𝐃𝐑𝐀𝐖𝐈𝐍𝐆𝐒 ➼ 𝐏𝐀𝐌 𝐁𝐄𝐄𝐒𝐋𝐘

DRAWINGS

Harper miraba con intensidad el papel que tenía sobre el mostrador mientras pensaba en las palabras adecuadas para escribir, distrayéndose en varios momentos por culpa de los lapiceros y rotuladores que le daban mucha más vivacidad al mueble rojo en el que había estado escribiendo durante la última media hora, martirizándose a sí misma por no ser capaz de encontrar la manera de expresarse, y era en ese momento que se estaba acordando de las palabras de su madre al decirla en más de una ocasión que debía ir a alguna clase de apoyo emocional para mejorar sus expresiones y sacar a relucir sus sentimientos sin que la gente intuyera o tuviera que preguntarla.

— Deja de mirar así el papel, a este paso lo vas a desintegrar — bromeó, entre pequeñas risas, Alejandra, una de las féminas que había en la tienda con la protagonista de la historia.

La pelinegra bufó molesta pues, debido a su falta de comunicación con todo el que se le cruzara por delante, le había traído severos problemas a la hora de intentar describir o manifestar sus sentimientos al resto del mundo, y, si bien en un primer momento era algo que le importaba poco o menos, ahora le era urgente el poder saber expresar todo lo que sentía sin sonar como una psicópata, sin hacer parecer que la nota era una broma o no hacerla incómoda; tan solo había que ver la gran cantidad de papeles arrugados que había desparramados en el suelo hechos bola para hacerse una idea de lo mucho que se estaba esforzando.

— Esta mierda es demasiado complicada, ¿vale? — Dijo, molesta, Harper, a punto de perder la paciencia.

— Creo que te concentras demasiado en escribir una nota larga, hazlas cortas y se te hará más sencillo — sugirió Charlotte, otra de las mujeres que trabajaba en la tienda de instrumentos.

— ¿Y qué le digo exactamente en una nota corta? — Cuestionó la pelinegra —. Le digo: Hola, siento que voy a tener una diarrea explosiva cada vez que te veo.

El resto de integrantes del grupo, Evans y Sally, miraron en dirección a su desesperada amiga por lo que acababa de decir, sorprendiéndose por cómo había descrito que el sincero cariño que sentía por una recepcionista de la empresa papelera y cómo había hecho un símil al decir que lo que sentía cada vez que la veía era como tener... Bueno, ya sabéis, no hace falta repetirlo dos veces.

— No tienes tampoco que decirle el primer día que la quieres, Harper — comentó Sally, la rubia —. Tú habla con ella como lo harías con nosotros, preséntate e intenta soltarte poco a poco con el paso del tiempo, ¿vale? Cuando entres en confianza, todo será más sencillo.

Harper bufó, por Dios sabría cuál vez en lo que llevaban de mañana, por lo que simplemente cogió los lapiceros y se puso a dibujar.
Tal vez si primero dibujaba y luego escribía todo sería más fácil, ¿no?

— Lo que una tiene que hacer solo para conquistar a alguien — murmuró, finalmente, Harper, dando comienzo a su enrevesada aventura.

¡Hola, hola!

Esta nueva historia la hice en diciembre del año pasado y ha sido ahora cuando va a ver la luz, siento haber hecho esperar tanto por algo que posiblemente nadie pidió pero, por favor, NECESITAMOS más historias de The Office y aquí una servidora va a darlas (guiño guiño)

Aquellos que estén aquí posiblemente han venido de mi libro de OS Multifandom y es que llevo varios meses (en realidad no sé si tanto) que llevo avisando que publicaría libros de la serie de The Office y... Bueno, lo prometido es deuda ;D

Este primer librito es de Pam, Pamela, Palmerita :D
Adoro a esta muchacha, lo juro, merece la felicidad.

Este libro está ambientado en los primeros capítulos de la tercera temporada, para ir avisando por si hay algún spoiler de esa temporada o la serie en general.

Espero que le deis una oportunidad a este libro y os quedéis hasta el final, un besazo a todos :'D