Ritual rojo

324 26 12
                                    

El viento soplaba fuerte entre las arboledas de aquel bosque maldito, sonando una melodía que se elevaba hasta la copa de los arboles, con ello una lluvia de hojas secas arrasadas por la fría brisa. En el cielo se alzaba la roja luna que brillaba a todo esplendor hasta el horizonte. Esta noche, nadie estaba afuera. Cada villa, pueblo o ciudad decorarían sus fachadas con velas, lámparas y luces. Hoy era justo el ultimo día del mes, donde la luna de sangre daría a rienda suelta sus criaturas de la noche. Aquellos valientes que pisaran las afueras de sus hogares, con deseos de ver su final ante los monstruos nocturnos con tal de verlos.
 
En un área en especifico entre los follajes y montañas de runaterra, era diferente, escondido entre la espesa neblina y acantilados, una pequeña villa se mantenía.
 
Villa sujeta a las retorcidas fantasías de un abominable culto: El culto de Luna de Sangre. Los ocultistas de sangre solían atacar y secuestrar gente, para ser atados en un altar y ser ofrecidos a las hambrientas criaturas de la noche. De esta manera se buscaba honrar a las criaturas y proteger la ideología del culto.
 
Así como la luna de sangre se hacia cada vez mas alto entre las nubes y el cielo. Los ocultistas se preparaban a si mismos, para asediar la infortunada villa cercana a su templo, objeto por décadas a las depravadas costumbres de la secta.
 
Ahí, justo en aquel lugar, una chica de no mas de 20 años, sentada en banquillo afilaba un par de cuchillos arrojables, ella era la mas joven entre los miembros de la secta. Nacida y criada con las ideologías del culto, mas no era igual a los demás, y justo igual que su madre antes de ella, su manera de pensar era tan diferente, que podría considerársele radical dentro del culto. En algún punto de su vida, realizo lo errado que era dar sacrificios a las criaturas de la noche, los monstruos nocturnos no perdonarían al culto si alguno de estos fuera atado al altar. No le agradaba ese rito, pero nunca se atrevió hablar de ello, de hacerlo, seria una sentencia de muerte
 
- Akali -
 
La chica giro su cabeza para ver de quien se trataba, al ver aquel hombre con cola de caballo. Usaba una mascara de blanco hueso, cuya forma se le asemejaba a un lobo sin ojos. Era una tradición en el culto usar mascaras, referentes a los demonios que favorecían el culto. Pero akali odiaba el suyo. No podría ver los ojos de yasuo, pero sabia perfectamente que el la miraba, mas aun a su mascara que reposaba a un costado de cabeza, sin llegar a ponérselo realmente.
 
- ¿Ahora me vas a dar un sermón, viejo? -
 
Volvió a sus cuchillos una vez dijo con desgano. Yasuo gruño inconforme tras su mascara, a sus ojos, akali no era mas que una niña arrogante e irrespetuosa. Ella sabia perfectamente que aquello molestaría a yasuo, no le debía nada a el, por lo tanto el no podría ponerla en su lugar
 
- Deberías tener puesta tu mascara -
 
Sonó molesto y con voz amenazante, a medida que se acercaba. En un parpadeo de ojos, yasuo desenvaino su espada y trato de cortarla, pero los reflejos de la joven eran rápidos y afilados como kunai. Akali dio un paso al costado, esquivando la estocada y tomo postura de combate tan rápido como flecha, arrojando su kunai hacia el espadachín, pero antes de que pudiera reaccionar, ya tenia al oponente a su costado, mientras su katana yacía sobre la nuca de akali.
 
Akali pestañeo un par de veces, dejando de ver en su mente las posibilidades contra alguien como el. Podría ver claramente su sombra posar sobre la suya mas pequeña, lo miro a los ojos resignada. En verdad odiaba esas mascaras. Podía sentir como el se frustraba cada vez mas debajo de la suya, no tenia que ver para saber que estaba realmente disgustado
 
- Se que debo tenerla, viejo yas - ella respondió - Es que a veces no puedo respirar bien - se puso de pie, mientras ponía una sonrisa que no pareciera una mueca mal echa.
 
- Tenla puesta por esta noche, si no, la criaturas nocturnas irán por ti -
 
Yasuo dio un ultimo vistazo a la joven, antes de darse vuelta y marcharse. Akali pestañeo otra vez, alejando una nueva visión de ella arrojándole una kunai por la espalda y cortándole la molesta cola de caballo que traía
 
Akali confundida eh irritada por lo acontecido, salió a un pequeño balcón que daba vista a las afueras de la escondida pagoda entre el rojizo, donde estaban los dormitorios de la secta. Esa noche el viento soplaba con fuerza, haciendo que su cabello ondeara con delicadeza, un tanto mas tranquila, cerro sus ojos y se dispuso a oír la sonata que le brindaba la suave viento, constante y tranquila, hacia hacerla pensar el viento le susurraba al oído. Apoyo sus brazos sobre el barandal, nuevamente viendo aquel valle donde se escondía la villa que seria asediada esta noche. Se pregunta quien seria la próxima victima, aun podía escuchar los gritos de la familia que ella ayudo a cazar el mes pasado.
 

