3. Convallaria

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Convallaria (スズラン): Llegada de
la felicidad.

— Entonces, ¿Dónde te dejo? — preguntó cuando estuvieron lo suficientemente lejos de la playa.

Manjiro se lo pensó un momento, Haruchiyo lo esperó pacientemente sin dejar de conducir.

— Puedes dejarme en mi casa, Shinichiro probablemente esté a punto de despertar, le ayudaré a hacer el desayuno.

— Pero están por ser las 4:30 de la madrugada, ¿Por qué despierta tan temprano?

— Le gusta hacer el desayuno y limpiar la casa temprano, nosotros nos encargamos de la cena, lavar la ropa y hacer las compras del supermercado.

Haruchiyo pensó que ese era un lindo estilo de vida. En su casa, quienes hacían las compras eran los empleados, tenía años de no visitar un supermercado porque jamás lo consideró necesario cuando lo único que tenía que hacer era darle una lista a la persona encargada con las cosas que quería. No era que fuese un inútil, sabía cocinar, limpiar y encargarse de sí mismo gracias a su madre, pero realmente no ponía esas cosas en práctica porque siempre había alguien que lo hacía por él.

— Haru, he querido preguntarte... ¿Qué llevas en ese bolso que está en el asiento trasero?

— Oh, llevo mi uniforme y algunos cambios de ropa. Tengo que ir a Kioto en unas horas a hacer prácticas en el hospital, Izana y Kakucho también irán.

— ¡Ohh, sí, él nos dijo! Probablemente Kakucho se haya quedado a dormir en casa... pero pensé que tenían que salir desde las 8, ¿Vas a salir desde ya?

— Estaba considerando dormir en un hotel esta noche, así que por si a caso traje mi bolso.

— ¿Ibas a dormir con alguien más? — preguntó un poco más serio de lo que parecía.

— ¿Qué? No, por supuesto que no. Estoy tratando de evitar ver a mi familia lo más que puedo, es por eso.

— Oh, tiene sentido — sonrió y Haruchiyo quiso burlarse, pero decidió no comentar nada —. En ese caso, Haru... ¿Quieres quedarte a desayunar con nosotros?

— ¿Eh? Creo que es un poco imprudente llegar sin avisar.

— ¿En serio? ¿Y qué planeabas desayunar antes de ir a Kioto?

— Oh, uhm, café helado.

— ¿Qué clase de desayuno es ese? — espetó — ¿Qué ibas a almorzar?

— No lo sé, ¿Una hamburguesa?

— ¡¿Realmente eres un doctor?!

— ¡No me grites!

— ¡Voy a gritarte todo lo que quiera! ¡Eres un idiota irresponsable! ¡¿Qué clase de estudiante de medicina tiene tan pésima alimentación?!

— ¡Todos!

— ¡No me contradigas, Haruchiyo!

— ¡No me digas Haruchiyo!

— ¡Es tu nombre!

— ¡Me gusta cuando me dices Haru!

Manjiro comenzó a reírse en alto, haciéndolo sonrojar de forma inevitable. Haruchiyo apartó la mirada y mordisqueó el interior de su mejilla derecha, completamente avergonzado de lo que había dicho.

— Dobla en la siguiente calle. Es la misma casa de siempre. — dijo después de calmar su risa.

Haruchiyo no lo admitió en voz alta, pero adoró cada maldito segundo que Manjiro le había dado esa noche, fueron horas y horas en la playa hablando de muchísimas cosas, sintió que había recuperado una enorme parte de su alma con una sola conversación. No quería tener que decirle adiós, pero tenía responsabilidades con las cuáles cumplir y estaba seguro de que Manjiro también tenía muchas cosas que hacer, no quería interrumpirlo.

El lenguaje de las flores. [manjiro & haruchiyo)Where stories live. Discover now