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Por algún motivo Dalia retrocedió al sentir el ambiente tan pesado, los copos estaban estáticos a su alrededor mientras aquel lobo platinado caminaba hacia ella.

Era como si el tiempo se hubiese detenido de un momento a otro, y solo ellos dos pudieran moverse en el.

El lobo platinado se quedó inmerso en aquellos ojos que le habían encantado en el momento que la conoció, sus ojos escarlata bajaron hasta su hombro soltando un suspiro antes de dar la vuelta y correr hasta aquel hombre quieto.

—Taehyung...— susurro Dalia al ver como este arrancaba la cabeza sin esfuerzo del hombre, los copos comenzaron a caer y el viento a soplar.

Los lobos que lo acompañaban comenzaron a moverse en diferentes direcciones perdiéndose en el bosque, mientras Taehyung volvía a su forma humana.

—Lamento que tuvieras que ver eso— suspiro no queriendo dar la vuelta, de su boca corrían hilos de sangre— pero no tenía más opción.

— ¿Era necesario... asesinarlo?

—Ataco a mi alma gemela pensando que era un lobo— gruño— ¿Crees que no se merecía ese castigo?

—Pero pudiste interrogarlo, pudiste...— Dalia cayo de rodillas murmurando.

—Dalia— Taehyung se acercó tomando su rostro pálido entre sus largas manos— debo llevarte al palacio, estás perdiendo sangre.

Tomándola entre sus brazos camino a paso rápido, ella cerro sus ojos deleitándose con el olor del joven rey. El calor que la rodeaba no se comparaba con nada, era abrazador, pero no asfixiante. Era tan difícil de explicar cómo podía sentirse tan a gusto en los brazos de una persona que acababa de conocer.

—Quiero de inmediato al médico real, que vaya a mi habitación.

—Sí, Alfa.

Camino a paso decidido hasta su gran habitación, coloco a Dalia en su cama mientras el entraba al baño para quitarse los retos de sangre. Se sentía culpable al dejar que su alma gemela recibiera aquel ataque y no solo eso, lo viera en aquel estado que emanaba miedo.

Al salir varias chicas vestidas de blanco comenzaban a quitar la ropa de su chica, una mujer de cabello rubio de avanzada edad sacaba implementos para curarla.

—Debe esperar afuera majestad, le garantizo que ella estará bien y que no corre peligro alguno.

—Eso espero— hablo seriamente dirigiéndose fuera de la habitación— traigan a Seokjin, díganle que es urgente su presencia ante mí.

—Sí, alfa— dijo uno de los soldados.

...

—Ion, ¿Qué haces?— pregunto un hombre ya de canas.

—Preparo algunas cosas, mi carta llego esta mañana padre— suspiro dejando algunas cosas en el suelo— mi deseo por salir a explorar nuevas tierras ha sido aprobado así que, mi silencio es el único pago.

El hombre sonrió con tristeza y se acercó a su hijo.

—Has trabajado mucho para estas tierras, tu hermano pago el precio para que todos vivamos en armonía y seamos protegidos por los lobos. Espero encuentres la felicidad fuera, pero nunca olvides a tu padre que te ama.

—Yo también lo hago— abrazo a su padre dejando que pequeñas lagrimas corrieran por su rostro— pero mi felicidad no estará completa si no la encuentro— susurro.

—Sabes que es poco probable que Dalia este viva— suspiro alejándose de su hijo para mirarlo a los ojos— el príncipe de Canes quemo su residencia como acto de sentencia. Sus padres están siendo buscados y su hermana mayor también, Dalia no pudo durar mucho tiempo fuera.

—Pero debo buscarla padre, ella es la única persona que nos apoyó y que siempre estuvo a mi lado. No dejare que nada malo le suceda y mucho menos creeré que está muerta. — Tomo sus manos— la buscare y encontrare, la llevare lejos de aquí y la mantendré a salvo hasta que aparezca la culpable.

—Su hermana... ella nunca fue de mi gusto— susurro su padre— Nadia era completamente diferente, siento que ella tramaba esto desde hace mucho.

—Para escapar de aquella forma, creo que tienes razón.

—Su madre tampoco es que sea santa, creo que ya esto era planeado por ambas.

Ion asintió, sabía muy en el fondo que lo que su padre decía era cierto. Nadia siempre era alejada del mundo, su madre la trataba cual muñeca y dejaba que Dalia hiciese todo. Pero, ¿Abandonar a su hija a su suerte en el bosque? ¿Por qué dejo escapar a su hija mayor tan fácil?

Pues, el descubriría que escondía aquel escape de la joven primogénita, y encontraría al primer amor de su vida.

...

—Analice el cuerpo— Seokjin hablaba con su hermano menor— era un rebelde, aquellos que escapan de las tierras y están en contra de nuestras leyes, llevaba un tatuaje del lado izquierdo de su brazo— le paso una fotografía— es una cruz, es para simbolizar quienes son.

— ¿Los soldados encontraron algo más?— pregunto mirando las fotografías.

—No, solo las huellas del difunto— inhalo— creo que se acercaron mucho a nuestro territorio, probablemente era más un espía que un asesino. Ver a Dalia lo altero creyendo que era parte de la manada, por eso ataco sin saber.

—Si los espías están entrando a nuestro territorio eso quiere decir que planean algo— tiro las fotos recostándose de su silla— le arranque la cabeza. Envía soldados y rastreadores hasta las fronteras, cualquiera que cruce tiene permiso de atacar.

—Taehyung...

—No, no tendré consideración cuando atacaron a mi pareja— gruño— si no llego probablemente la habrían matado. — La puerta fue tocada suavemente y dejo entrar un joven— ¿Qué se te ofrece?

—Alfa— reverencio, en sus manos traía un sobre— esto lo envían las ancianas de la manada, dicen que tiene que verlo.

Taehyung tomo aquel sobre y lo abrió, sus ojos recorrieron toda la carta arrugando esta cuando culmino su lectura en silencio.

— ¿Qué es?— pregunto Seokjin.

—La carta de Dalia.

—Aja...

—Es la carta de deseo— bufo riendo sin ganas.

— ¿Y que tiene?

— ¿Sabías cuál era su deseo?— pregunto, el príncipe negó— deseaba irse, a las montañas del sur y no sola. — gruño.

— ¿Con quién?

—Ion. 

Subido: Junio 23/2022

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Subido: Junio 23/2022

Editado: Junio 09/2023

ATARDECER ❄️ Kim Taehyung ❄️©Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz