𝑭𝒓𝒖𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑰𝒏𝒎𝒐𝒓𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 [ 𝘛𝘰𝘥𝘰𝘳𝘰𝘬𝘪𝘴 𝘹 𝘛/𝘯]

𝐄𝐏𝐈𝐋𝐎𝐆𝐎 𝟏

Shoto se dedicó a T/n incluso antes de que ella diera a luz, pero después de dar a luz a su hijo, empeoró.

El día del parto, Shoto, que escuchó a T/n gritar fuera de la sala de maternidad, creyó estar muriéndose.

El gemido empapado de dolor de T/n, que duró horas, lo afligió.

'Nunca volveré a tener un hijo'.

Murmurando para sí mismo, Shoto disparó a la puerta bien cerrada de la sala de estar con el rostro distorsionado.

El momento duró como mil años. ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh! Cuando escuchó una voz desgarrada, Shoto quería que ser él quien sufriera.

"¿Cuándo diablos va a salir el chico?"

Shoto pensó con nerviosismo. Cuando el dolor de T/n cesó, solo se preguntó eso. Y eso es todo lo que quería, era que ella estuviera a salvo.

La puerta de la sala de estar, que se había cerrado antes del atardecer, no se abrió hasta el amanecer.

– ¡Es un niño! –

Al escuchar a la partera, Shoto se apresuró a entrar en el cuarto.

– ¡t/n! –

Ni siquiera miró a su alrededor, corrió hacia allí, mirando solo a la cama de T/n. había un desastre en la cama. La figura jadeante de T/n era aún peor.

El rostro de Shoto estaba distorsionado.

–... ¿Sho?–

Con la voz tenue de llamarse a sí misma, Shoto rápidamente se acercó a ella y se arrodilló.

– t/n –

– Sí –

– t/n –

– Si –

Shoto, que la había llamado repetidamente, extendió su mano temblorosa. Agarró la mano débilmente extendida de T/n.

– t/n –

Farfullando, Shoto trató de sentir un pulso palpitante con su dedo en su muñeca. Afortunadamente, sintió un pulso débil. Era una señal de que estaba viva.

Shoto frotó la mano de T/n en su mejilla. El gesto fue lo suficientemente urgente y triste como para sentirse desesperado.

T/n miró a Shoto tratando de alcanzarle. De repente, sus ojos se encontraron con él. Al mirar su tez cansada, los ojos de Shoto se nublaron.

Y las lágrimas gotearon de los turbios, turbios ojos bicolores.

–¡...!–

Shoto estaba llorando.

Un hombre fuerte que bloquearía tranquilamente cualquier cosa que estuviera frente a ella... estaba llorando.

Fue tan sorprendente que T/n olvidó el dolor en ese momento.

– Sho, ¿Por qué lloras? –

Cuando se le preguntó con voz ronca, las lágrimas de Shoto se hicieron más espesas.

Miró a T/n con un rostro distorsionado lleno de angustia. Con los ojos como si fuera un milagro que pudiera moverse viva y bien.

– Esto no volverá a suceder –

– ¿Huh? –

– ¡Tú de nuevo, así, así...! –

Shoto no podía hablar correctamente y jadeó. Bajó la cabeza y respiró hondo por un momento.