9: La visión.

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Abrí los ojos poco a poco. Daniel me sujetaba la cabeza y me daba la mano. Temblaba y esbozó una pequeña sonrisa al verme despertar. A mi alrededor estaban Riley, Xon y un hombre moreno, de ojos verdes y con las facciones marcadas. Los restos de una cicatriz con forma de rayo se veían en su frente.

- Eres demasiado joven para conjurar un Patronum - dijo el hombre casi sonriendo. - Come esto. Te ayudará a recuperarte .

Me entregó un par de chocolatinas.

- Soy Harry Potter. Seré vuestro profesor de defensa este curso.

Abrí mucho los ojos de golpe. ¿El mismísimo Harry Potter como profesor de defensa? Conseguí ponerme en pie en la ayuda y Riley y caminamos hacia unos pupitres en la primera fila. Tras sentarme y comerme las chocolatinas me sentí mucho mejor

- Como sabéis, soy auror y jefe de departamento en el Ministerio de Magia. Aún así he aceptado el puesto de profesor este año tras recibir una llamada de urgencia de McGonagall.

Observé a Harry con admiración mientras se movía por la sala. No era en absoluto el niño del que hablaba Rowling. Al menos ya no.

- ¿Qué ha sido de Clain? - susurré a Riley.

- Entraron y se lo llevaron. Al parecer no era un profesor de verdad.

- ¿Y cómo consiguió entrar aquí?

Ella se encogió de hombros.

- ¡Señor Potter! - dijo el chico de las pecas levantando la mano.

- ¿Sí?

- Si usted no hubiera intervenido... ¿Kate se habría salvado?

El señor Potter bajó la cabeza.

- Creo que no, Nick. Pero la suerte es que ahora estamos todos bien. Tened claro que no volverá a repetirse algo así.

Sonreí, y de alguna forma me sentí protegida. Entonces Riley me pegó un codazo.

- ¿Qué pasa?

- Es Thalia. Ha tenido una visión. Tenemos que ir a la biblioteca.

- ¿Cómo sabes tu eso?

Riley me mostró una diminuta caja de madera dentro de su mano. En su interior un trozo de pergamino con algo escrito.

- ¿Necesitamos ir ya?

Riley asintió nerviosa.

- Si Thalia tarda mucho en contar su visión, la olvida.

- ¿Cómo los sueños?

- Exacto.

- Señor Potter - mi amiga alzó la mano - Kate y yo necesitamos salir de inmediato.

- ¿Es una emergencia?

- ¡Es la mayor emergencia que jamás hemos vivido!

- Tampoco es para tanto - murmuré yo.

- Sí que lo es - dijo Riley - tú no conoces lo certeras que son esas visiones. - terminó de susurrar en mi oído.

Harry miró su reloj y finalmente habló:

- Está bien. Podéis iros.

Riley y yo abandonamos la clase y recorrimos a toda prisa el pasillo. Esta vez conseguí sobrevivir a las escaleras y llegamos a la biblioteca. Thalia ya estaba allí, se movía nerviosa y sudaba. Lily estaba en frente de ella, tratando de calmarla.

- Bueno - dijo Riley sentandose en la silla contigua a la de Thalia. - Cuéntanos.

Me senté al lado de Lily y escuché con atención a Thalia.

- Yo estaba fuera del castillo. Caminando por el campo de Quidditch, como siempre. Entonces aparece McGonagall y me pide que vuelva al castillo. Dice que ese Robert Milhard ha actuado y que ha secuestrado a un chico de Slytherin. A un tal Peter.

Recordé al chico pelirrojo que me había ayudado en las Mazmorras.

- ¿Y qué más? - pregunté.

- Cuando llegué a las puertas de la escuela se escuchó un maullido grotesco y el suelo se abrió. De él emergió quien - vosotros - sabéis, rodeado de tumbas. Ahí acaba la visión.

Riley y yo nos miramos sin saber que decir.

- ¿Tus visiones son al cien por cien seguras? - murmuré por fin.

- No siempre... pero cuando acierto... ocurre tal y como lo veo. Siento si esto te resulta algo raro Kate... Dudé si contartelo.

- ¿Por qué?

- Pensarías que soy un bicho raro, como piensan muchos aquí

- Pues claro que no. ¿No crees que deberíamos avisar a alguien? Es decir... Si viste a Voldemort en tu sueño...

Thalia me miró muy asustada.

- Está bien, está bien. Si viste a quién - tu - sabes en tu visión deberíamos avisar a alguien. A McGonagall a Maximus... A alguien.

- Ellos no creen en mis visiones, Kate.

- ¿Ni siquiera el señor Potter?

- Mi padre no es como antes - murmuró Lily.

- Bueno, no sabemos si eso va a ocurrir - dije tratando de animar a las demás.

- Es cierto - dijo Riley - venga, volvamos a clase.

- ¿Estás diciendo que volvamos a clase? ¿¡Quién eres y que has hecho con Riley!? - gritó Lily moviendo mucho las manos. La bibliotecaria le ordenó que callase. Entonces, por primera vez vi a Thalia reír. Según Riley me había contado, no lo hacía muy a menudo, pero su risa era realmente bonita.

Salimos de la biblioteca y cada una se dirigió a su clase. Por el pasillo noté que alguien me miraba, pero allí no había nadie más.

Yo... ¿En Hogwarts?Where stories live. Discover now