Pareja rota | yoonkook

02 | Ángel

A palabras de Yoon Gi, Jung Kook es el Omega perfecto.

Cuando lo conoció en preparatoria, se enamoró completamente de él, porque es simplemente un humano majestuosamente hermoso. Pero, que a sus ojos, es un ángel disfrazado.

La primera vez que vio aquel bello Omega, fue vagando por los pasillos de la escuela, cuando fue el primer descanso del día. En ese momento, Yoon Gi estaba con la idea de ir a la cafetería para comprar alguna tostada y verse con su amigo Seok Jin -quien iba en un grado mayor que él-. Pero lo que encontró, fue mejor que eso.

Yoon Gi siempre fue un Alfa un poco despistado, por lo que a veces era común que chocara con las personas mientras él estaba perdido en sus pensamientos. No sabiendo que una de esas personas, sería su próximo amor para toda su vida.

—Lo siento —se disculpó, viendo al Omega más hermoso que haya visto en su vida.

—Oh no, sunbae. Fue mi culpa —contradijo el menor, sonrojado por la vergüenza.

Yoon Gi sonrió bobamente, cautivado por la belleza de ese ser frente a él. Ojos bonitos, piel blanca y cabello tan negro como la oscuridad misma. Además, de que parecía un tierno conejito. Pero ese efímero momento terminó cuando alguien llamó al Omega.

—¡Jung Kook!

Ambos voltearon hacia aquella persona, quien se encontraba esperando en las escaleras para ir al piso de arriba. Y Jung Kook se disculpó una vez más antes de irse, llevándose también con él, un suspiro del Alfa.

Yoon Gi desde ese momento, no se pudo sacar al lindo chico de la cabeza, al igual que su rico aroma.

Y de verdad, que era el Omega más hermoso que había visto en su corta vida de 17 años. Porque al haber nacido con padres Beta, nunca había pensado en algún Omega como: cautivador. Pero conocer a ese chico, hizo que su corazón saltara y su Alfa moviera la cola emocionado.

Simplemente, amor a primera vista.

Con el paso de los días, Yoon Gi no pudo sacar de su mente el hermoso rostro sonrojado de aquel Omega llamado Jung Kook, solo pensando cuándo lo volvería a ver.

Pero al parecer, el destino lo escuchó.

Un día después de clases, fue al taller de música, pues al ser inicio de año, apenas iba a ser la primera clase del taller. Pero gran sorpresa que se llevó, al ver a Jung Kook sentado en una esquina, viendo por la ventana. De pronto su Alfa saltó muy feliz y sin notarlo, él sonrió, caminando para tomar asiento a un lado del Omega.

—A mí también me gusta la vista desde aquí —dijo, viendo de reojo al Omega, quien se asustó y saltó sobre su asiento, volteándolo a ver—. ¡Oh! Lo siento, mi intención no era asustarte.

Yoon Gi, avergonzado, le regaló una ligera sonrisa a Jung Kook, quien la correspondió y suavizó su expresión.

—Tiene razón. La vista desde aquí es muy linda.

—Sí, es muy linda —respondió, viendo fijamente al menor—. Por cierto, me llamo Min Yoon Gi.

—Jeon Jung Kook. Es un gusto volver a verlo, sunbae —contestó, antes de que entrara la profesora que daría el taller.

Para ese punto, Yoon Gi no cabía de la felicidad, sintiendo como en su estómago había millones de mariposas volando, poniendo nula atención a lo que decía la profesora.

Durante semanas, Yoon Gi sentía sus días un poco más felices, ya que al terminar sus clases, tenía la fortuna de ver a Jung Kook, quien poco a poco se fue convirtiendo en su amigo. Aunque algo dentro de él, se ponía triste cuando pensaba que solo era un amigo para Jung Kook. Porque él quería ser más que su amigo. Quería ser su pareja, su Alfa. Suyo.

Pero al parecer, Jung Kook era un poco tonto y no notó -al comienzo- su intento de cortejo, por lo que lo dejó y simplemente, decidió seguir con esa bonita amistad que se estaba formando.

