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P - Poison (Allergies)

Carlos se volvió hacia la cocina desde el sofá. Todavía no estaba seguro de si era una buena idea que TK cocinara la cena, pero no iba a decirle que no ahora que parecía que se había empeñado en ponerse a cocinar; de vez en cuando, eso sí, pero ahora había dicho que las noches que Carlos llegara tarde del trabajo iba a prepararle la cena.

"¿Y ese cambio?" preguntó Carlos caminando hacia él y se apoyó en la encimera.

"Bueno, ahora vivimos juntos y después del confinamiento, no sé, te vi aquí cocinando todos los días y ahora que hemos vuelto a la normalidad, me gustaría, no sé... ser útil en casa."

"Tee. ¿Qué dices? No tienes que hacer nada que no quieras."

"Pero quiero."

TK sonrió y tuvo que apartar la cuchara de madera con la que estaba mezclando la ensalada, antes de darle en la cara a Carlos con ella.

"Además, es solo una ensalada y luego una pequeña sorpresa que tengo en el horno." Carlos intentó echar un vistazo al horno, pero TK se puso en medio. "Eh, nada de spoilers. Vamos a cenar, la ensalada está lista y tengo cerveza fresca en el frigorífico para ti."

Carlos se echó a reír agradecido y le dio un beso en la mejilla para luego ponerse a preparar la mesa delante de la televisión. Era noche de película, por fin habían encontrado una que les gustaba a los dos, era sábado y ninguno de los dos tenía que trabajar aquella noche.

Sin duda era motivo de celebración.

Se acurrucaron uno con el otro.

"No puedo negar que la ensalada estaba muy buena" dijo Carlos acomodando la cabeza contra el pecho de su novio.

"Es solo una ensalada, babe. Si no soy capaz de preparar una... Habrá que ver si no te provoco diarrea o algo parecido con el postre."

Carlos le besó el brazo y la mano. "Estará todo muy bueno, estoy seguro."

"¿Me dirás si no está bueno?"

"Shhh, que si no escuchamos, nos perdemos el hilo de lo que le está pasando a Chris Evans, que está muy bueno, pero también me interesa el argumento de la película."

Terminaron dos platos de ensalada cada uno y disfrutaron de su noche de sábado en la casa que por fin compartían. Había sido el paso más grande en la vida de TK, pero no podía sentirse más feliz de haberlo hecho. Abrazó con fuerza el cuerpo de Carlos contra él y le besó la cabeza.

Intentaron empezar otra película y por lo menos Carlos lo consiguió, porque TK se quedó dormido. Era tan fácil dormirse cuando estaba cerca de Carlos. Su novio conseguía calmarlo y cualquier problema de su vida desaparecía.

Carlos paró la película y comenzó el nuevo concurso de pastelería, pero a los pocos minutos, notó que la garganta le ardía y el corazón se le aceleraba.

Dejó dormir a TK, estaba cansado porque se había empeñado en ponerse a cocinar después de haber trabajado trece horas, así que se movió lentamente, para apartarse de él sin que se diera cuenta y quedó sentado un momento, al notar que un sudor frío corría por su frente y su espalda.

Cogió el vaso de agua de la mesa y se lo llevó a los labios, pero al beber, sintió que se ahogaba y que el líquido apenas bajaba, hasta casi ahogarse.

Apoyándose en el brazo del sofá se puso en pie y fue hasta el baño. Cuando era niño había sufrido alergias de todo tipo y las que provenían de algún alimento eran las peores, las que más destacaban por lo mucho que se le hinchaba la cara. Pero entonces había tenido la suerte de que ninguna de sus alergias fueran tan severas.