•° ONLY °• [ZNN omegaverse]

Entrar en razón.

Zee llegó al penthouse en donde vivía cerca de la media noche, el cambio de horario y el trabajo le estaban causando un gran cansancio.
Después de tomar una ducha y comer un poco se recostó en su amplia cama, en la que como siempre no podía conciliar el sueño.

En su mente estaba otra vez esa persona, Nunew.
No se dió cuenta la forma en que estaba actuando, quizá ver que alguien más actuaba así sin tener a nadie que le dijera la realidad le hizo pensar por un tiempo que estaban bien sus acciones.

Pruk se convirtió exactamente en la persona que más odiaba, aquella figura autoritaria que se hacía llamar 'su padre'.

Vió por tantos años como ese alfa obligaba a su madre a rendirse ante cualquier deseo que se le cruzaba por la mente. Detestaba ese tipo de actitud y fue lo que hizo.

El sonido de su celular causó que abriera sus ojos cansados.

<[ ¡Qué tal Zee! Soy Jimmy. Te contacto para contarte que la cirujía de tu madre ya está lista para ser agendada, sólo necesita un par de chequeos más y fijaremos la fecha. ]>

Dió un largo suspiro después de leer el mensaje de texto que le había mandado su amigo Jimmy. Si todo resultaba bien su madre por fin podría dejar de ser la omega de ese alfa.
Aunque sería un largo proceso, extraer las glándulas de una omega de edad avanzada era difícil y muy riesgosa. Pero ya estaba harto de ver a su mamá ser una sumisa a las feromonas de su padre.

Pasaban de las tres de la madrugada ya, pero no era una sorpresa que no pudiera dormir. Entonces Pruk pensó sobre su relación con Nunew, no quería perderlo otra vez.
No quería sentirse roto otra vez.

Quizá la única persona que sabría aconsejarle bien sería su madre, al fin y al cabo fue la única que se preocupó por él luego de haber dejado a Nunew hace diez años.
Aún recordaba como se había desmoronado en sus brazos cálidos llorando por dejar a su persona más preciada.

Pensó en el daño que le hizo a Nunew y decidió iniciar de cero. No pensaba en querer eliminar por arte de magia los recuerdos que había dejado en él, sino que quería demostrarle cuánto lo amaba. No por palabras vacías, quería demostrarlo con acciones, quería que confiara otra vez en él.

El sol que iluminaba toda la caja que decía llamar casa, lo despertó. Se fijó en la hora, probablemente pudo dormir más de cuarenta y cinco minutos, un poco menos de lo normal.

Se vistió con un traje a la medida y de la mejor tela.

Estaba tan harto de esa ropa.

Salió rumbo al trabajo, pero antes de salir del auto tomó la jeringa y levantó su manga para poder inyectar el inhibidor. La última vez que estuvo con Nunew pudo ver como discretamente intentaba tomar uno, si se trataba de su primer celo cuando se reencontraron no era sano que los tomara tan pronto.

La inexperiencia inyectándose provocó que brotara un poco de sangre de su brazo, pero no dolía.

Para su fortuna en el camino a la oficina no se encontró con Nunew. Quería evitarlo hasta que este dejara de estar alerta en todos lados.

No fue hasta que la fotocopiadora se estropeó mientras el menor la usaba que Zee aprovechó la oportunidad para acercarse un poco a él.

— Listo -dijo Zee después de arreglar la fotocopiadora.

— Gracias...

— Avísame si necesitas ayuda...

No pudo decir mucho más, las personas que estaban trabajando cerca les vieron con curiosidad incomodándolos un poco.