Capitulo 08

5K 259 20
                                    

La profesora de historia estaba escribiendo en el pizarrón dándonos la espalda juego con mi lápiz, creo que a pesar de querer hacerme el fuerte por esta situación no lo estoy del todo, las personas me miraban con curiosidad al verme entrar con Sabik y no con quien se supone que era mi novia.

Si ellos supieran lo mierda que me hizo, después de aguantar tanto para quedarme a su lado, porque quizás no me merecía eso, todo lo que hice para estar con ella le valió mierda, todo aquello. Quería cerrar los ojos y desaparecer, no saben lo difícil que está siendo para mí.

¿Por qué entraría con Sabik? —Susurra alguien no tan bajo, porque logre escucharlo, ¿Por qué no se meten en sus vidas? ¿A caso la mía es más interesante?

Necesitaba callar a todos, ya no quería escuchar murmuros, ni rumores por los pasillos, lleve mis manos a mis oídos para ya no escuchar de lo que hablaban, cada quien es dueño de su vida, sí, cada quien sabe de lo que habla, pero me tenían hartos y eso que era la segunda hora a penas. Dione siempre llegaba a esta hora, cada primer día, porque necesitaba verse linda.

Alguien golpea la puerta tres veces, la profesora deja lo que estaba haciendo y se dirige aquella madera marrón, para mi mala suerte, si es que en alguna vez tuve buena suerte, Dione está con una sonrisa, que se le apaga al verme a mí, me mira tensa, yo aparto la mirada de ella, no me interesa verla, las personas susurran más de lo debido, empiezo a escribir lo que la profesora anoto en el pizarrón, ignoro todo.

Dejar a tremenda Diosa

Me doy la vuelta para encarar a esa persona, pueden meterse las palabras por donde no entrar el sol. —Bueno si tan linda la encuentras vete con ella, y a mí déjame fuera de tu asquerosa boca, que de seguro no te has lavado porque hasta aquí se puede oler tu mal aliento.

—¿Me estás hablando a mí? —Pregunta haciéndose el desentendido— ¿Qué te hice para que me dirijas la palabra?

—Estar hablando más de la cuenta, si tu vida es aburrida y la mía interesante, ¡Enhorabuena! Pero ya deja de joderme, me tienes las bolas hinchadas de tanta mierda.

—¡MILLER! —Me regaña la profesora llamando mi atención, ¿Es que iba a dejar que hablaran solo porque sí— Si no se calla ira a dirección.

Me quedo en silencio, no vale la pena, me reitero en todo lo que queda de clase. El timbre suena, las personas empiezan a guardar sus cosas rápidamente, veo de reojo una persona a mi espalda, me necesitaba salir del salón en este momento.

—¿En serio creíste que te iba a creer que salías con Sabik? —Me pregunta con burla, pasa su mano por mi espalda y me aparto— Vamos Adriel ambos sabemos que eso es mentira.

—¿Mentira? —Pregunto esta vez yo con el corazón casi saliéndome por la garganta— Deja de creer que eres el centro del mundo, existen más personas que tú.

—Pero no como yo

—Dios me libre de encontrarme a una persona como tú de nuevo —Digo con toda la seguridad del mundo— Prefiero matarme a estar con alguien que solo sabe pisotear a los demás. Dime ¿Cuál es tu mayor logro? ¿Engañar a Jackson?

—Eres una mierda

—¿Y qué haces hablando conmigo? —Contracto contra ella y bufa dejando un mechón de cabello detrás de su oreja— Solo déjame en paz.

—Adriel —La voz de la pelirroja se va apagando de a poco al ver a Dione, carraspea aclarando su voz— Me preocupaste, dijiste que irías por mí al salón y como no estabas con tus amigos supuse que estabas aquí.

—Y con buena compañía

—Que yo sepa él no estaba conmigo, o con sus amigos, así que no creo que haya tenido buena compañía —Sabik está con una sonrisa triunfante en el rostro, el azul de su mirada me estaba taladrando hasta lo más profundo de mi cabeza— ¿Nos vamos?

Dulce venganza #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora