C - Crucifixion 2

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Owen echó por encima de TK una manta que le había dado la enfermera de turno. Se agachó delante de su hijo y acarició su mejilla. Suspiró, y lamentó que tuviera que pasar por todo eso.

Cuando pensaba que finalmente las cosas se tranquilizaban para TK y Carlos, ocurría esto. Un caso normal, complicado porque todos los casos podían ser difíciles, y más cuando se trataba de un grupo criminal y peligroso, extremista en todos los sentidos.

Secuestraban gente, personas que pensaban infieles y que debían pagar por los pecados cometidos. Cuando habían dado con Carlos, sus pecados eran muchos y merecía pagar por ellos.

El día que Carlos había desaparecido, TK trabajaba y no habían podido hablar en toda la jornada. Owen recordaba perfectamente cuando su hijo había entrado en casa y había recibido el primer mensaje, el primer vídeo.

"¿Cómo está TK?"

Owen se dio la vuelta, se encontró con Andrea. Los consuegros no habían tenido mucho tiempo para conocerse en privado, pero ahí estaban los dos, protegiendo y cuidando a sus hijos.

"No merece la pena que te mienta. No está bien. Dentro de poco tendrá pesadillas. Despierta gritando; no sé si podría dormir sin recordar ese momento. "

"No imagino que nadie pueda olvidar esa visión." Andrea caminó hasta la cama. Gracias a los calmantes, Carlos dormía durante horas, al menos su cuerpo se iba recuperando; su mente era otra cosa. "Yo no estaba ahí y me estremezco al imaginar esa visión. Mi niño, Carlos." Andrea se volvió hacia Owen y cuando el capitán se puso en pie, le tomó las manos y las apretó. "Desde que esto pasó el otro día llevo queriendo saber..."

"Andrea, no."

"Lo siento, pero necesito saberlo, necesito saber lo que esa gente le ha hecho a mi hijo. Gabriel no me lo quiere decir... por favor, Owen."

El capitán no dijo nada y se quedó mirando a Andrea, luego se volvió hacia su hijo que dormía y de nuevo miró a la madre de Carlos. "Ninguna madre debería escuchar estas cosas." El silencio fue la respuesta de Andrea. "Te aseguro que no hay mucho que decir. Lo habían dejado ahí... en la cruz, con todos los detalles... como dice la Biblia." Owen estaba tan incómodo diciendo eso, pero Andrea le miraba fijamente. "En el vídeo que recibió TK el último día, torturaron a tu hijo de formas que ningún ser humano debería sufrir. Sabían lo que hacían, le clavaron las manos a la cruz, igual que en la Biblia, lo habían desnudado, golpeado, podría haberlo matado sin llegar al extremo de la cruz, pero querían dejar claro su mensaje."

"Mi pobre niño." Andrea cogió una de las manos de Carlos entre las suyas y las besó por encima de las vendas. "Y cuando lo encontrasteis..."

"Andrea." De nuevo silencio. "No respiraba, hacía varios minutos que no respiraba. Fue terrible esa visión de mi equipo bajando a Carlos de la cruz. Era casi imposible consolar a TK, estaba convencido de que iba a sufrir un infarto, pero cuando finalmente Carlos comenzó a respirar, TK se tranquilizó un poco."

TK se removió en el sofá, las pesadillas volvían, sollozó y se estremeció. Cada vez que dormía, las pocas veces que era capaz de hacerlo, se encontraba a Carlos delante de él, subido en la cruz, la barbilla apoyada en el pecho. En las pesadillas, Carlos no respiraba y su cuerpo estaba ensangrentado, lleno de heridas, golpes, víctima de las peores torturas posibles.

"Pasará mucho tiempo hasta que ninguno de los dos se recupere," dijo Owen acariciando de nuevo el cabello de su hijo.

"Estaremos ahí por ellos," contestó Andrea y se sentó en el borde de la cama al escuchar que también Carlos sollozaba, le temblaban las manos. "Son nuestros niños y merecen ser felices y estar serenos."

25 letras másWhere stories live. Discover now