Capítulo 23

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Capítulo veintitrés

¡ADRIEL!

Parte dos

Sabik Harper

Entramos al hospital y las enfermeras iban de un lado a otro.

-Necesitamos saber sobre Adriel Miller fue ingresado por un golpe en la cabeza -Habla exaltado Brad a la persona que estaba en la recepción.

-¿Son algún familiar? -Cuestiona el hombre escribiendo en el computador.

-No, pero ella es su novia

-Lo siento, pero no podemos dar información a personas que no sean su familia.

Nos vamos a sentar resignados, los segundos pasaban y el miedo seguía presente en mí, veía a las personas pasar de una sala a otra, mi mirada estaba perdida en la pared blanca, que ni cuenta me di en el momento que llegaron los demás a la sala de espera.

El olor a enfermo abundo en mis fosas nasales, y la persona que diga que ese olor no existe, que venga y me lo demuestre. Deje caer mi cabeza en la pared, mi cuerpo estaba tenso, mi mente no dejaba de maquinar posibles escenarios, quería ir de un lado a otro, estaba intranquila.

Una señora de cabello castaño se acercó a Noah, quien estaba tratando de calmar a su novia, Kelly estaba llorando sin poder detenerse, y a mí me gustaría estar así en este momento, pero no salgo del impacto de la situación, Adriel estaba siendo atendido, nadie nos decía algo, lo único que sé es que fue ingresado por un golpe en la cabeza.

-¿No les han dicho nada? -Cuestiona abrumada haciendo círculos en sus cienes, el color de sus ojos me recordaba a Adriel, eran casi idénticos.

-No, porque no somos familiares y Kelly es menor de edad.

-Bien, iré a consultar

Diciendo aquello se pierde en el pasillo para ir a la recepción, cierro los ojos tratando de calmarme, pensar en algo más, pero él no sale de mi cabeza, no lo puedo sacar, por más que trate siempre está, en cada segundo, cuando me acuesto, al despertar, cuando pienso en algo que me hace feliz.

Él era mi persona.

Pero decirlo en voz alta aterraba, daba miedo.

-¿Te sientes bien?

Abrí los ojos y Daniel estaba a mi lado, no dije nada por el nudo que se formó en mi garganta por aquella pregunta, ¿me siento bien? No, no lo estaba, el poder estar bien era algo imposible en este momento, porque mi novio falso estaba inconsciente y no me puedo sacar aquella imagen de él tendido en el suelo.

-No -Respondí en un hilo de voz.

-Ven aquí

Sus brazos me envuelven por completo y dejo salir todo lo que estaba atascado en mí, suelto un sollozo y los ojos se me nublan por las lágrimas que caen sin poder detenerlas, caer en la realidad era un sentimiento de dolor, desgarrador, esto era lo que pasaba, estaba asimilándolo después de media hora, él estaba ahí dentro, Adriel el mismo que cruzo media ciudad para comprarme rosas, el mismo que no sabía patinar, pero por mí fue capaz de aprender un poco, al mismo que amenace con cortarles las bolas si me besaba, lo peor es que sus besos me gustaron desde el primer momento, el calor de su boca sobre la mía, su manera de hacerme de la vida de otra forma, el Adriel que no se preocupa por sí mismo y trato de ayudarlo aunque no sepa como recibir ayuda, o aceptar que está mal.

Estaba cayendo por él.

Por su manera de mirarme.

De apoyarme.

Dulce venganza #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora