1.

968 30 6
                                    

El verano termino, Julia y yo pasamos los últimos días en la casa de sus abuelos en Pinamar. La última noche mis amigos del equipo y sus amigas de la escuela se sumaron a nosotros e hicimos una fiesta inmensa, que debo decir que se salió un poco de control. A la mañana siguiente había chicos durmiendo en la playa. Julia y yo tuvimos sexo en la habitación y cuando nos despertamos teníamos durmiendo en el piso a su mejor amiga bañada en un charco de vomito, que espero por lo menos haya sido de ella.

Las clases empezaron dos días después de esa extraña mañana. Las pruebas para recibir nuevos integrantes y nombrar al nuevo capitán de futbol iban a ser ese mismo día y los nervios me estaban matando. Tocaban antes del almuerzo para que ninguno vomitara en el campo. Se presentaron pocos chicos este año, probablemente porque entrar es difícil y siempre toman uno o dos. Una vez terminada la practica nombraron a los cuatro que quedaban este año, unos chicos llamados Ramiro, Javier, Agustín y Felipe. Después de eso tocaba seleccionar al que iba a ser el capitán este año. Mi amigo Martin vio mis nervios y me susurro:

- Seguro es tuyo

- El capitán este año va a ser Tomas Fernández, espero que sepas dejar al equipo en lo más alto siempre con respeto y voluntad. Además de eso, espero que seas el que más se esfuerce. – dijo el entrenador entregándome la banda roja para luego añadir- nos volveremos a ver el jueves para el próximo entrenamiento, se pueden ir.

Cuando entramos a las duchas del vestuario todos me felicitaron y se mostraron contentos con la decisión. Los nuevos se presentaron y los invitamos a comer con nosotros. Cuando Salí del vestuario, mi novia Julia esperaba poder escuchar las buenas y cuando le conté no podía mas de felicidad.

Almorzamos en tres mesas todos juntos, gritando y revoleándonos comida, mi novia y yo nos besábamos, hablábamos de las clases y en cómo le estaban costando los últimos pasos de la nueva coreografía en su clase de danza. Hasta que toco entrar a historia con la que a mi parecer es la peor profesora de todo el instituto.

La profesora Acosta se la pasa comiendo mientras da la clase, a veces hasta escupe y nunca se le entiende. Sin embargo, siempre me las termino arreglando para aprobarla con la nota más alta, rezando no volver a tenerla al año siguiente, pero parece ser la única "capacitada" para dar la asignatura.

Cuando estaba por empezar a hablar de su verano y relacionarlo con el primer tema de historia que se le pase por la mente hasta que toco la puerta el director, que venía acompañado de un alto hombre canoso que lucía como un abogado, cuando estire un poco la cabeza alcance a notar que un chico rubio con una remera de nirvana agujereada y un cigarrillo en la oreja, que el alto hombre vestido de traje oscuro le saco y guardo, caminaba por atrás. Parecía inquieto y muy enojado con la situación.

La puerta se cerró en la espalda de la profesora acosta y estuvieron media hora hablando afuera. Tiempo que mis amigos y yo optamos por usar para hablar de quien se acostó con quien en la última fiesta del verano y reírnos de los que más ebrios terminaron. Me puse a observar a Julia atentamente, a veces me costaba entender que me gustaba de ella. Era muy fría, nunca había sentido ese amor profundo que se supone que hay que sentir, y sé que ella tampoco, nunca quería pasar tiempo conmigo a menos que sea en público, donde todos pudieran sacarle fotos conmigo o hablar de ella. Siempre me terminaba convenciendo de que es como tienen que ser los romances en la secundaria. O por lo menos así nos lo muestran en las películas, el popular que sale con la catalogada como la más hermosa y después de egresar nunca más se volvían a ver.

Julia es de esas personas que ves en las películas y es la egoísta y mimada. Su mama es actriz y su papa productor de cine, por supuesto que tiene con qué creerse. Pasar tiempo con ella era divertido. Pero supongo que si un día nos separáramos solo nos extrañaríamos mutuamente para el sexo, que es el único método que tenemos para "entendernos".

La profesora volvió junto al rubio que ahora confirmo que está molesto. Esta con mala cara, ni siquiera saludo a nadie cuando llego. Llevo años acá y nunca lo había visto en mi vida. Acosta lo presento como Teodoro Lanús, dijo que era nuevo y que acababa de ser transferido de otro instituto. Quedaban pocos lugares donde sentarse, había un asiento en el fondo, para él solo, donde presentí que se iba a dirigir, y luego estaba el mío que debería estar ocupado por julia que decidió comenzar a sentarse con Kevin Flores por "razones académicas".

El nuevo se acerco a mi asiento y sus intensos ojos azules me miraron fijo mientras se acomodaba el lacio cabello rubio que le caía por los costados de la cara. Era tan pálido que parecía sacado de un libro de crepúsculo. Era flaco y bastante alto de estatura, hasta más que yo, lo cual es complicado. Me sonrió y se le marcaron unos perfectos hoyuelos en las mejillas.

- ¿puedo o no? - me pregunto expectante.

Lo mire desconcertado y respondí con una nueva pregunta, mientras me perdía en sus ojos azules.

- Disculpa, no te llegue a escuchar bien ¿Qué dijiste?

- Pregunte si me podía sentar acá.

- Si, si claro que podes.

Lo que acaba de pasar era extraño, me había perdido totalmente en mis pensamientos y el resto del mundo dejo de importar. Sabía que había algo raro en el, algo que lo hacía muy diferente a mis amigos, en un buen modo, mis amigos se burlaban mucho de la gente (seguro se burlarían de él) y la discusión más interesante era sobre el mas musculoso o quien mejor jugaba al futbol. El escondía algo, se lo veía triste, enojado con la vida y muy descuidado, se le notaba que no dormía hace tiempo. ¿Por qué me estoy interesando tanto por una persona que acabo de conocer? ¿Qué es lo que tiene que tanta curiosidad me despierta? 

Teo y yoWhere stories live. Discover now