Porque así era mejor. Amarlo en secreto para no arruinar eso que tenían. Era mejor estar cerca de Jung Kook como su amigo, a estar alejado porque no lo quería de esa manera.

Con eso en mente, pasaron los años y Yoon Gi sostuvo su palabra. Solo era un amigo para Jung Kook; aunque su corazón siempre se mantuvo cálido, pues estar a un lado del Omega, lo reconfortaba.

Porque -quizás- en el futuro se podría dar esa relación que tanto anhelaba. Pero era algo de tener paciencia y que el destino lo volviera a escuchar, para que sucediera.

Mientras, disfruta de la hermosa voz de Jung Kook cuando canta y cuando ríe. Sonríe con él, besa sus mejillas y lo abraza; aunque Jung Kook -a veces- no quiera. Incluso, ha limpiado sus lágrimas. Pero siempre estando con él. Protegiéndolo.

Y lo conoce tan bien, que puede decir que el Jung Kook que está viendo ahora mismo, no es el Jung Kook que conoce. Porque el Omega que él conoce, no miente.

—Entonces, ¿dices que Jake está pasando por un mal momento y por eso necesitas pasar más tiempo con él? —Yoon Gi lo mira alzando ligeramente su ceja, viendo al Omega nervioso.

—Sí, hyung —susurra Jung Kook, no atreviéndose a ver a los ojos del Alfa.

—Comprendo que Jake te necesite porque eres su amigo. Pero lo que no entiendo, es por qué te has alejado de mí. Ha pasado un mes desde el último mensaje, después de que te fuiste de mi departamento. Desde entonces, solo nos hablamos cuando nos vemos, y es porque yo te busco —dice con dolor, sintiendo como un nudo se forma en su garganta—. Por favor, dime la verdad, Jung Kook. Me preocupas.

Y es ahí, que Jung Kook lo ve con los ojos cristalizados.

—Estoy bien, hyung. No hay nada de qué preocuparse —intenta sonreír, tomando la mano del Alfa—. Le prometo que pronto todo será como antes, solo... Necesito arreglar esto, ¿sí?

—Entonces déjame ayudarte —ruega, sintiendo como las lágrimas se mantienen en sus lagrimales.

A Jung Kook se le parte el corazón y sus labios tiemblan. Pero resiste a que sus lágrimas caigan.

—N-no, hyung. Lo siento, pero esto lo tengo que hacer yo mismo.

Y rompe el agarre de sus manos para poder irse. Yoon Gi tiene el impulso de levantar la mano y tomar la muñeca del menor, pero cierra su puño y la aprieta, viendo a Jung Kook alejarse de él.

—¡Yoon Gi hyung! —Llama alguien atrás de él, pero no voltea, sabe que es Tae Hyung— Pensé que tendría otra clase aho-...

Tae Hyung calla al ver el rostro con lágrimas del mayor, asustándose del porqué está llorando. Entonces, inevitablemente piensa sí el Alfa mayor ya habrá sabido de todo ese problema que está pasando con Jung Kook.

Pero todo pensamiento se detiene cuando Yoon Gi lo voltea a ver, con sus ojos vacíos.

—¿Acaso tú sabes lo que le sucede a Jung Kook? —Tae Hyung niega. Mentiroso— Bien, creo que iré a descansar.

—Lo acompaño.

—No es necesario, Tae Hyung, quiero estar solo —intenta sonreírle, pero ese gesto más parece una mueca.

Y camina, dejando a Tae Hyung atrás y resistiendo las ganas de llorar y salir corriendo a buscar a Jung Kook, a su pequeño ángel.

Pero, cuando da vuelta en una esquina, se detiene porque puede ver a lo lejos a Jung Kook y Jake abrazados. Sin embargo, lo que le corta el aliento y rompe por completo a su Alfa, es ver que Jung Kook está llorando con mucho dolor.

Su corazón de pronto se aprieta. Y se pregunta: ¿Qué es lo que escondes, Kookie?