18 - Contra las cuerdas.

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Nuevo día cargado con más cosas que este mundo tendría que presenciar de primera mano.

Algunas de esas cosas ya bastante habituales, como el canto de las aves, el apacible sonido de los ríos haciéndose camino al mar, cosas como el sacudir de las hojas bañadas por los rayos del sol y de las numerosas criaturas del bosque llendo con sus vidas como siempre lo habían hecho.

Pero también habían cosas nuevas... Cosas no tan habituales.

Cómo el árbol que había salido disparado a velocidad supersónica y se estrelló violentamente contra la montaña más cercana a cierta mansion en medio de tierras salvajes.

Si, esto va en esa dirección, no sé sorprendan.

—¡¿Cómo se supone que hagamos funcionar esto?!

—¡¿Por qué preguntas?! ¡¿Acaso parece que alguno de nosotros sepa?!

—¡Pues si! ¡Somos cuatro aquí, alguna neurona tiene que funcionar!

—¡Mira a tu alrededor Mister! —Y... Ahora Red estaba girando—. ¡¿De cuál puta neurona estás hablando?!

—...¡Me lleva la chingada!

—Como fué que llegamos a esto... —Se preguntaba (y lamentaba) Arck, quien ya se veía como si hubiese estado trabajando una semana seguida de lo agotadora que era está situación.

—No lo sé. Para ser honesto sucedió algo rápido. —Al lado de Arck, Gaiou tranquilamente jugaba con algunas rocas. Comportamiento que no concordaba con... Eso de antes.

—Si, eso es verda-... —Y él también lo notó—. Un momento, tú estás perfectamente en calma.

—Ajá. —Respondió el albino con una ceja levantada. No muy seguro de por qué era eso raro.

—¿Entonces por qué lanzaste el árbol?

—A. Eso. Pensé que estábamos haciendo desastre porque si y me emocioné.

—Oh, pues bueno. No es que sea tu culpa que así pareciera.

—Yeah, por esta vez ellos están siendo más caóticos que yo. —Decía mirando de reojo al par de rojo y negro, acción imitada por el peli-azul.

El grupo de divinidades estaba situada en lo que se podría considerar "su patio", con la única razón de que por lo menos habían sido conscientes y prefirieron evitar terminar rompiendo algo caro dentro de la casa mientras entraban en pánico. Aunque solo dos de ellos estaban haciendo eso a decir verdad.

Luego de que ese... Mensaje - les llegara, los Dioses no habían encontrado paz. No es que no quisieran, es que literalmente no podían.

Que los parciales de mitad de semestre comenzaran significaba muchas cosas, entre ellas cosas importantes que tendrían mucho que ver con el como se desarrollaban sus interacciones con las hermanas a las que servían como tutores, cosas que las involucran directamente a ellas y a su, eh, capacidad para el estudio en "crecimiento".

Eso y que obviamente ya sabían que sus trabajos peligraban, no iban a esperar a más tarde para tener eso en cuenta.

—Mister, Red. Ya dejen de dar vueltas de un lado a otro. Créanme que no van a llegar a ningún lado.

—Es fácil para ti decirlo, Arck. Tú al menos te las arreglarás y a Gaiou le da totalmente igual. —Quejaba el primero en ser nombrado, si que hizo caso, pero ahora se veía más deprimido que desesperado—. ¡Nuestros casos no es tan sencillos, saben!

Los dos miembros más poderosos que tenían se encogieron de hombros ya que no tenían la más mínima idea de qué decir al respecto. Esto solo hizo que el Gamer lanzara un bramido de exasperación que optaron por ignorar.

Tutores DivinosWhere stories live. Discover now