𝑭𝒓𝒖𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑰𝒏𝒎𝒐𝒓𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 [ 𝘛𝘰𝘥𝘰𝘳𝘰𝘬𝘪𝘴 𝘹 𝘛/𝘯]

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟕.𝟏

LA ACCIÓN PARTE 2

La primera vez fue difícil y luego fácil.

Después de ese día, T/n coincidió con frecuencia con Shoto. Cuando se encontraba con sus ojos, sentía lujuria, y cuando tocaba su mano, su cuerpo temblaba como una corriente eléctrica.

Mientras comía, hablaba en el salón, miraba las flores en el jardín y tocaba el piano en la sala de juegos. Había una chispa entre los dos independientemente de la hora y el lugar. Luego mataban el sonido, moviendo sus lenguas, tocándose y teniendo sexo hasta que el semen estuviera desbordando dentro de ella y goteara al suelo.

Cuando menos se dieron cuenta, el interior de T/n fue domesticado para adaptarse al pene de Shoto, y ella notó algo bastante extraño.

Shoto estaba desesperado cada vez que se mezclaba con T/n. Como un hombre que apenas logró aprovechar la tan esperada oportunidad, o como si fuera la última vez.

Su caricia fue persistente más allá de la ternura. Mordió y lamió todo el cuerpo de T/n como si tuviera miel, incluso lamía los fluidos fuera de su cuerpo como si fuera agua dulce.

Incluso ahora.

– ¡Oh, Sho, sí, Sho! –

Shoto agarró los muslos de T/n y enterró su rostro debajo de ella. Metió la lengua en el agujero que se estremecía y la removió. Estimuló el interior, lavó y mordió el pequeño clítoris para que se hinchara y rebotara.

– ¡Guau! –

T/n se derrumbó impotente ante su caricia. Sus manos agarradas a su cabello estaban tensas.

Shoto no se sintió mal y probó el dulce líquido que fluía por el agujero. Fue algo muy esperado. Codiciar todo su cuerpo con cuidado no era suficiente.

T/n trató desesperadamente de no gemir, pero bajo la tenaz caricia de Shoto, no duró mucho.

Una vez en su punto máximo, gimió con voz ronca, aflojando su fuerza y balanceándose contra Shoto.

Lloró pensando que le gustaría que él rascara su picazón de inmediato y llenara su útero con semen.

– Sho, Sho, vamos, ¿De acuerdo? En mi vagina, hhhuummm, tu pene, ¡aahhhhhhh! ¡Golpéame! ¡Golpéame! –

– ¿Dónde aprendes esas palabras tan vulgares? –

– ¡Ah, ah! ¡Tu Pene! ¡Sho, Shoto! –

– Todavía no. Solo un poco más –

– Yo, ahora, está bien, ¡ah! Es solo, ya sabes, ¡Aah! –

T/n negó con la cabeza y abrió las piernas. El agujero estremecido mostró su carne enrojecida. Los ojos de Shoto se pusieron rojos. Sabía demasiado bien el placer que podía obtener allí. Quería poner el suyo allí y probar su masticable agujero inferior de inmediato. Pero apretó los dientes y aguantó.

Shoto intentó insertar a T/n solo cuando alcanzara su punto máximo varias veces y todo su cuerpo se relajase y así podría aceptar su enorme pene sin carga.

No se parecía en nada a Touya, a quien solo le importaba su deseo sexual y no le importaba la condición física o el estado de ánimo de T/n.

Shoto miraba su expresión durante todo el sexo. No le gustaba la falta de placer de T/n en su aventura. Él perseveró y la acarició hasta que ella estuvo contenta y luchando en el mar del placer.

Al final, la paciencia de Shoto volvió a ganar esta vez.

No fue hasta que el agujero de T/n se ablandó para que él insertara su miembro erecto sin dificultad dentro de ella.