Home - D.M.

vi.

━━━━━━

El primer partido de entrenamiento para los slytherin había llegado, el equipo estaba más que preparado para demostrar que están listos para acabar con las demás casas.

Malfoy se había levantado más temprano de lo normal.

Desde aquel lunes que había discutido con Daphne el había tenido su habitación para el solo toda la semana, lo que le dió una tranquilidad para dormir porfin en su cama.

El sábado que tenía planeado dormir mejor lo utilizaría para entrenar a su casa.

Con conjunto de ropa deportiva negra y su escoba dió marcha hacia el campo de entrenamiento.

Al llegar ya al lugar, la mayoría lo estaba esperando por lo que no tardo nada en dar indicaciones e instrucciones.

Durante dos horas todos daban lo mejor de ellos, logrando que Malfoy sintiera que tenía al mejor equipo que pudo haber formado.

El volaba por los aires como todo un experto, como si caminar fuera insignificante para el.

Y aunque él no veía, una joven en las gradas lo miraba con demasiada admiración.

Si, era Lesath.

Quien después de su charla en la biblioteca había empezado a saludarlo con más frecuencia, aún no entablaban conversación, pero Malfoy sabía que al menos ya no estaba molesto con el.

Así que el ir a verlo a su entrenamiento sería la confirmación de que todo está bien entre los dos.

Pero quería pasar desapercibida, no como las fans de Malfoy que estaban gritando su apellido s todo volumen para recibir aunque fuera una mirada de el.

En un rincón de las gradas ella se encontraba, apreciando cada uno de sus movimientos.

Maniobrar una escoba era un arte, arte que el dominaba.

Ni siquiera se dió cuenta cuando el partido había terminado, solo vió a alguien volando sobre ella pero no prestó atención, su mirada se había perdido en el campo y no se percató de que Malfoy ya no estaba en su vista.

Al ver marcharse a los demás ella sacudió la cabeza para concentrarse, buscando al rubio por todo el lugar se puso.

—¿Espiandome?— susurró Malfoy en su oido.

—¡Mierda!— saltó asustada.— vuélveme a asustar y te mato Malfoy.

—Queria sorprendete así como tú lo hiciste hoy.

—Yo vine a ver a Lestrange.

— ajá—dijo— haré como que te creo.

—Buen entrenamiento — dijo ella recargandose en el barandal de las gradas.

—Lo sé— le sonrió.

—¿Seguiremos aquí o podemos regresar al castillo?

—la bella Lesath proponiendo caminar conmigo— dijo con tono de burla.

—Si sigues hablando de esa manera te petrificare y me iré sin culpa.

Empezó a reír el y bajó las escaleras junto a ella, en una mano llevaba su escoba y la otra dentro del bolso de su pantalón.

—¿Que harás hoy?— preguntó Malfoy.

—Tengo que terminar lo de adivinación y dos pergaminos de Herbologia.

—Yo ya lo tengo, puedo pasártelo.

—No gracias.

—Bueno, pero si tienes un tiempo libre puedes mandarme un pájaro de papel por si quieres dar una vuelta.