"Realmente hermosa" Akali volteo alarmada lanzando una kunai en dirección donde escucho aquel susurro

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

"Realmente hermosa"
 
Akali volteo alarmada lanzando una kunai en dirección donde escucho aquel susurro. Aquella frase realmente le hizo llegar un escalofrió por todo su ser. Paralizada, no se movía ni un centímetro donde se encontraba, miro a sus alrededores a ver si alguna criatura nocturna salía entre las paredes. Tal y como temía, pudo ver como una amorfa sombra salió de esta, la criatura estaba demasiado cerca, miraba aquí y allá, al ver que sus cuerpo temblaba de escalofríos, hasta el punto de poder distinguir lo que parecía ser una mano de aquello que la acorralaba. Tan impresionada, que no podía ni moverse o hablar. Se fijo en lo que ahora parecían dos orbes, uno azul intenso, el otro rojo infernal. Cada uno brillaba como lo que podría describir como un huracán que congela todo y el otro como incendio infernal que lo devoraba todo. Aun mas impávida quedo que aquello que no era mas que una neblina, iba tomando poco a poco forma. La forma de un hombre. Una mirada hipnotisante, cabello negro y lacio, hombros anchos, brazos fuertes y una sonrisa inquietante. Aquel sujeto era en definitiva la persona mas atractiva que habría de conocer hasta entonces. Y así como ella, aquella criatura que ahora era un hombre la examinaba de pies a cabeza.
 
Akali fantaseo de un momento a otro, que aquel monstruo nocturno convertido en hombre, desataba su cabello en cola de caballo, besaba sus labios, cuello, clavícula y todo su cuerpo.
 
Parpadeo nuevamente, sintiendo como aquella fantasía se desvaneció, aun con su vista puesta en los ojos de la criatura. Con una sonrisa maliciosa pronuncio:
 
"Vi eso"
 
Con voz áspera, un sonido gutural que la hizo estremecer hasta los tobillos. Justo igual al susurro que endulzaron sus oídos la primera vez. Aquel hombre se acerco lo suficiente y planto un tierno beso en uno de su hombros descubierto. Akali se sonrojo con severidad, al recordar como en su fantasía fue besada por aquella criatura y que ahora estaba sucediendo
 
- Akali -
 
Pudo escuchar como era llamada desde el pasillo que daba a su habitaciones, reconoció al instante la voz. Shen era su nombre, era al menos para ella, la persona que menos despreciaba dentro del culto. Aun sin poder moverse, ya que la criatura la tenia aprisionada
 
"Como odio a los intrusos, no me dejan hacer lo que quiero"
 
Escucho fuerte y claro lo que dijo, a pesar de haber sido pronunciado en un susurro. Que era lo que pretendía hacerle, fue ahí cuando por fin pudo reaccionar, saliendo del agarre de la criatura. Con una mirada llena de locura y una sonrisa maliciosa, con un rápido movimiento puso una kunai sobre la garganta del monstruo nocturno. Había presionado lo suficiente, como para que la punta de su daga corriera un hilo de rojo sangre, como la luna que se alzaba sobre sus cabezas. Akali reacciono involuntariamente y retiro la kunai sobre su cuello, pero ninguna gota salido de este. Casi como se hubiese curado al instante, esfumándose en un pequeño humo negro
 
- ¡Akali! -
 
Escucho nuevamente a shen llamarla por su nombre, escuchaba cada vez mas cerca
 
"Nos volveremos a ver"
 
Entonces la criatura habría desaparecido tan rápido como se manifestó en un principio
 
- ¡Con que ahí estas! Apresúrate que salimos en 5 minutos, por favor prepárate - Shen quien había encontrado a la chica en el balcón con una expresión de asombro, pensó que la había asustado, por lo que se dispuso a retirarse. Aun ella seguía en shock por lo acontecido, roso con sus dedos donde había sido besada por aquella criatura. Nunca creyó conocer a nadie que la deseara tanto como lo había demostrado aquello. Sacudió su cabeza entrando en sus 5 sentidos, eso debió ser un truco, una ilusión provocada por las criaturas de la noche para seducirla y hacerla caer en su trampa. Había leído sobre cierto tipo de demonios que seducían sus victimas a la perdición. Por lo que no caería en esa obvia treta. Sabia perfectamente que no volvería a toparse con eso, a pesar de la promesa que le había echo esa criatura.
 
Finalmente, akali se puso su mascara...

Luna de dos carasWhere stories live. Discover now