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Taehyung abrió sus ojos a mas no poder, ¿Qué ella quería que?

—No.

Dalia quedo sorprendida por un momento, sus ojos observaron brevemente al chico antes de tomar coraje y empujarlo lo más fuerte que pudo. Dejo caer la sabana y corrió. Sus pies dolían gracias a la helada nieve entre ellos, sintió un rugido a sus espaldas pero no le importo, el bosque estaba a unos cuantos pasos y ella quería salir de donde estaba.

— ¡Alfa!— Dalia paro en seco cayendo al piso cuando perdió el equilibrio, nuevamente el lobo estaba frente a ella. Sus ojos brillaban con intensidad mientras la observaba.

—Quítate de mi camino— dijo entre dientes mientras se arrastraba— no eres quien para retenerme aquí.

Taehyung bufo y se sentó en la nieve, su cuerpo humano volvió.

—Soy el rey Alfa de estas tierras, claro que tengo derecho desde que capte tu olor.

— ¿Qué dices?— se levantó— eres un rey, pero no el mío. Vivía en un pueblo sin problemas. Ni siquiera soy parte de su sacrificio.

—Seas o no ya eres parte de mi manada, eres parte del reino de Canes.

—No soy una... loba— trago cuando él se levantó y camino hasta ella— te pido por favor me dejes ir, mis padres deben estar preocupados por mí.

—Estabas escapando, no creo que se preocupen por ello— dijo— tal vez, si deban preocuparse porque tu hermana mayor no estaba en el rito.

Dalia abrió sus ojos y retrocedió, ¿Cómo sabia el aquello? Era obvio que era el rey y alfa, que sabía que entraba a sus tierras y que no. Entonces, el sabia sobre las chicas del sacrificio, cada una de ellas y de su hermana.

Ella escapo.

—Tus padres cometieron dos faltas importantes, la primera fue dejar que su hija mayor se escapara junto a su amante perdiendo su castidad— los ojos de la castaña se aguaron —la segunda, fue creer que dejando libre a su hija en el bosque podían escapar de la condena.

— ¿Condena...?

—El castigo por tales faltas son graves, tu madre y tu padre pueden estar ambos en mis calabozos por años— Taehyung suspiro y remojo sus labios antes de hablar nuevamente— por parte de tu hermana... la pena para ella por tales faltas seria la muerte.

—No, no— negó retrocediendo—no puedes... no.

—Si puedo, soy el rey— suspiro— tu familia rompió un tratado muy importante de décadas, tu hermana no cumplió.

Dalia negó dejando caer sus lágrimas, su pecho comenzó a doler y su cuerpo a temblar. El frío y el posible sollozo que soltaría en momentos la destruirían. Sintió algo caliente en sus hombros, Taehyung había colocado su capa de rey, sus miradas se encontraron por un momento, se sintió en tranquilidad, como si aquello solo fuese un sueño y despertaría para desayunar junto a su familia, caminar junto a Ion.

Ion.

Sacudió sus hombros y se alejó, la capa cayo sobre la nieve, Taehyung siguió aquello con sus dorados ojos.

—Mi familia rompió el tratado, mi hermana escapo es cierto— asintió limpiando con rabia sus lágrimas— yo soy parte de esa familia, yo soy su gemela... yo merezco el mismo destino que ellos.

—No, no lo mereces.

—Claro que lo merezco, tú mismo lo dijiste— lo señalo— así que, Majestad— estiro sus brazos— enciérreme en el calabozo.

—No puedo hacer nada de lo que me pides ahora.— dijo Taehyung con voz suave.

— ¿Por qué?

—Porque desde el momento en que capte tu olor me embriague, porque desde el momento que te vi me enamore— Dalia jadeo— y porque desde este momento eres elegida como mi luna, la madre de mis hijos y reina de Canes.

...

El chico de cabellos rubios y ojos azulados observo con pesar como la cabaña era consumida por llamas, la madera caía y el crujido y el feroz fuego le daban un ambiente entristecedor.

Aquella mañana habían llegado varios sujetos con chaquetas de cuero, sombreros y bufandas de pelaje. Algo que los distinguía era una insignia en la manga izquierda de las chaquetas, hojas doradas y una larga espada. Un hombre de negros cabellos y ojos oscuros dio la orden de vaciar aquella casa donde vivía su mejor y única amiga, las personas estaban observando como sacaban pertenecías, como algunas cosas eran separadas y otras apiladas para luego consumirse en el fuego.

Esa tarde había ido con un ramo de pequeñas flores que encontró de casualidad cerca del lago, quería sorprenderla y animarla antes de que llegara la carta de salida para ambos pero, lo que se llevo fue la terrible noticia de que todos habían escapado.

—Hijo— este pestaño dejando de estar en sus recuerdos para observar a su padre— debemos volver, están colocando guardias de perímetro, no podemos estar fuera.

— ¿Crees... Que esto es justo?— pregunto en un susurro caminado al lado de su padre.

—Su hija escapo antes de llegar, vi cuando sus padres intentaron detenerla pero ella no se inmuto y se montó en una carroza junto a otra persona— respondió entrando a su lugar cálido, casa— su madre lloro y grito, pero nosotros debíamos seguir. Sé que fueron a casa, por esto hay penas muy fuertes, jamás pensé que ellos pudieran escapar.

— ¿Crees que se hayan ido los tres al otro pueblo?— pregunto esperanzado. — Lotto.

—No— negó— a diferencia de Canes, Lotto no es tan fácil de encontrar. Son bosques espesos y con nieve más pesada que aquí, su vigilancia es más severa.

—Entiendo.

—Pero sí lograron escapar, posiblemente vayan al siguiente, del otro lado de Canes. Pero tampoco se les será fácil, cada tradición y pueblo son estrictos... cada uno posee un rey.

Poco esperanzado por las palabras de su padre caminó hasta su habitación, su cuerpo cayo en la acolchada cama de sabanas cremas mientras su mirada se perdía. Extrañaba a la chica, su sonrisa y forma de ser. Deseaba haberse quedado ese día y no dejarla sola, irse con ella.

—Dalia... espero estés bien— susurro cerrando los ojos— prometo encontrarte, lo prometo. 

Subido: Junio 05/2022

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Subido: Junio 05/2022

Editado: Junio 07/2023

ATARDECER ❄️ Kim Taehyung ❄️©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora