Harper se enamora irremediablemente de una de las protagonistas del extraño documental que se está rodando sobre Dunder Mifflin, Pam Beesly, suspirando por ella en silencio desde el momento en el que la ve en la oficina, por lo que mantiene en secre...
Espero que te encuentres bien porque me ha extrañado no recibir nada tuyo en un mes y no sé si te ha pasado algo malo o cualquier cosa así como para que ya no tenga noticias tuyas :(
No estoy enfadada contigo, ni mucho menos, pero quiero saber si te ha pasado algo o... o... Ya sabes, que te has hartado de mi y ya no quieres volver a hablar conmigo.
Sé que nunca he iniciado una interacción, siempre has dado el paso antes, pero necesito saberlo.
Estoy muy interesada en conocerte, de verdad, pero necesito tus notas para saber que sientes lo mismo y que no vas a abandonarme.
Espero tu respuesta pronto.
Por favor, déjame tu próxima nota bajo el escritorio para saber que verdaderamente eres tú y no Dwight tratando de fastidiarme.
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— ¿Y bien? — Preguntó Harper una vez había visto los rostros dolidos de sus amigos —. Ya no quiere hablar más conmigo, ¿verdad?
El cuarteto se miró entre sí antes de que Evans bajara con lentitud la hoja que les había sido proporcionada para leer lo que decía su contenido, principalmente porque la mujer de ojos oscuros temía lo que su enamorada le hubiera dicho.
— Está ansiosa por hacerlo, Harper — respondió Charlotte, tragando saliva para poder quitarse el nudo de la garganta que estaba impidiendo que respirara correctamente —. Quiere conocerte.
La pelinegra negó con la cabeza al escuchar aquellas temidas palabras que esperaba jamás leer o escuchar en su vida.
— No puedes ahora echarte atrás — murmuró Sally, con cierta timidez mientras cogía la nota que sostenía el único hombre de la sala y se la tendía a su amiga —. Tan solo tienes que leer sus palabras para entenderla, por favor.
De mala gana, y con cierto pesar, Harper cogió el papel que le había tendido su castaño amigo y leyó la nota que Beesly le había dejado sobre su escritorio la tarde anterior, notando los pequeños dibujos que había en los márgenes de la hoja para poder decorarla y darle un poco más de vida a aquella aburrida blancura que caracterizaba al papel de su empresa, notando también algunas pegatinas que de alguna manera la hicieron sentir mejor.
Harper suspiró y miró a sus compañeros.
— Pasadme papel, boli y unos lapiceros.
Sabía que tenía que darle una explicación a Pam, merecía mucho más que un asqueroso silencio.
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¡Hola!
Aquí está el siguiente capítulo y, sinceramente, ahora es cuando llegamos a la recta final... Literalmente.
Todo este camino ha servido para culminar en el gran final que tuve claro desde el inicio, nada más escribir el prólogo y, sinceramente, espero que estéis preparados :)
Pasad un buen domingo y nos leemos el jueves que viene.
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