Más que solo electricidad {HunterxWillow}

A flor de piel

Willow despertó en medio de la madrugada, abrumada por la semilla de duda que Luz había plantado en su cabeza. Se dio una vuelta en la cama con la intención de seguir durmiendo, pero de pronto, su visión se nubló, y al siguiente segundo vio a Hunter recostado a su lado. Ella lanzó un chillido y retrocedió hasta que su trasero encontró el suelo.

—¿Qué! ¿Qué sucede! —Amity se levantó tan rápido que olvidó que había una cama sobre su cabeza.

—Lo... Lo lamento, Amity —Willow sacudió su cabeza.

—¿Tuviste una pesadilla? —preguntó Amity en un susurro consternado.

Willow tomó una bocanada de aire. No era exactamente la palabra que tenía en mente para describir lo que había sucedido, pero era mejor que explicarle que se estaba volviendo loca, así que asintió con lentitud.

—¿Por qué susurran? Ya estamos despiertas de todos modos —dijo Vee dejándose caer en el suelo.

—¡Ay, chicas! ¡Lo siento tanto! —Willow se puso de pie y alcanzó sus lentes—. Yo estoy bien, pueden seguir durmiendo. Iré a despejar mi cabeza —dijo apresurándose a la puerta antes de que ellas comenzaran a hacer preguntas.

Willow bajó las escaleras y quedó paralizada por un minuto, al ver a Hunter durmiendo tan pacíficamente en el sofá. Sacudió su cabeza para salir del estupor, y corrió al recibidor, envolvió un abrigo sobre su cintura y alcanzó la manilla rechinante. Hizo una mueca y rogó para que nadie la oyera.

—¿Vas a alguna parte? —ella dio un salto al oír su voz. Se quedó en silencio un segundo.

—Voy a entrenar —respondió sin darse la vuelta. Abrió la puerta y salió corriendo sin decir más.

Hunter se quedó plantado en el umbral de la puerta, con una expresión de desconcierto.

—¡Espera! —exclamó antes de comenzar a correr para alcanzarla.

Willow casi tropieza con sus propios pies.

—Déjame acompañarte —dijo él intentando seguir su ritmo.

Willow se detuvo en seco.

—Hunter, vuelve a casa, o terminaras enfermándote —aseguró la chica poniendo sus manos en sus caderas para lucir amenazante. Hunter observó sus pies descalzo y maldijo por lo bajo—. Estaré bien —prometió ella dándole un golpecito amistoso en el hombro para que no se preocupase. Entonces, comenzó a correr nuevamente.

Creía firmemente que si agotaba su energía, su cerebro no tendría tanto tiempo de imaginar cosas como...

—Ugh no otra vez —masculló ella, mientras recordaba la noche anterior, cuando había estado tan cerca de Hunter, en todos los sentidos. Él se había mostrado vulnerable y ella había actuado sin pensar, había tomado su cabello suave entre sus dedos y...— ¡Concéntrate, Willow! —exclamó corriendo aún más rápido por la acera desolada.

El chico se quedó de pie en la acera por varios minutos hasta que Flapjack comenzó a revolotear sobre su cabeza.

—¿Crees que le sucede algo? —le preguntó a su taliamigo mientras caminaba devuelta a casa—. Estuvo actuando extraño desde que nos encontramos con esa humana. No la culpo, es insoportable. —Él suspiró—. Amity tenía razón, algunas personas son un enigma —se detuvo frente a la puerta trasera—. Amity tenía razón —repitió pensativo—. ¡Amity tenía razón!

Comenzó a correr escaleras arriba en medio de la oscuridad, casi pierde el equilibrio al llegar al último escalón pero se las arregló por alcanzar la puerta de la habitación de las chicas.