Donde Eren es un chacal que es el peor de su colonia, según personas que viven en el mismo barrio que él, se dedica hacer malabares con fuego en los semáforos de las calles de Shiganshina con tal de conseguir dinero para su familia
o donde Eren se e...
Porco estaba sin palabras era la más conmoción que sentía seguía sin poder creer haber visto a su primer y último amor además de perdonarle.
Sinceramente esperaba que ella le recibiera con odio acompañado de algún golpe pero fue lo contrario.
Ella seguía teniendo ese lado sensible con un corazón tan blando y puro.
Pieck seguía siendo la misma.
Mientras que él cambio para tener la aprobación de sus padres, cuanto arrepentimiento sentía.
Debido a tal cambio perdió personas importantes e incluso a su primer amor.
Pero al menos volvió a verle y con eso era suficiente.
Lo único que importaba ahora es lo feliz que se siente.
Al final se despidieron con la promesa de volverse a ver le menciono que seguía contacto con su hermana lo cual sabía pero nunca quiso comentarlo.
" Me siento feliz de verte y sigas siendo el mismo Porco del cual me enamore"
No lo era pero decidió callar cuando ella dijo eso.
era momento de cambiar y empezar de nuevo perdonar todo lo que alguna vez hizo eso incluía su espantosa actitud.
Y debía empezar tanto en sus hermanos como en los amigos que ellos tenían.
También en el chacal que su hermana tenía de pareja.
Ay diosito.
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— Chale, ¿los demás vendrán de rodillas o que? — Refunfuño Eren dando toques con su dedo a la mesa del restaurante.
— Ya cálmate pareces vieja — Hablo Mikasa sentada en una de los asientos que daba frente a él.
— ¿Por qué estas tan impaciente? — Le siguió Jean quien jugaba con una servilleta — Pareces un niño.
Los tres estaban en el restaurante donde trabajan Sasha y Leah con sus perspectivos vestuarios los cuales eran acordados a la temática.
El restaurante estaba decorado con luces rosas mezclados con tonos purpuras había una que otras serpentinas decorando el techo y una bola disco que iluminaba por completo el lugar en las paredes habían pegatinas de estrellas plateadas por último las mesas estaban cubiertas de un mantel morado pastel y los asientos eran de un tono rosita.
— Es porque tengo una buena noticia que quiero compartir — Respondió desplazándose un poco en su asiento — Necesito que estén todos, incluyendo a mi Leah.
— ¿No la has visto en estos días? — Pregunto Mikasa.
Su hermano negó.
Debido a sus trabajos han estado ocupados que no tenían el tiempo para verse y hoy le vería después de tres semanas pero al menos estuvo comunicándose con ella cada que podía.
