𝙇𝙚𝙖𝙩𝙝𝙚𝙧 𝙝𝙚𝙖𝙧𝙩 - eddie munson x male!oc

Harrington's palace

38

Lucas y Erica hacía tiempo que se habían marchado a su casa, las chicas esperaban a Dustin en el exterior de la caravana, el chico insistía en quedarse a ayudar a los fugitivos, se le debía ocurrir una alternativa mejor que la de Eddie, que era volver a la roca calavera pero era a todo en lo que acababan sus ideas. 

- No te preocupes, nos las apañaremos. - Le intentó tranquilizar su compañero de rol cuando Robin le llamó por tercera vez. - Vete. 

Steve caminó detrás de Dustin, quién se quejaba de no poder encontrar una mejor solución para sus amigos, pero el mayor se detuvo en la puerta, dejando al de la gorra hablando solo hasta llegar a las chicas. Steve se giró, mirando a Jesse mientras Eddie guardaba en una bolsa que tenía en su cocina comida, "No es robar si me lo quito a mí para dármelo a mí" había dicho antes de empezar. 

- Oye, lo he estado pensando y hay una manera de llegar a mi casa desde aquí  sin pasar por el medio del pueblo, es un poco más largo el camino pero, mis padres están de viaje y, es arriesgado, pero si es para una noche, podría ocultaros ahí. 

Los ojos de ambos chicos se engrandecieron mirando a Steve. Jesse preguntó si lo decía en serio y en cuanto el otro se lo confirmo fue a abrazarlo dándole las gracias. Eddie hizo un nudo a la bolsa y se acercó a los dos chicos: 

- Sí, muchas gracias, Steve. - Le dio una palmada en la espalda, sonriendo.

Era verdad que el camino era más largo, prácticamente rodeaba Hawkins y apenas se podía llamar camino, habían plantas por todas partes y el rastro de la vía estaba difuminada, y se hacía más lento teniendo en cuenta que su líder estaba malherido y el dolor comenzaba a hacerse más presente ahora que la adrenalina se la había bajado. 

- Jess, lo has manejado muy bien antes. - Dijo Eddie detrás del mencionado. 

- ¿Mmh? ¿Tú crees? 

- ¡Claro! Desde asistir mi ataque de pánico a poner a cada uno en su lugar, especialmente a Harrington. - Dijo lo último, con una intención bromista, alzando la voz para que Steve le escuchara. 

- No sé si te ha quedado claro, Eddie, pero me ha llamado héroe. 

Pronto llegaron a la propiedad de Steve, quién les pido que saltaran la valla del patio trasero, ya que pasar por la puerta principal era demasiado peligroso y les dejaba demasiado expuestos. Fue el último saltó que tuvieron que hacer antes de tirarse sobre la cama de matrimonio de los padres de Steve: 

- Podéis dormir aquí. Si necesitáis ir al baño utilizad el de este cuarto o el de abajo, y si queréis cambiaros de ropa os puedo prestar algo mío. 

- Steve, preferiría morir  a vivir un día utilizando un suéter tuyo. - Rió Eddie boca arriba en la cama.