarse-
-Harry tratando de relajarse: Me parece que los señores enanos vienen por allá.

Harry indico con su mirada la dirección de dónde venían los señores enanos, esto lo hacía porque sus tías lo habían obligado a dejar de señalar a todos lados con la mano, los enanos iban vestidos con los colores de sus casas y llevaban un anillo con los emblemas de estás, iban con sus barbas y cabellos bien arreglados los clientes les abrían pasó asombrados de volver a ver a la raza de los enanos caminar entré ellos, los dragones se pusieron de pie para darles la bienvenida.

Harry Potter y El Rey de AvalonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora