Donde Eren es un chacal que es el peor de su colonia, según personas que viven en el mismo barrio que él, se dedica hacer malabares con fuego en los semáforos de las calles de Shiganshina con tal de conseguir dinero para su familia
o donde Eren se e...
La música se escuchaba a todo volumen por toda la casa de Jean a pesar de ser pequeña se había lucido en cuanto a las decoraciones tanto en el patio como dentro de la casa. No fue el único en organizar la fiesta, Connie puso se su parte con la comida y claro se trajo su pequeño carrito de elotes para alivianar a las personas alcohólicas, Armin entre amenazas y necesidades había traído los famosos brownies mágicos, recalcando que no lo volvería hacer para saciarlos.
— ¡Que calor, oh-eh-oh! — Exclamo más bien canto Jean.
— Que calor que tengo yo — Connie mantenía su mano apretada en un puño, fingiendo que este era un micrófono — Quien levante la mano como yo.
Eren expulso el humo del cigarro de su boca y parte de su nariz.
— ¡El que quiera un vino en cartón! — Exclamo el ojiverde.
Los tres comenzaron bailar haciendo movimientos con sus pies y doblaban un tanto sus rodillas mientras eran animados por las personas a su alrededor y otras cantaban la canción.
— Si así se comportan estando sobrios no quiero imaginarme cuando estén ebrios — Hablo Mikasa.
— Bien que lo deseas porque Jean te canta canciones de la arrolladora banda limón — Comento Sasha tomando asiento a su lado.
— ¿De verdad? — Pregunto Leah.
Sasha asintió.
— Mira con ojos de huevo tibio a Jean cuando le canta — Respondió mientras pestañeaba varias veces como enamorada y sentía un pequeño tirón de su cabello — ¡Ay!
— Ni te quejes que fue suavecito.
— Pos que este medio borracha no significa que no sienta — Le reclamo.
Leah dejo salir una risita y observo el plato de Sasha que contenía dos brownies los cuales no había visto hasta ahora y siendo sincera, el hambre llevaba tiempo acechándola.
— De una canastita que pusieron en la cocina, ¿quieres uno?
Ella asintió y Sasha le extendió el plato.
— Gracias.
Leah le dio un mordisco al brownie estaba delicioso además de esponjoso y suave quien sea que los hubiese hecho le habían quedado maravillosos.
Si tan solo hubiese sabido lo que contenían en ellos.
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— ¡Como amo las fiestas! — Exclamo Leah con suma alegría.
Se encontraba bailando entre el montón de personas, movía su cuerpo de a un lado a otro sintiendo extasía en ella, sus pasos eran torpes pero se esforzaba en seguir el ritmo de los demás.
